Lado B
La Región Salvaje, una nueva oportunidad para el cine de género en México
Se trata de una película que debe verse casi por obligación. Es un ensayo fílmico que arriesga y propone, que gana y no teme
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
08 de febrero, 2018
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Héctor Jesús Cristino Lucas

Con películas como Somos lo que hay (2010) de Jorge Michael Grau o documentales del tipo Alucardos (2011) de Ulises Guzmán, ya se estaba gestando lo que muchos críticos denominarían como “la nueva oportunidad para el cine de género”, es decir, para el cine de terror en nuestro país.

Sin embargo, no fue sino hasta la creación de la película antológica México Bárbaro a cargo de Lex Ortega en el 2014, que el proyecto se hizo oficial, dando rienda suelta a variopintos filmes que desde entonces no nos han dejado de llegar.

Esos creadores conformarían el ahora llamado SDT (Sindicato del Terror) y se volvieron los principales representantes del género en México.

Películas de Scifi/Horror como El Incidente (2014), Los Parecidos (2015) -de Isaac Ezban- Histeria (2016) -de Carlos Meléndez- o Atroz (2015) -de Lex Ortega- se convirtieron rápidamente en cintas de culto y fueron galardonadas en otros países aunque son bastante desconocidas en México.

Afortunadamente, eso hizo que algunos directores que poco o nada tenían que ver con el género, incursionaran en él para demostrar que el horror, ese género tan subestimado por la Academia y la crítica especializada, no sólo era importante, sino también indispensable a la hora de representar a un país entero como lo vimos en el 2017 con Issa López y su fantástica Vuelven.

Así pues, en el 2018 nos llega un nuevo film de este tipo: La Región Salvaje.

Mucho se ha hablado de ella y sobre el escándalo que ha estado ocasionando que Cinemex se hubiera negado a proyectarla en sus salas, supuestamente porque no había suficiente espacio para su película debido a la cantidad de otros estrenos que estarían llegando en esta misma temporada.  

Vale la pena resaltar el enorme problema que hay en nuestro país en cuanto a la distribución no sólo dentro del cine de género, sino en general, pues las cadenas más grandes no suelen darle oportunidad al cine realizado en el país, al menos no al cine ‘no comercial’.  

A todo esto sumemos el desprestigio que mediante la censura suelen darle a los filmes de género. Por ejemplo, en 2016 tuvimos una vaga noticia del polémico estreno de una película mexicana en el Festival de Sitges, cuyo rechazo y repudio entre los espectadores -de hecho, El País publicó que rompió el récord absoluto de huidas en salas de Sitges- le valió el estatus de una Torture Porn incomprendida.

Esta cinta fue la surrealista opera prima de Emiliano Rocha Tenemos la Carne que se criticó en su momento como “una obscenidad sin sentido” o “una morbosidad millennial” y fue por esa dura crítica que pasó prácticamente desapercibida en México.  

Algo similar a lo ocurrido con Tenemos la carne pasó con La Región Salvaje, que se enfrenta en estos momentos al rechazo y a la escasa exhibición. De hecho, esta película tardó casi dos años en llegar a nuestro propio país, ya que primero tuvo que enfrentarse a una serie de problemas que son ya el pan de cada día en cuanto a estrenos nacionales.

Hablar de la más reciente película de Amat Escalante es prácticamente una delicia; un soplo de aire fresco ante las ya cansinas producciones mexicanas que ofrecen mucho pero que no proponen.

Estamos frente a un cine arriesgado que, al menos en México, es raro de encontrar. Un cine que expone mediante la violencia, el horror y la ciencia ficción -porque sí, La Región Salvaje contiene todos estos elementos y más- una imponente crítica social y una radiografía tan realista de nuestro México que es de alabarse.

Amat Escalante nos demuestra que pese a la censura y la injusta represión que ha tenido con su última película, el género fantástico es irónicamente el mejor a la hora de tratar temas tan delicados e importantes. Guillermo Del Toro con su The Shape Of Water fue capaz de crear una fábula perfecta acerca de la intolerancia que sufren ciertos sectores marginados de la sociedad. La Región Salvaje, en cambio, es una historia que mediante surrealismo, misterio y ciencia ficción expone la violencia entre especies o razas, a través del rubro más elemental de la naturaleza: el sexo.

A través de un guión de corte más contemplativo, por momentos recordándonos en estilo al The Shining de Kubrick, Escalante es capaz de recorrer la diversidad sexual con personajes típicos, como un matrimonio joven aparentemente normal o un personaje con homosexualidad reprimida.

Lo mejor es que aquí no hay tapujo alguno, y las escenas son tan explícitas que pueden llegar incluso a incomodar. Pero he ahí la fuerza, la maestría del guión. Esto no es gratuito, la razón para mostrarlo de esta manera es para hacer un interesante juego con el espectador y demostrar qué tan intolerables somos.  

Algunos han llamado a La Región Salvaje como una película sin sentido, más ligada a la pornografía que a otra cosa. Pero Escalante no hace más que un interesante ensayo de los tabúes sexuales que aún persisten en la sociedad, más propiamente mexicana, y cómo aún hoy en día la intolerancia, que deriva casi siempre a la violencia, logra afectarnos sin que nos demos cuenta.

La Región Salvaje cuestiona al individuo, a sus prejuicios y tabúes y se plantea mediante el horror y la sexualidad explícita, innumerables problemáticas sociales que siguen más vigentes que nunca.

Lo mejor es que también se codea con algunos referentes de la ciencia ficción para lograrlo, porque dentro de sus interesantes personajes existe uno, bastante ambiguo y alienado que logra ejercer como el eje principal. Este personaje está compuesto de elementos o símbolos tanto masculinos como femeninos -es decir, tanto falos como vaginas- muy parecidos a los diseños que H. R. Giger logra implantar a sus criaturas del estilo Xenomorfo en Alien, compuesto también por partes humanas.

De hecho, entre su drama, la insatisfacción sexual y la ambigüedad Scifi con criaturas anómalas que ejercen como crítica social, parece rendir homenaje a una curiosa cinta de horror francesa dirigida por Andrzej Zulawski y protagonizada por dos grandes Isabelle Adjani y Sam Neill en 1981: Possession.

La Región Salvaje debe verse casi por obligación. Es un ensayo fílmico que arriesga y propone. Que gana y no teme.

Escalante le devuelve la normalidad que nosotros le quitamos a lo sexual y nos hace vernos como una especie más en el universo regida por condiciones que no deberíamos ni siquiera cuestionar. Esta película es una de las mejores para demostrar que este tipo de filmes suelen ser más importantes y mucho mejor logrados que otros para hablar de estos temas.

Sinopsis:

Alejandra es una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos, junto a su marido Ángel, en una pequeña ciudad de México. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas son alteradas con la llegada de Verónica. El sexo y el amor son frágiles en ciertas regiones donde existen los valores familiares, y donde la hipocresía, la homofobia, y el machismo son fuertes. Verónica les convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo misterioso que es la respuesta a todos sus problemas. Es algo a cuyo poder no se pueden resistir.

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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