Foto tomada de jornada.unam.mx/

México, DF. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) presentó la mañana de este jueves a Carlos Oliva Castillo, «La Rana», jefe de Los Zetas en los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; quien fue detenido en una “operación de precisión”, y el cual es considerado el tercer hombre de importancia en esta organización, sólo debajo de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, y de Miguel Ángel Treviño Morales, El 40.

De acuerdo con la dependencia, Oliva Castillo fue quien le ordenó a Francisco Mejía Medina, «El Quemado», jefe operativo de Los Zetas en Nuevo León, que perpetrara el ataque en el Casino Royale el 25 de agosto pasado, en donde murieron 52 personas, informó La Jornada.

El coronel Ricardo Trevilla, vocero de la Sedena, dio a conocer que como parte del seguimiento que realiza la dependencia a las organizaciones delictivas en la Operación Regional “Escorpión”, los soldados ubicaron la casa de seguridad en la que se encontraba Oliva Castillo en la ciudad de Saltillo, quien fue capturado sin un solo disparo junto con Juan Carlos Garza Rodríguez, El Juanillo (su jefe de escoltas) e Irasema López Garza, quien fue presentada ante los medios de comunicación presentes en la sede de la Sedena como su compañera sentimental.

Trevilla añadió que en razón de la afectación que representaba para la organización delictiva la captura de su líder, los integrantes de éste “intentaron atraer a las tropas del Ejército” agrediendo a las fuerzas de seguridad en distintos puntos de Saltillo, con el objetivo de rescatarlo.

Sin embargo, “tras un cuidadoso traslado”, el presunto narcotraficante –de 37 años-, fue puesto a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) de la PGR, “sin daño alguno y respetando sus derechos humanos, con la finalidad de que responda ante la sociedad por sus actos delictivos”.

Al momento de su detención, Oliva Castillo tenía en su poder dos armas largas, dos cortas, cinco kilos de mariguana, dos vehículos (uno de ellos blindado) y diversos aparatos de comunicación y cómputo.

Mientras que en las acciones en las que los soldados repelieron los ataques para liberarlo, aseguraron cuatro armas de fuego, 40 cargadores, 583 cartuchos y cuatro vehículos que fueron puestos a disposición de las autoridades.

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