Hoy 2 de octubre, como el mismo día de cada año, leo la misma frase “NO SE OLVIDA”. Salvo por las familias de las víctimas, a todos los demás que repiten la trillada frase quisiera decirles que encuentro solo un atisbo de queja pero no un cambio de estrategia.
No debemos ignorar el pasado. Recordar lo triste de esta historia es honrar a mártires de una dictablanda (dictadura escondida tras una falsa democracia). Por desgracia, el silencio de la mayoría ha hecho que la impunidad sea la solución acostumbrada.
Y es que ella, la justicia, es la más violada en este país. Hay una profunda ceguera voluntaria en muchos de los que deberían impartir con equidad los castigos y defender los derechos.
Quisiera ver un encarcelamiento como el de Videla en Argentina, o el de Fujimori en Perú
o el de los muchos sentenciados en Chile. Pero si se hizo justicia en muchos de esos sucesos fue porque hubo autoridades que hicieron su trabajo sin importarles intereses oscuros de unos u otros. No encuentro esperanza próxima cuando veo más coincidencias negativas de los gobernantes del pasado con sus descendientes. Los patrones se repiten, ¿qué ha pasado con el 2 de octubre? Nada, como no pasa nada en la mayor parte de las veces que en México se profanan las garantías individuales.
¿Qué hacer?, ojalá hubiera una receta para hacer justicia con todos los que saquean, asesinan y profanan la integridad de los mexicanos. Me parece que antes que nada, es necesaria una comunidad consciente de que en su propio actuar está la primera solución.
Dejemos de consumirnos como seres humanos y produzcamos una sociedad que merezca justicia. Sé justo y haz justicia en tu propia casa, quizás así cuando tus hijos sean policías, burócratas, líderes sindicales, o cual sea la profesión que ejerzan, y se encuentren con la tentación de la incongruencia, se acuerden de que lo más obsceno que podemos hacer es engañarnos a nosotros mismos. Deshonrar nuestra propia integridad es hacer más profundo y más oscuro el hoyo en donde estamos sumergidos como país.
Mientras tanto el 2 de octubre está en el olvido, porque muy pocos construyen de manera justa su riqueza y su reputación.
*Ciudadano poblano por nacimiento, crecimiento y convicción. Mi profesión es la vinculación.