Lado B
El “Autobús de la Libertad” hace apología del delito: Redim
Juan Dabdoub Giacoman, director del Consejo Mexicano de la Familia: “no existen los derechos sexuales, es un invento del gobierno mexicano”
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
03 de julio, 2017
Comparte

Juan Dabdoub Giacoman, director del Consejo Mexicano de la Familia: “no existen los derechos sexuales, es un invento del gobierno mexicano”

Foto: Marlene Martínez.

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

“Es perverso decirles a los niños que desde los 10 años pueden tener sexo con adultos y abortar… ¡Sin el reconocimiento de sus padres!”. Ese es el mensaje que un llamativo autobús naranja tiene escrito en sus costados. Sus responsables llaman al vehículo “Autobús de la Libertad” que también luce el hashtag #ConMisHijosNoSeMetan.

El autobús naranja se estaciona frente al Colegio Benavente de Puebla el lunes 26 de junio. Unas 20 personas, que viajan en el camión, están ahora en la vía pública tratando de convencer a unos jóvenes manifestantes para que se aparten de su camino. Portan identificaciones del Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia) y están enojados. Elevan su tono en cada frase, a algunos les tiembla la voz, la mayoría mueve el dedo índice a la altura de su cara, señalando a los manifestantes.

El camión es llamativo y, sumado a eso, unas tres personas aprovechan el rojo del semáforo para entregar a los automóviles unos volantes que dicen: “¡Ataque a la familia!: Nueva cartilla de derechos sexuales llega a los colegios para todos los niños de 10 a 18 años”.

[quote_right]El autobús está patrocinado por “Hazte Oír”, un grupo católico de ultraderecha con base en España[/quote_right]

El autobús está patrocinado por “Hazte Oír”, un grupo católico de ultraderecha con base en España, donde han realizado campañas en contra del Matrimonio Igualitario, el aborto, la educación sexual y el colectivo LGBTTTI. “Hazte Oír” está bajo el manto de CitizenGo, una plataforma de recaudación de fondos y firmas por causas que se oponen a leyes relacionadas con los mismos temas.

Este autobús ya ha recorrido distintas ciudades de España y Estados Unidos aunque con un mensaje diferente, en el que ataca directamente al colectivo transgénero y transexual: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. En aquellos países, el autobús también fue recibido con manifestantes, criticado por las organizaciones civiles LGBTTTI y en algunos casos rechazado por los propios gobiernos.

Foto: Marlene Martínez

Su campaña en México ha sido acogida por el Consejo Mexicano de la Familia (ConFamilia), la misma organización que forma parte del Frente Nacional por la Familia y que convocó en septiembre del año pasado a marchar en contra del matrimonio igualitario.

Los manifestantes frente al Benavente son entre 10 y 15 y muestran carteles con leyendas como “No al Frente Nazional por la Familia”. Los integrantes del ConFamilia discuten con ellos por no dejarlos pasar y sus argumentos también se vierten hacia otros sentidos: “Tú te estás metiendo conmigo mientras nosotros hacemos política”, dice uno de los integrantes de ConFamilia. “¡Tú eres un cobarde!”, le grita una señora de unos 50 años a un chico que trae pasamontañas y sostiene una bandera arcoíris. Un par de policías municipales observa.

Después de unos 40 minutos llega el Secretario de Gobernación municipal José Ventura Rodríguez Verdín y le pide a los manifestantes que cedan el paso asegurando que “el autobús ya no va a ir al zócalo” porque “no se le concedió el permiso”.

Cuando el autobús arranca, los manifestantes intentan ir delante para continuar con la protesta, pero en algún momento el autobús rebasa a la mayoría de los ciclistas.

–El camión tiene rotulado un discurso de odio –dice Armando Pliego, uno de los manifestantes y activista poblano–. Están utilizando mentiras para asustar a la población y no vamos a permitir que ese mensaje de odio se propague más. Lo estamos confrontando porque salieron al espacio público.

De acuerdo con la página web de CitizenGo, el recorrido del autobús había iniciado a las 7 de la mañana, haciendo paradas en el Instituto México San Pedro y el Colegio Ángeles. Después de su parada en el Benavente y su encuentro con los manifestantes tendría que hacer siete paradas más en otros puntos de la ciudad antes de llegar al zócalo, sin embargo modificó su cronograma y fue directamente al Paseo Bravo, donde estuvo en realidad poco tiempo, mientras en el zócalo algunas personas ya esperaban su llegada con un par de mesas largas con manteles naranjas a un costado de la catedral.

