Ese Wey Platicó con Lado B sobre la escena standupera mexicana, la libertad de expresión y más. Vea usted ;)

Mayra Guarneros

@mayitayita

Alex Marín y Kall, mejor conocido como Ese Wey, llega por primera vez a Jazzatlán con un show de comedia que promete hacernos reír pero también reflexionar sobre los temas que nos apena tratar en público, desde la corrupción, la crítica a la clase política, hasta los problemas maritales.

¿Qué puede esperar ver el público poblano de tu presentación?

Una parte está compuesta por material que ya han visto en televisión y otra es material nuevo que estoy probando para hacer una hora nueva de show. Hacer una obra de comedia original requiere de un proceso largo en el que acumular horas de escenario es fundamental, por eso me estoy enfocando en recorrer la mayor cantidad de escenarios posibles para poder afinar el materia nuevo y probarlo ante el público para ver sus reacciones. Además de que el próximo año quiero grabar un especial nuevo y diferente al que se lanzó en mayo pasado con Comedy Central y que aún está al aire.

Parte de la planeación del nuevo show también tiene que ver con que busco lugares más a cogedores y amigables, como Jazzatlán.

Este show es una expresión honesta y humorística de lo que yo siento y opino, por ejemplo, soy anti PRI y antisistema partidista, entonces exhibo las fallas de nuestro sistema de manera divertida. Pero no todos son temas delicados, también hablo de mis filosofadas de banqueta, de que a veces quiero huír de mi esposa y de cosas así de simples.

Foto: Cortesía de Ese Wey.

¿Cuál es la importancia de la comedia para hablar de los temas difíciles del país?

México siempre ha sido un país en donde la libertad de expresión es algo relativo, porque la realidad es que en los medios y en la calle es muy difícil expresar preferencias y opiniones políticas o religiosas, porque somos un país oprimido en muchos aspectos y nos cuesta mucho trabajo ser libres. El humor nos ayuda a sobrellevar esa limitación que nosotros mismos nos hemos impuesto. Existen muchas situaciones que serían difíciles de digerir si no fuera por un chiste o por una broma sobre el tema, además los mexicanos respondemos muy bien al humor y nos reímos de lo que nos pasa.

El stand up comedy además de ser un ejercicio humorístico también es un vehículo para poner temas sobre la mesa y hablar de lo que no se habla en los medios.

Es una manera diferente de ofrecer entretenimiento a los espectadores y no dejarlos con lo que les brinda la televisión, a la vez que los invita a salir a la calle a buscar y a consumir arte en los teatros, en los foros pequeños y en los escenarios independientes. Que los ciudadanos tomemos los espacios públicos para nosotros es una de las formas en las que creo que nuestro país será un lugar más seguro.

¿Cuál es la diferencia entre el stand up comedy y la comedia tradicional?

La bondad del stand up comedy es que quienes los hacemos no vamos por los temas fáciles, los albures o la picardía, los cuales inevitablemente hacen reír a la gente. Nosotros más bien queremos hablar de nuestras opiniones personales, de las cosas que realmente nos importan y con las que buscamos generar un cambio. La comedia en México es una herramienta de cambio y hay que utilizarla como tal, yo prefiero que me censuren por tirarle mierda a tal o cual gobernador que hacer chistes fáciles.

[pull_quote_left]No todos son temas delicados, también hablo de mis filosofadas de banqueta, de que a veces quiero huír de mi esposa y de cosas así de simples[/pull_quote_left]

Un comediante tradicional y un standupero se diferencian en que el comediante tradicional es un intérprete de chistes, algo muy parecido a las bandas de rock que cantan covers, Polo Polo o Teo González hacen reinterpretaciones de los chistes que hemos escuchado en otras partes, mientras que el standupero busca ofrecer material original. El público está exigiendo un tipo de entretenimiento más sofisticado gracias a que las generaciones más jóvenes han tenido acceso a shows como el de Connan O’Brien o Saturday Night Live, por mencionar algunos.

Otra de las diferencias con la comedia que se hacía en México hasta hace unos años es que ahora no tenemos que alinearnos a los temas que los medios nos dejen tratar, porque existió una época en la que si hablabas de un tema incómodo te metían a la cárcel, como a Palillo que cada semana al bajar del escenario lo encerraban. Ahora con la diversidad de espacios y de oferta es más fácil tener en dónde hablar de lo que no se habla en la televisión.

¿Qué se necesita para ser un buen standupero?

Lo primero es tener huevos. Lo segundo es hacer muchas horas en el escenario, adquirir experiencia y aprender de los malos shows. Limitar la diversidad es una muy mala idea porque el arte es de todos y nosotros no somos nadie para decidir quién sí y quién no. Los años y el público decidirán quiénes se quedan.

Yo he conocido standuperos que al principio no hacían reír y ahora ya tienen público que los sigue y que llenan sus presentaciones. La diversidad de oferta provoca que quienes buscamos destacar en esta disciplina nos enfrentemos a un panorama más real.

El stand up en México es una escena que goza de salud y que se encuentra en crecimiento, con fallas pero creciendo. Nunca va a ser perfecta, pero creo que es una de las escenas artísticas más prometedoras. Este año Comedy Central grabó 400 vídeos y por lo menos unos 30 grabaron por primera vez para el canal, lo cual considero un gran avance, porque si la producción de México considera que funcionas para la televisión, te graban y transmiten tu show no sólo en nuestro país, sino en varios de América Latina.

Ese Wey se presenta mañana en Jazzatlán.