Lado B
Los feudos, freno efectivo para el desarrollo de instituciones educativas
Lo ideal es que todos los integrantes de una organización empujen o jalen o se muevan en la misma dirección
Por Lado B @ladobemx
07 de septiembre, 2017
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Dr. José Guadalupe Sánchez Aviña

Dentro de la sociología, encargada de lograr aproximaciones a la comprensión de la que sucede en nuestras sociedades, es difícil encontrar hoy quienes utilizan precisamente la categoría de “sociedad” para realizar sus análisis; no se utiliza pues resulta esquiva, imprecisa y ambigua, ocultando aspectos que son fundamentales de los procesos sociales generados por la interacción humana, una alternativa a esta situación, ha sido el utilizar al “grupo” como categoría de análisis, ganando precisión con ello.

De la misma forma, cuando se habla de una Institución Educativa, como cualquier otra organización, resulta difícil sostener afirmaciones fundadas desde “la institución”, tal vez se pueda hacer con lo esencial que las define, pero no mucho más allá. Aquí también es particularmente pertinente utilizar la categoría de grupo, entendida aquí como personas que se aglutinan en torno a un objetivo común, sea que coincida o no con los institucionales.

[pull_quote_right]Entre los síntomas de esta situación en grupos específicos, están las prácticas endogámicas, el apego radical a la forma en que se han venido haciendo las cosas, rechazo de presencias amenazantes a su estatus, y por supuesto, protagonismos impositivos que buscan la obediencia sin cuestionamiento[/pull_quote_right]

Quienes saben de organizaciones y esas cosas, dicen que lo ideal es que todos, todos los integrantes de una organización empujen o jalen o se muevan en la misma dirección, que todos, compartan los objetivos de la Institución; suena bien, sin embargo, pareciera “natural” encontrar dentro de las Instituciones, manifestaciones que más tienen que ver con intereses y proyectos personales, que prevalecen por encima de los Institucionales o se encumbren en ellos. ¿Es natural? No lo sé, lo que sí sé es que dificultan de manera importante el desarrollo de las Instituciones.

Reaccionando desde lo gregario de la condición animal del Ser humano, cuando se percibe amenaza, exista o no, el individuo se aglutina y busca en el número su protección; esta condición es aun peor que la anterior de grupo, pues no aparece ni siquiera el sentido de identidad o pertenencia a grupos específicos, solo se actúa de manera instintiva.

Entre los síntomas de esta situación en grupos específicos, están las prácticas endogámicas, el apego radical a la forma en que se han venido haciendo las cosas, rechazo de presencias amenazantes a su estatus, y por supuesto, protagonismos impositivos que buscan la obediencia sin cuestionamiento; prácticas encubiertas en discursos de liderazgo y de colegialidad.

Los motivos de estas prácticas pueden ser diversas, ya nos daremos a la tarea de ir comentando algunas de ellas que desde la perspectiva de quien escribe, están presentes por lo menos en el contexto de la situación que nos compartió el amigo de un compadre que es sociólogo.

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El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

Sus comentarios son bienvenidos

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