Los Ángeles. Cientos de indignados de la ciudad estadunidense de Los Ángeles interpusieron una demanda ante un juez federal para evitar el retiro por la fuerza de sus campamentos frente a la alcaldía, mientras avanza un ultimátum para el desalojo policial.
Los indignados permanecían este lunes bajo una creciente tensión, ante el ultimátum del alcalde angelino, Antonio Villaraigosa, para que abandonen el lugar, y la amenaza de expulsión policial, informó La Jornada.
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, declaró esta tarde que es inminente el retiro de los manifestantes, y advirtió que “serán inevitables más arrestos a fin de dejar despejada el área”.
Miles de indignados se mantenían en el sitio con leyendas como “Somos el 99 por ciento” (de la población), mientras otros se preparaban y caminaban orgullosos, provistos de cámaras antigases, ante la eventualidad de convertirse en blanco de gases lacrimógenos.
Villaraigosa conminó a los manifestantes a abandonar el lugar o enfrentar a agentes especiales de la policía en el primer minuto del martes.
Los manifestantes, que han cumplido dos meses en la plaza y han instalado más de 150 casas de campaña, forman parte del movimiento Ocupemos Wall Street.
Una mayoría de manifestantes mantiene una posición proactiva, y gran parte del día caminan por las aceras, lanzan consignas, bailan y forman cadenas con sus brazos.
Hacia las cinco de la mañana de este lunes, la policía arrestó a cuatro manifestantes, acusándolos de romper el orden público, incurrir en desacato y lanzar objetos.
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