Lado B
Godzilla: Planet of the monsters, el legado del Kaiju
Godzilla: Planet of the Monster es una de esas películas que cumplen con su género y destacan de maravilla ofreciéndonos todo lo que queríamos buscar: acción, drama, ciencia ficción y crítica social. Sin embargo, tenemos que aceptar que tampoco es la obra perfecta...
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
01 de febrero, 2018
Comparte
Héctor Jesús Cristino Lucas

Luego del decepcionante remake americanizado de Godzilla a cargo de Roland Emmerich en 1998, Japón se sintió un tanto… ofendido. Estados Unidos le causó desprestigio a uno de sus más grandes íconos, así que cada vez que  EU decidiera (otra vez), echar a perder al famoso rey de los monstruos con alguna película, los japoneses responderían con otra aún mucho mejor pero hecha en su país.

En éste caso, y luego del gran fiasco desencadenado por Emmerich, aparecería Godizlla 2000 de Takao Okawara, que no sólo se convertiría en la vigésima película de la saga sino también en uno de los mejores regresos del Kaiju ahora en nuestro siglo.  

Posterior a la entrega de Okawara, continuaron los filmes que pronto serían denominados Millenium: Godizlla vs Megaguirus, Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out, entre otros. como un nuevo y mejorado reinicio de la saga, y desde su culminación en 2004 con Godzilla: Final Wars dejamos de tener al rey de los monstruos en las salas de cine… o al menos no desde este lado del charco.

Eso cambió en 2014, cuando se le encomendó al británico Gareth Edwards dirigir el nuevo reboot del famoso Kaiju. Tuvo sus cosillas buenas: efectos, un guión medianamente aceptable, ¿Bryan Cranston?… con lo que lograron reivindicar por fin al personaje en América.

Sin embargo Japón no iba a quedarse de brazos cruzados y en 2016 nos trajo una nueva respuesta: Shin Godzilla, la trigésima primera entrega de la franquicia de la casa Toho.

De hecho, esta productora -de donde pertenecen las cintas de Akira Kurosawa y gran parte del cine de monstruos gigantes- ha intentado realzar al personaje con un tono más patriótico, “más nipón”. Shin Godzilla es un ejemplo clarísimo de amor al personaje, ya que se rinde tributo a sí misma y demuestra al mundo quién es el verdadero dueño absoluto del Kaiju.  

Después de la aceptable recepción que obtuvo el Godzilla de Gareth Edwards -y también del Kong: Skull Island (2017) de Jordan Vogt Roberts- se anunció la creación del renombrado MonsterVerse, un proyecto distribuido por la Warner Bros cuyo único propósito radica en traer a los míticos titanes del cine nipón y verlos luchar nuevamente en pantalla.

El escándalo fue abrumador, sobre todo porque se anunció que la siguiente película en estrenarse sería Godzilla: King of The Monsters (2019) y gracias a que la Legendary Entertainment adquiriera los derechos de varios personajes de la Toho, volveríamos a ver caras conocidas como Mothra, Rodan y King Ghidorah.

Sin embargo, Japón no se ha deslindado de su famoso Kaiju y fue desde la misma Toho que se planeó crear una nueva saga del mítico personaje.

Así, y con Netflix como plataforma de estreno, nos llega Planet of the Monsters de Hiroyuki Seshita y Kobun Shizuno, la primera parte de una serie de películas anime en formato CGI (Imagen Generada por Computadora) que nos contarán una historia alternativa a todo lo que ya habíamos visto antes sobre Godzilla.

Lo más sorprendente es que esta nueva entrega no sólo sobrepasó las expectativas de los más fanáticos sino también de la crítica, alcanzando un respetable estatus como una extraña joya moderna que no está de más darle un vistazo.

Godzilla: Planet of the Monster logra cambiar el ya típico contexto de las urbes niponas siendo destruidas por un monstruo gigante y nos trae una versión aún más oscura y trágica de la mítica criatura.

