• Mientras los países de Medio Oriente han experimentado largos periodos antidemocráticos, en México se busca fortalecer la democracia

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Lado B

Los movimientos de la Primavera Árabe y las manifestaciones del resto del mundo coinciden en “el hartazgo ante los gobiernos y las instituciones que no han podido o no han querido satisfacer las demandas de los jóvenes”, señaló la académica del Departamento de Estudios Internacionales, María Cristina Barrón Soto.

“Veo claramente cómo los procesos históricos llegan a ciertos momentos de crisis en los que se debe dar un cambio y creo que ahorita estamos en esa situación porque las crisis económicas se manifiestan de manera recurrente en el mundo y los jóvenes que ni estudian ni trabajan exigen un lugar en la sociedad”, apuntó la experta.

A pesar de que México no está ante una Primavera Árabe, porque sus procesos históricos son distintos a los de Medio Oriente y África, los movimientos sociales dan indicios de la necesidad de un cambio, dijo la académica.

 “Los países árabes de la zona de Medio Oriente y al norte de África se caracterizan en su mayoría por una historia de dictaduras de varias décadas, con los movimientos de la Primavera Árabe se busca derrocarlas y en el caso de México no es así, finalmente en México sí contamos con un sistema democrático”, afirmó.

Añadió que mientras los países de Medio Oriente han experimentado largos periodos antidemocráticos, en México se busca fortalecer la democracia. En los países árabes se usa la violencia porque no hay diálogo que valga y en México, por ejemplo, todavía se hace de forma pacífica, subrayó.

La experta señaló que el objetivo de la historia es entender el presente con base en lo que ya se ha vivido y por su experiencia como docente, dijo que espera que estos movimientos sí cambien el paradigma.

 “En antiguas civilizaciones ha ocurrido; por ejemplo, Europa llegó a una crisis existencial en los siglos XIV y XV y surgió el Renacimiento o un volver a nacer. ¿Por qué no hacerlo ahora?”, cuestionó.

Aunque todo cambio implique un riesgo ya sea económico, político, social o cultural, dijo que es pertinente hacer un alto en el camino y reflexionar, “en principio el ser humano se resiste al cambio porque no sabes qué va a pasar en el futuro mediato e inmediato, es decir por miedo. Pero los cambios se tienen que dar. Ojalá en 2012 sea un cambio de paradigma y no el fin del mundo”.

María Cristina Barrón Soto es doctora en Historia por la Universidad Iberoamericana. Maestra en Historia por la Universidad de Filipinas. Licenciada en Historia por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Cuenta con una experiencia docente de 20 años en la Universidad Iberoamericana. Fue coordinadora nacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Asia y África (Aladaa) por un período de cinco años. Imparte las materias Asia y Religión y cultura.