Lado B
El discurso oculto de la Ley de Biodiversidad es la privatización: académico
Realizan en la Ibero “El otro espacio público: Anti-foro, desenmascaremos el discurso” sobre algunos de los temas más relevantes a nivel nacional  
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
11 de febrero, 2018
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Los discursos oficiales sobre temas estrechamente vinculados con los derechos humanos distan mucho de la realidad que se vive en el país, y sobre todo son discursos que transcurren en foros alejados de la sociedad, las organizaciones y las comunidades que son quienes padecen las consecuencias de las decisiones que se toman.

Hablar de lo otro es hablar desde la independencia y la participación popular y de los pueblos, en ese contexto la Ibero Puebla organizó “El otro espacio público: Anti-foro, desenmascaremos el discurso”, con la participación de académicos e investigadores que abordaron algunos de los temas más relevantes a nivel nacional.

En el tema de biodiversidad el investigador Eduardo Morales explicó las implicaciones de la Ley General de Biodiversidad, aprobada hace unas semanas. Esta nueva ley se da en el marco de la agudización de la acumulación del capital, dijo Morales, ligado a un proceso de despojo con privatización, deuda y proyectos extractivos.

La Ley de Biodiversidad no reconoce los derechos de las personas ni los pueblos originarios en relación con la biodiversidad, además deja la puerta abierta a la ambigüedad de la propiedad de la flora y fauna.

“Si bien además la ley reconoce a propietarios, reconoce que la posesión puede establecerse a través de contrato y renta. Entonces, establece la posibilidad que sociedad mercantiles pueden tener posesión de la biodiversidad: es un proceso de privatización de la biodiversidad”, dijo el académico.

La iniciativa realizada por la senadora Ninfa Salinas no toma en cuenta la vinculación de los pueblos originarios con el derecho a la tierra y el territorio, que también está relacionado con la espiritualidad y la preservación de la cultura.

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Por su parte, Lilia Vélez y Eliel Sánchez hablaron de la “otra” seguridad, abordando la polémica Ley de Seguridad Interior.

Sánchez dijo que esta legislación se apoya en la ley de seguridad nacional, que fue pensada para prevenir y eliminar amenazas a la integridad de la nación, y de esta manera equipara las amenazas a la seguridad nacional con la interior. Básicamente la ley dice que al interior del país existen situaciones equiparables al terrorismo.

Vélez dijo que mientras mayor ha sido la presencia militar en las calles más grande ha sido la violencia en el país, con un incremento exponencial de los homicidios dolosos, de acuerdo con datos oficiales.

En el tema de igualdad de género Ana Jetzi Flores, investigadora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ. (IDHIE), abordó la participación de Marichuy como aspirante a candidata a la presidencia y consideró que su presencia visibiliza la violencia política por razones de género que sufren todavía las mujeres en México.

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Ana Jetzi Flores dijo que la vida política está configurada desde una lógica patriarcal, pues aunque en teoría la igualdad de género se tradujo en la participación política y la toma de decisiones, no se concretó sólo con el derecho al voto.

Hoy en día todavía pocas mujeres son electas a cargos de elección popular. En el IDHIE hicieron una investigación en la cual compararon datos de la presencia de mujeres en distintos cargos. En Puebla en 2005 sólo 17% de quienes integraban el Congreso era mujer, porcentaje que para este año llegó al 30%, todavía debajo de la meta nacional de 40% de representatividad.

Para las alcaldías la cifra también es menor que la nacional: en 2006 sólo 1.8% de quienes encabezaban Ayuntamientos en todo Puebla era mujer, y a nivel país alcanzó apenas 3.5%. Y aunque para 2016 las cifras aumentaron siguen siendo sumamente bajas: sólo 6.5% de las alcaldías fueron ocupadas por mujeres y en todo México 14.4%.

La violencia de género en Puebla no sólo se ve en el ámbito político sino en general: el año pasado Puebla ocupó tercer lugar a nivel nacional en cuanto a violencia contra las mujeres, lo que demuestra que los mecanismos para garantizar la integridad y seguridad no está funcionando.

Sin embargo, la participación y figura de Marichuy, María de Jesús Patricio, es uno de los avances que ha habido para las mujeres y la participación política. “No estamos seguras que en pocos años se alcance la paridad pero ha habido avances importantes”, concluyó la investigadora de la Ibero.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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