Lo que sucedió en su paso por otras ciudades

Durante febrero el autobús naranja visitó distintas ciudades de España con la frase: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo”. Las organizaciones conservadoras aliadas de la campaña del autobús tienen el antecedente de denunciar las leyes sobre educación sexual por, según ellas, “vulnerar el derecho fundamentales de los padres de educar a sus hijos”.

En Madrid el Ayuntamiento, con ayuda de la Policía Municipal, inmovilizó el autobús por incitar a un delito de odio y por tanto incumplir ordenanzas de movilidad y publicidad. El objetivo fue que saliera lo antes posible.

El autobús fue rebautizado como “El autobús de la vergüenza”.

En marzo recorrió Estados Unidos en cohesión con grupos de ultraderecha y religiosos que trabajan en pro de derrumbar los derechos ganados para las minorías, como The National Organization for Marriage, organización que intenta bloquear las propuestas legislativas a favor del matrimonio igualitario y la adopción gay.

Además de las manifestaciones con pancartas y los pronunciamientos de las organizaciones civiles, en New York dos personas rompieron los cristales del autobús, lo rayaron y grafitearon frases como “Trans liberation” (liberación trans) mientras estaba estacionado.

En California, el desarrollador de juegos Aquma creó un videojuego que emula el famoso juego de Street Fighter y en vez de luchar contra una persona, el jugador debe luchar contra el autobús naranja hasta destrozarlo. Cuando el jugador gana aparece el mensaje “Vuelve a repensar tus creencias intolerantes. La identidad de género es distinta del sexo biológico”.

En Boston el autobús hizo una parada frente al Palacio Municipal de la ciudad, mientras el alcalde, junto a su director adjunto de programación, quien es trangénero, izó una bandera para mostrar su apoyo a la comunidad trans.

Cuando llegó a la Ciudad de México precisamente el mes que se celebra el orgullo LGBTTTI en todo el mundo, un grupo de activistas trans se manifestó para impedirle el paso y la activista Hilda Téllez interpuso una queja ante el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) para la suspensión inmediata de la circulación del camión.

Finalmente, el autobús realizó su gira en la CDMX pese a que la Copred emitió un pronunciamiento en agosto de 2016 dirigido al Frente Nacional por la Familia y otras organizaciones religiosas para que cesara sus “declaraciones con tintes de odio”.

El autobús ya estuvo también en Cancún, Mérida, Villahermosa, Coatzacoalcos, el puerto de Veracruz y Xalapa. En Veracruz le arrojaron pintura amarilla y roja durante la noche y en Xalapa los colectivos LGBTTTI se manifestaron en contra de su circulación y la propagación de su mensaje. Circula un video tomado en Xalapa donde se muestra cómo los integrantes de ConFamilia hacen una valla humana para asegurar la circulación del camión y agreden a una de las manifestantes, empujándola y tratando de cargarla para quitarla del paso.

La llegada del autobús al zócalo poblano

Apenas llega al zócalo, el autobús naranja, colectivos feministas y LGBTTTI se manifiestan en contra del mensaje de odio, no sólo de este autobús, sino del que otros autobuses llevaron a otros países y en contra de las organizaciones que lo hacen posible.

[quote_left]El Secretario de Gobernación del Municipio mintió: ConFamilia tenía ya todo preparado para recibir al autobús en el zócalo[/quote_left]

Una de las organizadoras de ConFamilia se acerca a la puerta del autobús y le exige a quienes estaban a bordo que bajen pero ellos se niegan. Muy cerca de la puerta una manifestante sostiene una bandera arcoíris y el actual líder de ConFamilia, Juan Dabdoub Giacoman, quien está dentro del autobús, le arrebata la bandera a la joven, la hace bolita entre sus manos y la arroja hacia la multitud. Después de eso, la mujer de ConFamilia accede a entrar al autobús y Dabdoub cierra la puerta.

La manifestación en el zócalo es diferente a la que ocurrió frente al Benavente. Las mujeres feministas tocan tambores y gritan consignas a través de varios megáfonos y conforme avanza el tiempo se suman más personas a manifestarse. De pronto, avientan pintura roja sobre el mensaje en los costados del bus.

Las mujeres enredan improvisadamente una cinta amarilla de clausura sobre la puerta y el parabrisas, sobre el que también cuelgan una lona, y pegan a los costados del camión hojas con frases como “los derechos no se negocian”, “lo personal es político” o “no a la LGBTTTIfobia”.

