Lado B
La reforma educativa: ¿en qué íbamos y qué sigue?
No son pocos quienes afirman que el proceso se gestó al revés: el diseño curricular y el enfoque pedagógico tuvieron que haberse generado primero
Por Lado B @ladobemx
20 de julio, 2017
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Yo’on Ixim
Foto: Martina Žoldoš

Mtra. Marisol Aguilar Mier

Aunque a últimas fechas pareciera que el tema de la Reforma Educativa ha ido pasando a un segundo plano, aún quedan muchos elementos por discutir, especialmente a medida que los comicios del 2018 se van acercando y plantean cambios en el panorama político que evidentemente tendrán un gran impacto en la educación de los mexicanos.

Con el fin de comprender mejor todo este tema, conviene un alto en el camino para hacer un breve recorrido por las etapas que ha atravesado la tan polémica y debatida Reforma Educativa y contar con más y mejores elementos para el análisis:

  1. Antecedentes: La Reforma Educativa tiene su origen en el Pacto por México, el cual, fue una especie de “acuerdo” entre los tres partidos políticos mayoritarios del país: PRI, PAN y PRD y pretendía una serie de negociaciones para lanzar diversas reformas, entre ellas, la educativa. Uno de los aspectos prioritarios en este sentido era que “el Estado pudiera recuperar la rectoría del Sistema Educativo Nacional” puesto que la normativa (que prevalecía desde los 40´s) otorgaba a los sindicatos la facultad de contratar, formar, promover y despedir a los docentes de las escuelas públicas. Es por ello que había que hacer una serie de modificaciones constitucionales que permitieran dar los primeros pasos.
  2. Primera Fase: al inicio la Reforma tuvo como aspectos prioritarios realizar cambios de tipo laboral e implementar nuevas leyes para el ingreso, promoción y permanencia de los docentes. En este contexto nace la Ley General del Servicio Profesional Docente y los cambios constitucionales realizados al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, el cual, se define como el órgano encargado de diseñar las estrategias, criterios e instrumentos para evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema educativo nacional.
  3. Segunda fase: comienza una de las etapas más problemáticas de la Reforma caracterizada por marchas, bloqueos, instalación de campamentos de protesta y enfrentamientos violentos entre los llamados docentes disidentes que se oponen a la evaluación y los cuerpos policiacos. Su alegato era que se atentaba contra sus derechos laborales y que la Reforma era una imposición que no se había nutrido con sus propuestas ni con su participación.  El punto más álgido se alcanzó con los lamentables hechos ocurridos en Nochixtlán y en Juchitán, al día de hoy aún no esclarecidos.
  4. Tercera fase: uno de los aspectos que más críticas trajo –no sólo de los docentes sino de los especialistas en materia educativa y de la sociedad en general- era el hecho de que la Reforma no tocaba aspectos clave de la educación, sino más bien, se centraba en lo administrativo, en la gestión y en lo laboral. Es por ello que se presenta la propuesta pedagógica conformada por tres documentos: Los Fines de la Educación en el S. XXI, El Modelo Educativo 2016 y la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016. A partir de ello, comenzó una etapa de consultas, foros y mesas de trabajo –y de negociación- en los que, en un intento por atender a las demandas y dar respuesta a los múltiples reclamos, se buscaba retroalimentar el modelo y nutrirlo con la participación de todos los actores.
  5. Cuarta Fase: una vez concluidas las consultas, el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presentó la última versión del Nuevo Modelo Educativo, anunciando que éste se implementaría en el ciclo escolar 2018-2019. Sin embargo, el discurso político continuó quedándose en una serie de buenas intenciones pues hasta la fecha no son claras las estrategias que se habrán de implementar para combatir el rezago escolar, ni cómo habrá de lograrse en lo concreto, que el derecho a una educación de calidad efectivamente se cumpla en un contexto como el nuestro, caracterizado por la inequidad que produce y reproduce la pobreza en la que viven más de 55.3 millones de mexicanos. Sí, se habla de inclusión, pero esta sigue siendo una utopía.
  6. Quita Fase: lo último sobre el tema ha llegado hace algunos días con la presentación de los nuevos planes de estudio, los cuales, según el propio gobierno, fueron elaborados por expertos y basados en más de 300.000 sugerencias recogidas en foros abiertos convocados por la autoridad educativa: “se promueve un aprendizaje a profundidad, integral, con posibilidades de que cada escuela determine hasta un 20 por ciento las actividades dentro de su plantel, conforme a sus intereses o necesidades de los alumnos”. Se informó que, en consistencia con el resto de documentos que conforman la Reforma Educativa, el modelo parte del concepto de Aprendizajes Clave, que concentra 3 campos principales de enfoque para los alumnos del nivel básico y medio: la Formación Académica, el Desarrollo Personal y Social y la Autonomía Curricular, los cuales se abordarán desde los grados de preescolar.

Ahora bien, todo este trayecto ha estado lleno de contradicciones, tensiones y obstáculos. No son pocos quienes afirman que el proceso se gestó al revés, pues el diseño propiamente curricular y el enfoque pedagógico de la Reforma es lo tuvo que haberse generado primero y de ahí, con las finalidades bien claras, avanzar hacia los demás aspectos. Por el contrario, otros sugieren que primero debían crearse ciertas condiciones para aspirar a un cambio educativo. Para algunos más, no hay nada nuevo bajo el sol y aquello que hoy se presenta como novedoso ya lleva tiempo en el panorama educativo y otras reformas habían incluido varios elementos de los que hoy se hace alarde. Además, el tema de la evaluación ha oscilado entre lo obligatorio y lo voluntario, entre el cumplimiento de la ley a “rajatabla” y entre las negociaciones “en lo oscurito”.

Pese a todo lo anterior, la Reforma ha ido avanzando, sin embargo, este camino lento tomó casi todo el sexenio por lo que ahora nos quedamos con múltiples interrogantes respecto a dónde estamos, qué es lo que sigue y qué pasará con ella cuando la carrera por la presidencia esté ya a tan solo  pasos de definirse.

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La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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