Lado B
Nuevas relaciones de pareja
Pareciera haberse generalizado la idea de un cambio de comportamiento de las mujeres en las relaciones de pareja –especialmente en jóvenes.
Por Lado B @ladobemx
03 de noviembre, 2011
Comparte

Rosana Renau Aymamí

Pareciera haberse generalizado la idea de un cambio de comportamiento de las mujeres en las relaciones de pareja –especialmente en jóvenes.  Se habla de una mayor agresividad, de menos temor y de algo que parece ser un mayor control sobre lo que ocurre con las parejas.

Las expresiones de este nuevo comportamiento incluyen acoso y vigilancia constante, voces más altas, infidelidades, etc. Casi parece ser lo que llamábamos un comportamiento masculino. ¿Qué hay en el fondo de esto? ¿Estos cambios son, en realidad, una mayor asertividad, una nueva forma de ser mujer? ¿De dónde están surgiendo estos modelos?

Invertir el  “orden” anterior ¿mejora las relaciones de pareja? Como verán tengo muchas preguntas en este sentido y no tengo respuesta para todas, pero sí creo que las relaciones humanas que incluyen control o violencia, no son buenas, no importa quien los ejerza ni quien los tolere.

Foucault decía que el poder no se “tiene” el poder se ejerce y para su ejercicio necesita de dos, el que lo detenta y el que lo permite. Nos hemos acostumbrado –desafortunadamente desde mi perspectiva- a que el poder sea parte neural de cualquier relación que establezcamos en nuestra sociedad. En algunas de nuestras relaciones somos los poderosos y en otras los sumisos, de cualquier modo estamos permitiendo al poder decretar nuestros comportamientos. No sabemos bien como relacionarnos sin este ingrediente y eso pareciera explicar, de algún modo este cambio de actitud de las mujeres jóvenes y de los hombres que lo están permitiendo. Si los hombres tratan de dejar de ejercer el control o el poder entonces las mujeres –viendo el espacio vacío- se apoderan y los asumen.

¿Esto en realidad cambia las relaciones de género? ¿Este pequeño espacio de poder modifica la concepción patriarcal que permea a toda la sociedad? No, la valoración de lo masculino y lo femenino no ha cambiado. Detrás de este control y de estas nuevas actitudes se sigue escondiendo la necesidad de las mujeres de tener a un hombre que las defina, las proteja y, les pertenezca, la diferencia es que ahora son más activas al respecto logrando relaciones enfermizas y tan agresivas como de las que vienen huyendo.

Es decir, la inseguridad frente a la perspectiva de no tener una pareja lleva al acoso, a la vigilancia y a otras yerbas aromáticas que los chivos no se comen.

¿De dónde se han  obtenido estas ideas? Por una parte, sin quitar a nadie la responsabilidad individual en cuanto a la toma de decisiones, creo que programas como los de la tal Laura o la tal Rocío están haciendo más daño que bien, no están midiendo las consecuencias de su discurso ni lo importante que es para las mujeres de este país que alguna figura pública les diga cómo resolver las cosas.  Están diciendo a todos, rompan estas cadenas o rompan el ciclo dentro de un entorno que no ha modificado la concepción del “deber ser” generalizada.  De cierto modo  las mujeres y los hombres en menor medida (insisto en las mujeres porque conforman la mayor audiencia a este tipo de programas) toman estos discursos y los asumen y practican en los espacios en los que pueden. Estamos lanzando a hombres y mujeres al vacío sin red debajo. La realidad de un mundo genéricamente ordenado no ha cambiado en los asuntos importantes. El cambio en este sentido debería traducirse en relaciones sin ejercicio de poder, en relaciones de PAREJA con lo que esa palabra significa.

Tampoco hay que ignorar la influencia que tienen las relaciones familiares en este sentido, si pensamos en el número de chicos y chicas de estas generaciones que provienen de ámbitos domésticos violentos, disfuncionales o monoparentales, podemos también asumir dos formas de respuesta frente a esto, la primera, reproducir estas formas de relación o, la segunda, alejarse lo más posible a este modelo.

De cualquier modo, estas nuevas formas de relación son tan negativas y nefastas como aquellas que se supone estamos queriendo evitar y, contra todo optimismo, no representan ningún cambio que valga la pena celebrar.

Saludos como siempre.

Columnas Anteriores

[display-posts category=»desde-el-balcon» posts_per_page=»-1″ include_date=»true» order=»ASC» orderby=»date»]

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion