“Esto no es lucha de clases, son matemáticas», aseveró el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al presentar este lunes su plan para reducir el déficit público para los próximos 10 años.
El programa propone un ahorro de unos 4.4 billones de dólares, de los cuales uno ya estaba incluido en la agenda y los tres restantes se contemplan mediante dos mecanismos: la mitad a base de recortes del gasto y la otra mitad con nuevos impuestos.
Para que esta propuesta se aprobada, 12 congresistas deberán avalarla antes del mes de diciembre; sin embargo al parecer el escenario parece difícil para Obama, ya que ha levantado comentarios referentes a que este impuesto generaría una “lucha de clases”.
«Washington tiene que dejar de vivir por encima de sus posibilidades «, indicó el mandatario estadounidense. Y agregó: «o subimos los impuestos a quienes más tienen o recortamos el gasto sanitario a los ancianos».
Ante la propuesta presentada este lunes por el mandatario estadounidense, los republicanos han anunciado que no aceptarán ninguna propuesta que incluya más presión fiscal, a lo que la Casa Blanca respondió que no aceptará recortes en la Sanidad Pública si no vienen acompañados por subidas de impuestos.
Y es que la postura de Barack Obama es tributar más a quienes más tienen a partir de 2013 y sus planes incluyen subidas de impuestos por valor de algo más de un millón de euros. De acuerdo con información publicada en El País: “la mitad aspira a Obama a recaudarlos eliminando las rebajas fiscales que aprobó Bush para las rentas más altas y la otra mitad a base de gravar los jets privados y las donaciones y de subir los impuestos a los estadounidenses cuyos ingresos anuales superan el millón de dólares”.