Lado B
Infiniculturalidad
Por Lado B @ladobemx
28 de noviembre, 2011
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Hugo León Zenteno*

En la diversidad está la riqueza. Lo he dicho antes en este espacio y conviene ahora reafirmarlo. La variedad cultural prevaleciente en la sociedad actual implica un mayor intercambio de información, conocimientos y representaciones simbólicas, la cual posibilita que se nutra el capital cultural de cada individuo. Este robustecimiento personal es necesario para fortalecer nuestro criterio y con ello tener mejores herramientas para construir una recepción crítica de medios.

Es así que la multiculturalidad es un fenómeno cada vez más presente en nuestra cotidianidad, toda vez que los flujos informacionales se han intensificado en las últimas décadas, sobre todo por la emergencia de los medios de comunicación masiva y por las tecnologías personales de computación y telefonía. El asunto, por supuesto, va más allá de la cuestión infraestructural e incide en la sociedad contemporánea en ámbitos mucho más diversos: las relaciones interpersonales, los estilos de aprendizaje, los hábitos de consumo, la construcción de la esfera pública, etc.

Lo anterior nos ayuda a percatarnos de la dimensión del cambio, toda vez que se han alterado una serie de paradigmas que hasta mediados del siglo XX parecían inamovibles. Una de las modificaciones más sustanciales es la diversificación de los vínculos que determinan y constituyen a los sistemas culturales, los cuales, tradicionalmente eran el lenguaje, la etnia, el territorio, la religión, las costumbres, la historia, y una serie de lazos provenientes del devenir elemental del hombre. Sin embargo, la complejización del propio quehacer humano y el advenimiento de nuevos artefactos altamente sociales, han adicionado nuevos tipos de nexos que conforman las culturas contemporáneas.

Es así que, hoy en día, los lifestyles o estilos de vida pueden ser un motivo de identificación entre un colectivo de personas, aún más fuerte que la compartición de un lenguaje o un territorio. Una simple evidencia de esto son los célebres trekkies (término que proviene de los fanáticos de la serie Star Trek y que ahora también es extensivo a grupos de vehementes seguidores de otras manifestaciones mediáticas); cuyos factores de coincidencia incluyen códigos e incluso mitologías propias.

Sin duda, el fenómeno del fandom constituye un ejemplo de los nuevos tipos de culturas que existen actualmente, y que son producto de nuevos modelos de enlaces simbólicos; de igual manera que los intereses comunes que compartimos en redes sociales pueden generar un sinfín de adscripciones a grupos, causas, convergencias y demás dinámicas colectivas. Podemos hablar pues, de la infiniculturalidad (como estadio cuantitativo posterior a la multiculturalidad), la cual nos obliga a ser más abiertos, tolerantes y a desarrollar un sólido criterio a la hora de mirar la profusión de manifestaciones mediáticas propias de nuestros días: tomar lo que nos parezca valioso de todo cuanto percibimos diariamente, finalmente, nos hará mejores personas.

*Académico en las áreas de Periodismo y Comunicación. Actualmente es profesor en la Escuela de Periodismo de la UPAEP y en la Universidad de las Américas Puebla. Sus áreas de interés profesional son: recepción crítica de medios, hipermedios y noticias; análisis del mensaje periodístico en diarios nacionales e internacionales; ciberperiodismo; análisis y consultoría sobre arquitectura de información, usabilidad y calidad semántica en websites. Vive en la ciudad de Puebla; gusta del arte, el beisbol, el chocolate y la lluvia.

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