El pasado 25 de agosto el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emitió un comunicado de prensa que difundió el gobierno estatal por correo electrónico mediante el cual se dio a conocer que el proyecto Viaducto Ignacio Zaragoza contaba con su autorización, luego de que se hicieron las adecuaciones pertinentes. Ahora resulta que la Secretaría de Infraestructura no tiene el proyecto completo, entonces ¿qué fue lo que aprobó el INAH si quienes van a hacer la obra no saben exactamente lo que harán?

El INAH dio a conocer que se revisó el proyecto del viaducto en cuestión; entonces las autoridades de gobierno del estado y las del INAH necesitan aclarar a la sociedad si el gobierno presentó un proyecto que luego se modificó, o si los directivos del INAH dieron su aval sin contar con el proyecto completo.

Los funcionarios de la  Secretaría de Infraestructura aseguran que no tienen el proyecto al 100 por ciento, pues bien, entonces surge otra pregunta ¿entregan obras a empresas privadas para realizar un proyecto pagado con dinero del erario y no lo conocen al 100 por ciento?, es decir: ¿entregan un proyecto que no saben “al cien por ciento” cómo se realizará?

Cuando parecía que el gobierno de Rafael Moreno Valle había zanjado un problema con la construcción de la megaobra, resulta que el proyecto no está concluido, aunque sí promete entregar la obra antes del 5 de de mayo de 2012 y asegura que la transformación de Puebla sigue un proceso bien planeado.

Por otra parte, resulta triste y lamentable la actitud de opacidad de los directivos del INAH, ¿no sería más fácil salir y explicar públicamente las condiciones bajo las que otorgaron los permisos?, o quizá no salen porque no pueden dar una explicación lógica y legal. Ya veremos, seguimos pendientes.

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