«La paz en la tierra depende de nuestra capacidad para asegurar el medio ambiente”, es uno de los legados que deja Wangari Maathai, bióloga keniana que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2004 y que dedicó su vida al cuidado del medio ambiente y a la defensa de los derechos humanos.
Wangari Maathai fue la primera a una mujer africana en recibir este reconocimiento, el cual este lunes ha sido recordado por organizaciones y personalidades de todo el mundo quienes la consideraron una «auténtica heroína africana» y «un icono del movimiento medioambiental».
Y es que este domingo falleció en Nairobi, víctima de cáncer de ovarios; por lo que deja un lugar vacío en la defensa de los derechos humanos y de su intensa lucha por lograr que el mundo fijara los ojos a la conservación del planeta.
En los años 60`s cursó estudios de Biología en Estados Unidos, así como más adelante viajó a Alemania para doctorarse en Anatomía Veterinaria. En los años 70´s fundó el Movimiento del Cinturón Verde, uno de los programas de más éxito de protección medioambiental, con el cual más de 30 millones de árboles en África fueron plantados.
Asimismo, su lucha contra el régimen autoritario de Daniel Arap Moi, en Kenia, para salvar el bosque de Karura y contra la construcción de un rascacielos en el céntrico parque capitalino de Uhuru, forman parte de los estandartes que la activista y la reconocida como «heroína keniana», le valieron el reconocimiento que la academia sueca le otorgó en 2004.
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