Lado B
Underbass: los beats que hacen bailar y resistir a Cholula
El colectivo Underbass ha resistido y crecido junto con la gente que asiste a sus fiestas, pobladas de beats y visuales que desafían a la moda
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
25 de agosto, 2017
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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Hace algunos años había en Puebla un bar de deportes, cuyo dueño le pidió a uno de sus amigos, mejor conocido como el Kein, que pusiera música los jueves. Kein vio la oportunidad y le dijo a otros amigos que por fin había un lugar para tocar donde ni los dueños ni los asistentes alzarían la ceja al escuchar esos bajos potentes y sonidos experimentales.

Aunque la época de oro del bar de deportes no duró mucho, ahí fue donde se empezaron a gestar las fiestas del colectivo Underbass.

[quote_right]Underbass es un colectivo dedicado a géneros como el dubstep, drum and bass, jungle, 2step, juke, UK garage y dub[/quote_right]

Underbass es un colectivo, o crew –como se llaman a sí mismos–, dedicado a la música electrónica. El nombre viene de under, por las fiestas underground, alejado de lo comercial, y de bass, término sombrilla que reúne a géneros como el dubstep, drum and bass, jungle, 2step, juke, UK garage y dub.

Hace cuatro años tomó forma grupal lo que Negro Funkee, Brown Shugga (Aleida), Johari y Kein hacían por separado: música, arte visual y fiestas. Los géneros musicales que les gustaban desde ese entonces no eran muy populares en Puebla.

Un flyer del recuerdo.

Al principio había poca gente interesada en este tipo de música, más oscura y experimental. No sabían ni cómo bailarlo, ni qué era. Ahora, después una especie de boom de estos géneros y nuevos artistas en México, hay cada vez más personas que buscan este tipo de música.

Underbass dice que la gente empezó a identificar poco a poco los sonidos; lo que caracteriza a su audiencia es que siempre lleva el oído abierto. Cuando terminan de tocar muchas veces los asistentes les preguntan de quiénes son las canciones, cómo se llaman los artistas, qué géneros son.

La primera vez que hicieron un evento juntos fue una cosa espontánea; en una fiesta casera atrás del parque Juárez. Ahí estaban Kein, Aleida y el Negro Funkee, sin un nombre oficial, sin nada planeado, pero en un evento con la música que les gusta, lleno de gente que bailaba con lo que tocaban.

En ese entonces todavía no había visuales ni mapping (la proyección de imágenes o animaciones sobre superficies); fue hasta que llegó Johari que encontró a gente que le gustaba lo mismo que a él. Johari dice que mientras más disfrutes la música, mejor salen los visuales, y para él, Underbass es el mejor lugar para hacerlo.

En el colectivo también está Ruido, que hace beats, y Boron y Dali, que colaboran desde Barcelona. Fuera de ellos, todos viven en Cholula.

[quote_left]Entre los mmiembros del colectivo está Ruido, que hace beats y Johari, que hace visuales[/quote_left]

Todos coinciden en que el colectivo se volvió algo más familiar, más allá de un grupo de socios y amigos que organizan eventos. Underbass ha resistido y crecido junto con la gente que asiste a sus fiestas, y dentro de una red de colectivos en varias partes de México que experimentan con estos géneros e intercambian artistas y música.

En cada cosa que hacen, dice Johari, hay mucho amor. Porque no lo hacen por el dinero –cada quien tiene un trabajo aparte–, y a pesar de algunas pérdidas económicas, de momentos difíciles con fiestas vacías y con desencuentros, ahí siguen. Con el dedo en el renglón, con fuerza y solidez.

Foto: Luis Colchado.

Para quien no haya escuchado este tipo de música, Kein la describe como algo “que no vas a saber por qué, pero no vas a poder dejar de bailar”.

Colectivos de otros lugares y su propio público han dicho a Underbass que ellos mantienen vivo Cholula. Que su actividad ha contribuido a que se mantenga viva la escena under.

Desde antes de juntarse oficialmente, ya buscaban espacios fuera de los bares para sus fiestas, lejos de los lugares de moda. Desde que el colectivo empezó a hacer eventos en forma, esta idea ha seguido, apostando cada vez más por el arte visual y la unión con los géneros del bass.

Kein dice que si lo siguen haciendo, después de cuatro años de avanzar y brincar obstáculos, es porque sigue habiendo gente. Gente que escucha, gente que baila, que resiste desde espacios diferentes, donde la música y el arte visual se pueden expresar sin restricciones.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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