El Secretario de Gobernación del Municipio mintió: ConFamilia tenía ya todo preparado para recibir al autobús en el zócalo. Además, las Policías municipal y estatal llegaron con la intención, no de retirar al autobús, sino de hacer una valla para protegerlo y que pudiera continuar su marcha.

Las personas de ConFamilia que continúan fuera del autobús le gritan a los manifestantes, los graban y les toman fotografías, pero cuando alguno de los manifestantes les toma fotos a ellos, gritan y acusan que “no tienen derecho de hacer eso”.

Los policías logran hacer una valla: empujan con todo el cuerpo a los manifestantes, haciéndoles perder el equilibrio. Proyectiles insospechados se impactan contra el autobús: son huevos que se revientan en el parabrisas, como las frases “¿Por qué los policías protegen a este autobús que tiene un discurso anti derechos humanos y que fomenta el odio? ¿Dónde están cuando se comenten crímenes de odio y feminicidios? ¡Ustedes nunca nos defienden cuando sufrimos agresiones en la calle!”

–Este camión niega la existencia de otras familias y rechaza la educación con perspectiva de género –dice Rubí Cervantes, integrante de El Taller A.C.–. La Iglesia, que forma parte de este camión, sólo fomenta discursos de odio. Exigimos que este camión no circule. Estamos luchando por reconocer nuestros derechos. Hay que llamar las cosas por su nombre y este es un autobús antiderechos. Lo único que hace este camión es afirmar a las personas que crean que está bien hacerle daño a personas como nosotros, que nos odien, que nos vean en la calle y que nos violenten, que nos acosen o que nos maten.

Foto: Marlene Martínez.

El camión comienza su marcha en reversa sobre la 2 sur hasta llegar a la Palafox y Mendoza. Mientras da la vuelta, algunos manifestantes logran ponerse de nuevo frente al camión. Los policías se movilizan para cubrir con sus cuerpos de nuevo ese espacio; sin embargo, al conductor del autobús ya no le interesa, toca el claxon, suena un alarido continuo y acelera sin consideración. Las personas gritan. “¡Va a atropellar a alguien!”, exclama una de las manifestantes que se ha quedado más atrás. Policías y manifestantes hacen su cuerpo a un lado al mismo tiempo, en un mero reflejo de supervivencia. El autobús aumenta la velocidad y se aleja en dirección al Boulevard 5 de Mayo.

Un policía camina furioso para regresar al zócalo y en el camino se topa con dos manifestantes que sostienen una lona. Él decide no cambiar su rumbo, arrebata un extremo de la lona y la arroja a un lado para continuar.

–La respuesta del Estado y la policía fue quitarnos, brindarle seguridad al autobús –dice Rubí–. A nosotras nos empujaron sin importarles nada más que escoltar al camión. A nosotros no nos escoltan cuando hacemos marchas, así que esta pregunta es directamente para el gobernador: ¿Por qué a ellos sí y a nosotros no? No pueden escudarse en la libertad de expresión cuando su mensaje incita a la discriminación.

Los manifestantes también dan media vuelta hacia el zócalo. Por unos minutos los cantos y las consignas son de triunfo. Hay agradecimientos, aplausos y gritos.

Un grupo de granaderos viene trotando desde el otro lado, pero en cuanto ven que todo terminó, da media vuelta y modifica el paso, casi como si quisiera que no lo notara la gente.

–Fueron a varias escuelas y eso es lo más grave, que están desinformando en las escuelas y desde ahí lo están permitiendo –dice Juan Corona, abogado de Vida Plena AC–. La SEP debería tener una posición al respecto, pues el artículo 3o de la Constitución Mexicana menciona que la educación debe ser en respeto a los derechos humanos. Este camión está violando la Constitución.

Los discursos de odio no se toleran

A eso de las 2 PM, ConFamilia da una rueda de prensa y ofrece entrevistas en el Vip’s que está frente a la Fiscalía del Estado. El autobús naranja no se ve por ningún lado. En cambio, un camión lleno de granaderos aguarda en la parte trasera del restaurante.

Dentro del Vip’s, y durante la rueda de prensa, los miembros de ConFamilia rodean a los reporteros y si se hace una pregunta incómoda, inmediatamente cuestionan al reportero para saber de qué medio es y si por casualidad hay alguien ahí que no es reportero, lo presionan para que abandone el lugar.

