Daniel Cenobio Sánchez no pudo volver a su casa después del terremoto del 19 de septiembre y ante la tragedia, no dudó en ofrecerse como voluntario e invertir su fuerza para ayudar a quien lo necesitara. Con el mismo objetivo, Francisco Landin viajaba desde Guanajuato a la Ciudad de México.
Desde la calle cargando escombros, hasta los albergues para recibir a quienes perdieron su hogar o necesitaban alguna ayuda a consecuencia del terremoto de hace dos días, sobran voluntarios que sin pertenecer a corporación o dependencia alguna han trabajado durante horas o más de un día para ofrecer toda la ayuda posible a vecinos o personas que no conocen.
Sigue leyendo la nota en Animal Político.