El guión de Gen Urobuchi -conocido escritor y guionista de anime japonés- logra impregnarle un interesante aire fresco a la franquicia con nuevos conceptos derivados de otro tipo de ciencia ficción: ya sea dentro de la literatura como en Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, o en el cine, como en las famosas historias espaciales al estilo George Lucas, y lo que es mejor, aun conservando su importante halo reflexivo y contestatario que mantenían los primeros filmes.

En esta ocasión, la historia nos centra en un futuro post apocalíptico donde la humanidad ha tenido que huir del planeta luego de un repentino y letal brote de Kaijus. La película básicamente te hace recordar por qué debes temerle a Godzilla, ya que es el máximo miedo al ingenio y egoísmo humano.

Lejos de que esta entrega intente emular a otras películas tanto americanas como niponas dentro del universo Godzilla, logra con excelentes resultados una huella distinta dentro de un formato poco aceptado por la crítica profesional.

El cambio total que ha sufrido la obra desde 1954 -en un principio, un filme de horror/Scifi con maquetas y botargas- hasta este estilo narrativo -un anime Scifi- transforman a la franquicia en un poderoso legado más acorde para la actualidad.

El anime y Godzilla encajan a la perfección, no existe disputa entre ambos formatos y es gracias a esta interesante historia que resulta posible jugar con más elementos y tomársela más en serio.  

Godzilla: Planet of the Monster es una de esas películas que cumplen con su género y destacan de maravilla ofreciéndonos todo lo que queríamos buscar: acción, drama, ciencia ficción y crítica social. Sin embargo, tenemos que aceptar que tampoco es la obra perfecta y tiene una larga lista de defectos que muchas veces son cometidos en este tipo de historias.

Los personajes, por ejemplo, son poco desarrollados y ninguno destaca por sobre el resto. Eso incluye al protagonista, que luego de ver su predecible y mega cliché trasfondo, pasará completamente desapercibido. De hecho, la mayoría de los personajes carecen de gran profundidad e importancia como para recordarlos.

El tema de la animación también representa un problema. Aunque existe un gran progreso en este formato de animaciones generadas por computadora, como ya lo hablamos anteriormente con Gantz: O, Godzilla: Planet of the Monster no representa ningún avance visual.

Algunas escenas y personajes funcionan en calidad de diseño, incluido al mítico Kaiju, pero en general es un desastre, sobre todo en el tema de la acción. La agilidad de personajes y la transición de sucesos resultan bastante tropezadas. Mantiene esa rígida y molesta animación en 2D que aunque pasa a un segundo plano, vaya que se nota muchísimo cuando debe haber expresión y fluidez.

En pocas palabras la película representa un aire fresco sólo y exclusivamente para la franquicia, pero un posible retroceso en calidad visual. Seamos honestos, tampoco es que Godzilla: Planet of the Monster haya revolucionado a la ciencia ficción.

No es la joya animada ni mucho menos, pero sí que puede cumplir con las expectativas de la mayoría ya que lo que promete es justo lo que da: Un épico enfrentamiento, y claro, un contexto desolador que lejos de ser sólo el trasfondo, en realidad se trata del único personaje bien desarrollado.

Esta nueva película es un post apocalíptico festín de miedo y destrucción en su máxima potencia y una grata inspiración a la ciencia ficción tanto clásica como moderna, vista a través de un interesante escenario alternativo -parecido al Pacific Rim de Guillermo Del Toro- donde la humanidad debe enfrentarse a una amenaza superior con todo lo que tiene.

Lo que sí es seguro, es que estamos frente a una muestra clara de que combinar ciertos formatos puede ser la respuesta para atraer a otro tipo de público. En este caso, el anime ayudó  convertir de esta franquicia ya sobreexplotada por occidente en más que simples películas de monstruos. La hizo resaltar como se lo merece. En el casi eterno legado del Kaiju.

Sinopsis:

En un futuro los Kaijus lograrán conquistar la Tierra. La humanidad deberá dejar el que fuera su hogar durante mucho tiempo para mudarse a otro planeta que por desgracia no podrá albergarlos. Su única esperanza de sobrevivir es volver a la Tierra y vencer a Godzilla. Sin embargo, tras su regreso habrán pasado 20.000 años de dominio Kaiju, por lo que la humanidad deberá enfrentarse a lo peor.”

Comparte
Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
Suscripcion