“No hay ningún mensaje de homofobia”, declara Juan Dabdoub antes de decir que cuando la homosexualidad salió de la lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sucedió porque el caso fue sometido a votación y, aunque la mayoría votó a favor de sacarla, “la verdad no puede ser sometida a democracia”. También dice que no hay nada que demuestre que en efecto la homosexualidad no es una enfermedad, y que “por algo” hay “un tipo de homosexuales que quieren recuperar su heterosexualidad” y se someten a una “terapia de conversión”.

A los pocos minutos de iniciada la rueda de prensa, los colectivos LGBTTTI y feministas llegan a manifestarse fuera del restaurante. Dabdoub los califica como un grupo de “radicales fanáticos” y afirma que ya están en proceso de levantar una denuncia por los daños al autobús horas antes. “Ya le dimos fotos y videos de todo a las autoridades y ellos sabrán qué hacer”.

Al finalizar la rueda de prensa, los integrantes de ConFamilia permanecen dentro del Vip’s. Los manifestantes esperan por ambas puertas del restaurante pero no impiden la entrada o salida de las personas. Horas después los granaderos llegan a formarse para proteger la salida de ConFamilia hasta su abordaje a dos minivans.

[pull_quote_right]La información que promueve el camión es falsa. En la Cartilla de Derechos Sexuales para Adolescentes y jóvenes no dice en ninguna parte que un menor puede decidir tener relaciones sexuales con un adulto[/pull_quote_right]

Durante las manifestaciones en el Benavente y el zócalo, los miembros de ConFamilia apelaron una y otra vez a su derecho a la libre expresión. Sin embargo, es importante decir que la información que promueve el camión es falsa. En la Cartilla de Derechos Sexuales para Adolescentes y jóvenes no dice en ninguna parte que un menor puede decidir tener relaciones sexuales con un adulto. Esa es una afirmación que ni siquiera puede considerarse una interpretación de algo contenido en la cartilla, pues el sexo entre un menor de edad y un adulto, aún si es consensual, es un delito que se persigue de oficio.  

Por otro lado, los colectivos LGBTTTI y feministas salieron a las calles y reaccionaron no solamente por el mensaje específico que este autobús difunde, sino también por todo lo que subyace en su llegada: las organizaciones que lo hacen posible, sus discursos que incitan a la estigmatización, al odio y a la discriminación, así como por otras campañas que han emprendido en otros lugares del mundo, opuestas a los derechos humanos.

El abogado Juan Bosco Rosillo, del Centro Ciudadano de Transparencia A.C. explicó en entrevista para Lado B que el Estado “no puede de entrada prohibir la libertad de expresión”. De hecho él cree que el enfoque no debe hacerse hacia el derecho a la libertad de expresión sino al discurso de fondo que está manejando el autobús, pues hay otros derechos fundamentales que están en juego, como el derecho a la no discriminación.

Un análisis al mensaje del autobús de la libertad

A eso de las 7 de la noche del mismo lunes, el autobús naranja reaparece en la ciudad. Se estaciona en una plaza comercial ubicada sobre la Calzada Zavaleta y, a pesar de la lluvia, reparten folletos durante los semáforos en rojo y continúan con la publicidad a su mensaje en contra de la Cartilla de Derechos Sexuales de Adolescentes y Jóvenes.

Esta cartilla se publicó por primera vez en 2001 como resultado del Foro Nacional de Jóvenes por los Derechos Sexuales convocado por el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve). La segunda edición fue lanzada el año pasado con ayuda de distintas asociaciones civiles y el apoyo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Se trata básicamente de un instrumento para “dar a conocer la importancia del reconocimiento y ejercicio de los Derechos Humanos relacionados con la sexualidad de la población juvenil del país”.

La Cartilla de Derechos Sexuales de Adolescentes y Jóvenes consta de 14 derechos “sustentados en el marco jurídico vigente” del país. Su objetivo es servir “como un referente para impulsar cambios legislativos estatales tendientes a la homologación de los marcos regulatorios, atendiendo a la progresividad de los derechos humanos”.

La lista de derechos es la siguiente:  

  • Derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre mi cuerpo y mi sexualidad
  • Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual
  • Derecho a manifestar públicamente mis afectos
  • Derecho a decidir con quién o quiénes relacionarme afectiva, erótica y sexualmente
  • Derecho a que se respete mi privacidad y a que se resguarde mi información personal
  • Derecho a la vida, a la integridad física, psicológica y sexual
  • Derecho a decidir de manera libre e informada sobre mi vida reproductiva
  • Derecho a la igualdad
  • Derecho a vivir libre de discriminación
  • Derecho a la información actualizada, veraz, completa, científica y laica sobre sexualidad
  • Derecho a la educación integral en sexualidad
  • Derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva
  • Derecho a la identidad sexual
  • Derecho a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad y reproducción.

