Arturo Contreras Camero | Pie de Página

“A mí nadie me ha venido a ver, ni siquiera Protección Civil”, dice Soledad, sentada en el terreno de lo que solía ser su casa en una de las zonas rurales de Xochimilco. Ahora, con el cielo por techo y rodeada de tabiques apilados, que alguna vez fueron muros, no tiene idea de cómo hacer para recuperar su casa.

Ella es una de los cientos de damnificados del sismo del 19 de septiembre pasado que comparten la misma incertidumbre. Cinco meses han pasado desde el terremoto y el gobierno no ha logrado dar una respuesta contundente al respecto.

En este tiempo, las autoridades ni siquiera han logrado hacer un censo completo de los daños que causó el movimiento telúrico. ‘Estamos rebasados por la emergencia’, dicen todavía.

Como respuesta, Olivia Domínguez, una maestra de la Escuela Nacional de Antropología e Historia que perdió su departamento en la colonia Narvarte, organizó a unos cuantos de sus estudiantes para levantar un censo de afectaciones. El esfuerzo ha sido tan tenaz y efectivo que los resultados han sido retomados por el gobierno.

El censo de Olivia ha sido crucial, sin él, miles de personas no aparecerían en la Plataforma Ciudad de México, un mapa en el que es necesario aparecer para ser sujeto a cualquier apoyo gubernamental.

Aunque estos, los apoyos, no hayan servido de mucho. Rodolfo, un mototaxista de la Colonia del Mar, en la delegación Tláhuac, es muestra de ello. Fue uno de los pocos seleccionados en la ciudad para recibir fondos federales para la reconstrucción. Le dieron dos tarjetas bancarias que supuestamente tenían 12 mil pesos. Cuando intentó usarlas, la transferencia no fue aceptada.

Como estas historias hay muchas otras, las historias de los ciudadanos que ante el olvido de las autoridades han tenido que alzar la voz para dejar las calles, en las que han estado viviendo.

Este trabajo forma parte del proyecto Pie de Página, realizado por la Red de Periodistas de a Pie. Conoce más del proyecto aquí: http://www.piedepagina.mx