Nueva York. El nombre de cinco mexicanos que fallecieron en los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos fue incluido en el memorial para las víctimas, inaugurado el domingo en Nueva York.

Entre los mexicanos incluidos están tres poblanos: Antonio Meléndez, Antonio Javier Alvarez y Leobardo López Pascual. Además, en el evento, el gobernador Rafael Moreno Valle participó a través de un mensaje grabado expresando que “es fundamental aprender las lecciones de la historia para que ésta no se vuelva a repetir”, y que por encima de las diferencias debe estar la paz y la prosperidad de las comunidades.

Poblanos que fallecieron el 11-S

1- Alicia Acevedo Carranza

2.- Antonio Javier Álvarez

3.- Leobardo López Pascual

4.-Victor Antonio Martínez Pastrana

5.-Antonio Meléndez

6.-Juan Romero Orozco

7.- Max Gómez

Las víctimas poblanas del 9/11

Esa mañana del 11 de septiembre del 2001, Camilo Maceda, un mixteco poblano radicado en Nueva York  concedió una entrevista a una televisora francesa, “y eso que yo no sé hablar francés”.

Como pudo, trató de explicar lo que había ocurrido con los dos edificios emblemáticos de la urbe de hierro, de la gran manzana, de la zona cero donde se dijo que unos 300 mexicanos, la mayoría poblanos estaban desaparecidos.

No fue así, a la postre 15 personas, siete de ellos de origen poblano, nunca aparecieron entre los escombros, mientras la sede de Casa Puebla en Nueva York se convertía en un improvisado set para 11 televisoras de distintas partes del mundo, que, ante la cercanía a la zona de la desgracia montaron sus oficinas con un conjunto de enviados especiales.

“Fuimos la conexión más directa”, dice a diez años Maceda como parafraseando el slogan de una telefónica, al recordar que también en Casa Puebla desfilaron 938 voluntarios, incluidos los famosos “Topos”.

Pero a diez años también existen otras víctimas del 11 de septiembre.

El día del derrumbe

La expresión de Marcos Tenorio Hernández fue de tristeza y desolación cuando observó que el sueño se derrumbó y no sólo una, sino dos veces, como para que no quedara duda.

Su dolor se resumió en resignación: «chin, ya no voy ir a Nueva York… se me fue mi oportunidad», suspiró y se lamentó.

Muy pocos han visto al indígena Marcos con un entrañable sentimiento de dolor.

El 11 de septiembre mientras unos lloraron por sus muertos en las torres gemelas de Nueva York, Marcos enmudeció y se entristeció por los suyos, por los indígenas que a diario sufren, los que, en circunstancias diferentes, también mueren impunemente.

Y es que Marcos Tenorio Hernández iría a la Cumbre Mundial de Niños y Jóvenes Indígenas a Nueva York a celebrarse del 13 al 15 de septiembre del 2001.

El totonaco poblano de 16 años, Marcos, realizaría lo que para cualquier indígena es casi imposible: viajar en el avión presidencial con el Presidente de la República Vicente Fox rumbo a la gran urbe, rumbo a Nueva York.

Marcos demostraría que a veces, los más pobres de los pobres, los indígenas de México, pueden volver su sueño realidad.

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Aquí la historia de Leobardo López narrada por Televisa.