En el siguiente link puede descargarse la cartilla para consultarse a detalle, incluyendo el sustento jurídico para cada derecho: artículos de la Constitución Política Mexicana, instrumentos internacionales, leyes federales y normas oficiales mexicanas.

¿En algún lugar de la cartilla se dice que una niña de 10 años puede tener sexo con un adulto? La respuesta es un rotundo no.

Algunas personas que no tienen conocimiento sobre la existencia de la cartilla o las leyes en general, pueden leer el mensaje del autobús naranja y creer que realmente existe una cartilla de derechos que permite el estupro –relaciones entre un menor y un adulto– por lo que, de acuerdo con Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), el mensaje del autobús naranja es una apología del delito

–Este autobús de la mentira tiene una estrategia de desinformación y hace apología del delito. Es una muestra de que los grupos anti derechos humanos han crecido en resistencia y recursos en la medida que los derechos humanos también han ganado terreno. Es un fenómeno social en el que estos grupos lo que en realidad cuestionan es la pérdida de sus privilegios.

Durante la rueda de prensa Juan Dabdoub afirmó que “no existen los derechos sexuales. Es un invento del gobierno mexicano. No existe ningún tratado internacional que hable sobre derechos sexuales”.

–Ellos (ConFamilia) ejercen su sexualidad pero lo niegan en lo público y se lo niegan a los otros –dice Juan Martín Pérez en entrevista para Lado B–. El solo hecho de que [ellos] existan es resultado del derecho a la sexualidad: nacieron en hospitales, utilizan servicios de salud reproductiva, etcétera. Dabdoub simplemente apuesta por la desinformación.

La Asociación Mundial por la Salud Sexual (WAS por sus siglas en inglés) tiene una Declaración de los Derechos Sexuales donde se establece que “los derechos sexuales se fundamentan en los derechos humanos universales que ya están reconocidos en los instrumentos internacionales y regionales sobre derechos humanos, en constituciones y leyes nacionales, en principios y estándares de derechos humanos, así como en el conocimiento científico relacionado con la sexualidad humana y la salud sexual”.

La WAS también reafirma que la sexualidad es un aspecto central del ser humano y abarca el sexo, las identidades y los papeles de género, lo orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción y que por lo tanto, la salud sexual no sólo se relaciona con la ausencia de enfermedades, sino también con el bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad.

En 2012 la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU instó a los gobiernos a “proteger los derechos humanos de los adolescentes y los jóvenes a tener control sobre las cuestiones relacionadas con su sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva, y a tomar libre y responsablemente decisiones al respecto”.

Los derechos sexuales y reproductivos se incluyen dentro del derecho a la salud, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), y su enfoque se basa a su vez en un principio de no discriminación, entre otras cosas, por orientación e identidad de género.

Con lo dicho en párrafos anteriores, se demuestra que los derechos sexuales existen y que a su vez se basan en el principio de no discriminación. El mensaje del autobús naranja niega ambos derechos.  

–Lo que ellos pelean (ConFamilia) es que la educación sexual integral fomenta la homosexualidad o induce al aborto –explica Elsa Herrera de la Red por la Infancia y la Adolescencia–. Eso habla de un desentendimiento de lo que realmente son los derechos sexuales desde los documentos internacionales.

La omisión del estado para defender los derechos humanos

–A mí no me puede nadie imponer su forma de vida nada más porque se le ocurrió –dice Dabdoub durante la rueda de prensa–. Tú puedes vivir tu vida como tú quieras, pero el problema es cuando la forma de vivir de otras personas se le quiere imponer a nuestros hijos, ahí sí perdón, pero ahí, mando yo.

[pull_quote_left]De acuerdo con Amnistía Internacional, por el derecho internacional de los derechos humanos, todos los Estados deben garantizar la ausencia de discriminación y la igualdad en el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos[/pull_quote_left]

–Lo que ellos pelean (ConFamilia) es que la educación sexual integral fomenta la homosexualidad o induce al aborto– explica Elsa Herrera de la Red por la Infancia y la Adolescencia–. Eso habla de un desentendimiento de lo que realmente son los derechos sexuales desde los documentos internacionales.

