• El Tribunal Supremo de EU rechaza apelación para aplazar su ejecución

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Lado B

Uno de los casos más polémicos en los últimos diez años en Estados Unidos, hoy vio una resolución que dejó conforme a una de las partes, a los familiares del policía Marck MacPhail, y ha generado una revuelta sobre la aplicación de la pena de muerte.

Luego del aplazamiento en varias ocasiones de la pena de muerte de Troy Davis, afroamericano detenido en 1989 por el asesinato de un policía de raza blanca de 22 años que acudió a socorrer a un vagabundo que estaba siendo apaleado por otros mendigos que intentaban robarle una cerveza, hoy se llevó a cabo la ejecución mediante la aplicación de la inyección letal en una penitenciaria de Jackson, Georgia.

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Cuatro horas después de la hora prevista, Troy Davis falleció a las 23:08 hora local, luego que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazara una apelación “in extremis” de sus abogados.

Y es que el caso de Troy Davis destaca ya que durante el juicio no se pudo presentar el arma homicida con la que asesino al policía,  ya que nunca fue encontrada ni se aportaron pruebas de ADN a las investigaciones; situación que condenó a Davis en 1991 a morir.

Del caso también destaca que 7 de los nueve testigos en su contra en el juicio, se retractaron posteriormente; situación que no fue tomado por las autoridades de Georgia para considerar nuevamente el caso, indicaron sus abogados defensores. Asimismo, su condena y ejecución  ha reabierto el debate en torno a la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos, ya que personalidades como el papa Benedicto XVI o el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, exhoratron a las autoridades a reconsiderar el caso.