Lado B
Puebla salió con Sabina
Estuvimos ahí para ver, con éxito, el paso de su penúltimo tren
Por Lado B @ladobemx
26 de octubre, 2011
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Cuando se pudra el cielo, cuando silben las balas,
sabrás que dejo todo si tú me dices ven,
porque sigues contando conmigo por las malas,
por más que descarrile mi penúltimo tren.

JS.

Para mi hermano, Arturo.

Foto: EEF.

Mely Arellano

@melyarel

¿Les ha pasado que van a un concierto y saben que tiene que ser muy bueno, y tienen miedo de que no lo sea? A mí me pasó ayer.

Fui a ver a Joaquín Sabina, su penúltimo tren.

Pensar a Sabina es enfrentarse con la posibilidad del fracaso. Lo sabemos. Por eso nos gusta. Él no vende la idea del artista cool, es un tipo que también la ha hecho de idiota y, además, nunca le ha importado -ni le ha temido a- que lo sepamos.

Sabina lo mismo es galán que patético, mil veces abandonado y mil veces bendito. Lo único cierto, la única constante, es que ama a las mujeres, a todas.

Sin embargo falló en fallarme. Gracias. Fue un concierto que recorrió todas las facetas del “genio de Úbeda”: el melancólico, el cabrón, el agradecido, el pirata cojo, el enamorado, al que se le ha roto el corazón.

Era incluso conmovedor aprovechar los destellos de luz y mirar a los lados: a la izquierda dos señoras en sus sesentas, una no dejaba de aplaudir, a veces lo hacía incluso sin ritmo; a la derecha una pareja de cuarentones que no cantaban; abajo un señor con su hija de veintialgo que se sabían todas, arriba otra pareja quizás pegándole a los 30 (el chico con sombrero que nunca se quitó). Ahí estábamos todos: sonriendo por lo que sentimos y recordamos al cantar a Sabina, teniendo eso en común.

El Joaco consiguió hacernos sentir especiales, se reía y nos recitaba, bailaba tango y flamenco, nos hizo bromas, cantó a José Alfredo, recordó a Chabela Vargas, se ganó sus «te amo» y los clásicos «hazme un hijo».

Fue una noche que detuvo nuestras ocupaciones un par de horas para dejar de ser quienes somos, convertirnos sólo en espectadores y aceptar la invitación que Sabina nos hizo desde los primeros acordes:

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías…

Las que cantó

Virgen de la Amargura

Ganas de

Esta noche contigo

Medias Negras

Aves de Paso

Peor para el sol

Boulevar de los Sueños Rotos

La noche de mi mal, de José Alfredo

Llueve sobre mojado

Conductores suicidas

Yo quiero ser una chica Almodóvar

Y sin embargo te quiero

Peces de ciudad

La Magdalena

Todavía una canción de amor

19 y 500 noches

Tan joven y tan viejo

El pirata cojo

La rubia platino

Nos dieron las 10

Princesa

Contigo

Pastillas para no soñar

 

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Autor Lado B
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