Aranzazú Ayala | Carla de la Hidalga | Mely Arellano

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Pese a las movilizaciones de la sociedad civil y la solicitud para emitir la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), en 2016 se cometió en promedio un feminicidio a la semana en el estado de Puebla, y así ha sido desde 2013.

La cifra se obtiene del análisis realizado por LADO B a la base de datos pública del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), que contiene el registro hemerográfico de los casos.

En 2016 la organización contó 82 casos, de lo cuales descartamos 14 porque en la revisión hemerográfica no encontramos en ellos las características de feminicidio -lo cual de ninguna manera significa que no lo sean o, sobre todo, que no se deban investigar como tales por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE)-, con lo que nos quedaron un total de 68.

Perfil de las víctimas

De las 68 víctimas poco más de la mitad (57.4%) eran mujeres de entre 21 y 40 años, un patrón que se repite desde que se tipificó el delito de feminicidio, pues de 2013 a 2015 el 56.5% de las mujeres asesinadas tenía esa edad.

En general, los perfiles de las víctimas de feminicidio en el estado son los mismos desde el periodo antes referido o presentan apenas ligeras variables.

Por ejemplo en cuanto al número de víctimas reconocidas (es decir, las que no quedaron en calidad de “desconocidas”), de 2013 a 2015 fue el 76.5%, mientras que en 2016 fue el 88%. Y aunque cada vez hay menos víctimas anónimas, esto no se ha traducido a una mayor impartición de justicia.

Una de las causales de feminicidio es la exposición o exhibición en un lugar público del cuerpo de la víctima, se trata de una característica presente en más de la mitad de los casos: en el 48% de los asesinatos cometidos en 2016 y en el 63.1% de los registrados de 2013 a 2015.

En cuanto a la incidencia en el estado, aunque Puebla es el municipio que registra más casos, no es el que presenta una mayor tasa.

San Pedro Yeloixtlahuaca tiene una tasa de 30.1 feminicidios por cada cien mil habitantes. Le sigue Coxcatlán, con 24.4, donde se cometieron cinco feminicidios. Después está Tlaxco, con una tasa de 18.7 y Tecomatlán, de 18.3. En quinto lugar queda Cañada Morelos, con 15.6, y Hermenegildo Galeana, con 13.1.

De los 35 municipios donde fueron hallados los cuerpos de las víctimas, los lugares con las tasas más bajas son Atlixco, Amozoc Cuautlancingo, Tehuacán y Puebla, con 0.7, 0.8, 0.8, 0.9 y 1, respectivamente.

Asesinadas por sus parejas

El grupo de edad con más víctimas fue el de entre 21 y 30 años, con 24 víctimas (35%), seguido del grupo de entre 31 y 40 años de edad (22.1%, es decir 15 víctimas).

Pese a que de 48 mujeres se desconoce su ocupación, de quienes sí se sabe 7 eran empleadas, 6 trabajadoras independientes, 3 profesionistas, 2 estudiantes y 2 trabajadoras sexuales.

Poco se sabe también sobre el último espacio donde fueron vistas, en el 72% de los casos se desconoce. Sin embargo, de quienes sí se conoce, 15 estaban en sus domicilios particulares y sólo cuatro en algún lugar público. En general hubo pocos reportes de no localización o desaparición antes de los asesinatos; sólo en 10 casos, que representan 14.7%.

Otro dato que desde 2013 se mantiene sin muchos cambios es la relación del victimario con la víctima: en el 33.3%, equivalente a 23 casos, el crimen fue cometido por la pareja sentimental.

De todas las víctimas, cuatro estaban embarazadas al momento de su asesinato.

El mensaje: impunidad

Basándonos exclusivamente en los registros hemerográficos, es decir la revisión de notas publicadas sobre los casos analizados, se concluye que el mensaje enviado es:  impunidad.

En primer lugar, aunque el fiscal Víctor Carrancá ha reconocido oficialmente 59 feminicidios en 2016, sólo 8 han sido difundidos en sus comunicados oficiales, y otros 13 han sido boletinados como homicidios. Esto es, la Fiscalía sólo se refirió al 35% de los casos que reconoce.

Y aunque, de acuerdo con las notas publicadas, en casi la mitad de los casos se identificó al victimario (34 de los 68), sólo en 22 casos lo atraparon (uno de los asesinos se suicidó), o sea que en el 47.8% no se atrapó a nadie.

Las causales

Para que un asesinato sea reconocido como feminicidio deben cumplirse las causales de tipo penal establecidas en la Ley. Una de ellas es que el cuerpo de la víctima sea expuesto en un lugar público, una característica que encontramos en 49.3% de los casos.

También hallamos que 3% padecieron celos extremos de sus parejas, 14.8% sufrieron lesiones infamantes, 5.4% violencia sexual y 4.6% violencia previa en la pareja.