• «No hemos caminado desde Trinidad para irnos con las manos vacías», aseguran

• La marcha de más de mil 500 indígenas llega a La Paz

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Lado B

“No hemos caminado desde Trinidad para irnos con las manos vacías”, aseguró el presidente de la subcentral del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Fernando Vargas, a la llegada de la marcha en la que más de mil 500 de indígenas bolivianos participan contra a construcción de una carretera que atraviesa dicho parque.

Bajo la consigna de “¡el TIPNIS no se toca!”, los manifestantes han acompañado su recorrido de más de dos meses desde Trinidad a La Paz, capital boliviana, a la espera que el presidente Evo Morales tenga un diálogo abierto con el grupo para la creación de una ley que impida la construcción de cualquier carretera por la zona.

Por su parte, el gobierno de Morales ha reiterado que “está abierto al diálogo”, así como dio la bienvenida en la municipalidad de La Paz a los marchantes y les ofreció albergue por tiempo indefinido.

Movilización organizada

A una semana  que iniciara -15 de agosto- la marcha contra de la construcción de la carretera que atravesaría el TIPNIS, varias organizaciones indígenas presentaron una plataforma de negociación de 16 puntos.

Dicha plataforma contempla la generación de una ley que “prohíba la construcción de carretera alguna por medio del TIPNIS”, así como se investigue el desalojo que llevó a cavo la policía el 25 de Septiembre, en el que el uso de la violencia fijó las miradas internacionales en Bolivia.

Docilidad del gobierno boliviano

Cabe recordar  que los comicios de este domingo reflejaron un voto de castigo al gobierno de Evo Morales, ya que seis de cada 9 personas anularon su voto y lo dejaron en blanco, situación que analistas políticos han considerado como una indicación que la sociedad de Bolivia ha enviado a su mandatario para decirle que “rectifique el camino”.

Y es que esta marcha que ha recorrido Bolivia, ha sido recibida en La Paz de manera muy positiva por los capitalinos, y cabe resaltar que por parte del gobierno la respuesta parece ser no hacer uso de la fuerza pública y mantenerse a la espera de iniciar el diálogo.