Lado B
Entre la libertad inalcanzable y un México que se desdibujó
Y de cómo la presentación del libro Un México para todos terminó en arenga electoral
Por Lado B @ladobemx
16 de noviembre, 2011
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Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Puebla. Tiene 50 años y dice que quiere ser presidenta de la República. La primera en un país en el que el machismo es una de las características que se estampan cada que se caricaturiza al mexicano. Se mueve con soltura en el escenario y sabe manejar el micrófono y hasta cita a Joaquín Sabina. Se le notan las tablas que le dejaron sus años como conferencista de temas económicos. Sabe que las anécdotas relajan al público y las entrelaza para distender y reafirmar con las líneas principales de su discurso como candidata, un discurso en el que palabras como “libertad” y “elección” se repiten con la suficiente frecuencia como para fijarlas en la mente de los más de mil alumnos, académicos, estudiantes e invitados que casi llenan el AuditorioGimnasio Ignacio Ellacuría S.J de la Universidad Iberoamericana.

En la primera parte de su discurso de casi 40 minutos habla de la libertad como el mayor bien al que puede aspirar el ser humano, un bien por el que incluso “se puede dar la vida”.

«Vengo a invitarlos a ser suficientemente libres, porque en México todavía no somos suficientemente libres y dejar de ser libre es dejar de vivir. Es asumir que hay alguien más que puede resolver por mí. Dejar de ser libre es callar y optar por la sumisión cuando tenemos que optar por la palabra. Hay silencios que son complicidades, y yo quiero un México libre. Quiero gobernar este país. Porque quiero un país absoluta y suficientemente libre, y en México no somos todavía suficientemente libres. Mientras tengamos pobreza no seremos suficientemente libres. Mientras no se conozca el mundo de las letras por muchos mexicanos, no seremos suficientemente libres. Mientras alguien no pueda decidir a donde enviar a sus hijos a estudiar porque no tiene manera de hacerlo no seremos suficientemente libres. Y hoy necesitamos jóvenes suficientemente libres».

Pero Josefina Vázquez Mota, la panista mejor posicionada en la pelea por la candidatura en el estado y en todo el país –de acuerdo con su coordinadora estatal de campaña, Augusta Díaz de Rivera, el 41 por ciento y el 60 por ciento de los panistas respectivamente la quieren como su abanderada–, parece olvidar que su discurso choca con el de su partido, pues es desde la derecha encarnada en el PAN donde se han promovido y/o apoyado ciegamente iniciativas que limitan la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo al criminalizar el aborto.

Viste un traje sastre de un rosa pálido, apenas un poco de color en los labios y delineador para los ojos, sólo lo necesario para darle énfasis a su mirada. Sus zapatos de punta redonda y color vino apenas se levantan del suelo unos tres centímetros gracias a su tacón cuadrado, la medida perfecta dicen los podólogos. En conjunto una imagen adusta pero confiable. A su izquierda Augusta Díaz de Rivera, la legisladora que llamó al petista Gerardo Fernández Noroña remedo de diputado, hace las veces de presentadora de los dos académicos invitados a comentar el libro de la panista: Javier Sánchez Díaz de Rivera, el secretario de Desarrollo Social en el municipio de Puebla, y Lilia Vélez Iglesias, la directora de la carrera de periodismo en la Upaep.

Frente a ella muy pocos correligionarios suyos, todos cercanos al ala radical de su partido: Antonio Sánchez Díaz de Rivera, ex diputado y ex candidato a la alcaldía de Puebla; Gerardo Maldonado Balvanera, dirigente municipal; Miguel Ángel Mantilla, ex delegado de la Secretaría de Economía; Marcelino León Ochoa, regidor capitalino y Liliana Ortiz de Rivera, esposa del presidente municipal Eduardo Rivera. Y si quedaban dudas de la buena relación que tiene con este último, a diferencia de lo que sucede con el gobernador del estado, Vázquez Mota recordó al ausente Rivera al nombrarlo “mi querido alcalde” y agradeció a “Lili” su presencia en el evento.

«Michelle Bachelete me dijo: si llegas a ser presidenta de México, Josefina, no te pongas bigotes para gobernar, gobierna como lo que eres, una mujer, porque los ciudadanos han votado por esa opción

 Y todo parece apuntar a que la elección del 2012 llevará en las boletas a una mujer,  como una vía alterna al encontronazo entre el ya seleccionado Andrés Manuel López Obrador que irá abanderado por la izquierda, y Enrique Peña Nieto que llegará teniendo a sus espaldas al PRI-PVEM y al partido de Elba Esther, la dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y con quien Vázquez Mota ya tuvo diferencias cuando dirigió la Secretaría de Educación Pública.

Aunque Josefina sabe que tendrá que remontar la marca que ha dejado el sexenio de Felipe Calderón, una huella profunda en la piel ciudadana que muestra como primer signo de descomposición los miles de muertos que se contabilizan producto de la guerra contra el narco, por ello apunta al ser cuestionada sobre los resultados que obtuvo su partido en Michoacán: “no hay elecciones resueltas de antemano, la elección presidencial tiene su propio tiempo y su propia circunstancia”.

Y no evita dar un ligero raspón a las administraciones priístas: “Somos un país que no tiene la tradición del diálogo. Para qué vamos a dialogar en un país autoritario y presidencialista que tenía un gran Tlatoani que todo lo resolvía. Hoy que bueno que ya no tenemos a ese Tlatoani, el problema es que tenemos 30 y tantos Tlatoanis en todo el país y necesitamos contrapesos”.

Pero los contrapesos no llegaron, en la Cámara de Diputados la mayoría priísta aprobó una reforma política que no contempla la consulta popular como una herramienta de la sociedad.

Pero Josefina ya está en otro tema, y antes de terminar su larga charla que le permitió incluso hacer remembranzas y recordar un México que ya no existe en dónde se podían dejar las puertas abiertas y se podía caminar de noche, un México que fue más de 70 años priísta y que tras 12 años de panismo parece tan lejano, recuerda a los jóvenes universitarios que la han escuchado y aplaudido que “dentro de 8 meses vamos a ir a las urnas para decidir que queremos para México no en los próximos seis años, es una elección tan importante que vamos a decidir casi que queremos para el resto del siglo 21, vamos a decidir que queremos para nuestra vidas”.

Y apostilló: “Ustedes van a decidir quién quiere que les gobierne, revisen la historia de vida de cada quien y para quién quiere gobernar, si para ustedes o para las complicidades, si para ustedes o para todos. Si no queremos indignados no podemos tener excluidos, no podemos tener jóvenes que no tienen oportunidades.”

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