–Es más que evidente que Dabdoub aún considera a las niñas y niños como propiedad privada de las familias –dice Martín Pérez–. El responsable de la garantía de los derechos de los niños es el Estado, quien tiene que intervenir para acompañar a las familias para esa tarea, bajo el principio de que los niños no son propiedad privada y, por lo tanto, la familia tiene un límite. También el Estado puede intervenir cuando se está desinformando sobre dichos derechos por motivos fanáticos o religiosos.

De acuerdo con Amnistía Internacional, por el derecho internacional de los derechos humanos, todos los Estados deben garantizar la ausencia de discriminación y la igualdad en el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos. Para ello tienen que eliminar la discriminación en las leyes, en políticas y prácticas, y no sólo por parte de los agentes del Estado, sino también de organizaciones privadas y particulares tales como familiares, profesionales médicos o líderes religiosos.

Durante la rueda de prensa, un reportero interrumpió a Juan Dabdoub mientras comenzaba a leer la lista de derechos sexuales contenidos en la cartilla: «¿Entonces usted cree que los niños no tienen derechos?» a lo que respondió: “¿A los 10 años? No, no estoy de acuerdo”.

–Claro que tú puedes educar a tu hijo, pero también tienes que respetar todos sus derechos. No es que los padres les den sólo los derechos que quieran darles –aclara Elsa Herrera–. Eso daría lugar a la violencia contra niñas y niños. Los tienes que educar en apego a derechos humanos. Con el mensaje del autobús, ellos están proponiendo que se violenten o se restrinjan sus derechos. Que el gobierno acceda a sus demandas significaría un paso atrás en término de derechos humanos.

–Las organizaciones de la sociedad civil han tomado en sus manos la tarea de boicotear este autobús en muchas ciudades, pero debería ser el Estado el que lo haga, porque en su mensaje bajo un concepto de edad se está negando el derecho a la salud, un derecho universal, en el que está incluida la sexualidad, que además no sólo tiene que ver con sexo sino con personalidad, orientación sexual y expresión de afectos –puntualiza Martín Pérez.

Concretamente, la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes establece en su artículo 116 fracción XII sobre la distribución de competencias, que corresponde a las autoridades federales y locales “adoptar medidas para la eliminación de usos, costumbres, prácticas culturales, religiosas, estereotipos sexistas o prejuicios que atenten contra la igualdad de niñas, niños y adolescentes por razón de género o que promuevan cualquier tipo de discriminación”.

En Puebla esta disposición está homologada en el artículo 55 de la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Puebla.

Además esta ley estatal incluye un apartado de Derecho a la protección de la Salud y a la Seguridad Social y al Derecho a la Educación, que establecen que:

  • las autoridades estatales y municipales proporcionarán “asesoría y orientación sobre salud sexual y reproductiva” (Artículo 45, fracción XVIII),
  • que la educación que se imparta a niñas, niños y adolescentes tendrá como fin, entre otros, “promover la educación sexual integral conforme a su edad, el desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez” que les permitan “ejercer de manera informada y responsable sus derechos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Tratados Internacionales y en las demás disposiciones aplicables”. (Artículo 49, fracción VIII). Lo que descarta la afirmación de Dabdoub sobre una supuesta educación homogénea sin importar la edad de cada persona.
  • “No deberá discriminarse a las niñas, niños y adolescentes ni limitar o restringir sus derechos. Las autoridades estatales y municipales están obligadas a llevar a cabo medidas especiales para prevenir, atender y erradicar la discriminación” (Artículo 54)

–Claro que los niños necesitan un acompañamiento de todos los adultos alrededor, no sólo los padres –puntualiza Elsa Herrera–. Tenemos que propiciar un ambiente seguro, libre de violencia y que fomente su desarrollo integral, pero parece que en este caso en ConFamilia no están pensando en los niños sino en sus intereses personales. Los niños tienen dignidad y no porque tengan menos edad podemos pasar sobre ellos. Un análisis de fondo al mensaje que están difundiendo nos hace saber que se basa en una falta de reconocimiento a los Derechos Humanos y la discriminación no sólo contra la comunidad LGBTTTI sino también de las niñas, los niños y los adolescentes.

–En ese sentido –finaliza Martín Pérez–, el Estado no está actuando conforme a sus obligaciones.

El autobús naranja aún tiene programado su paso por otras ciudades de la República, lo que dará tiempo al Estado para reivindicarse (o no) sobre su responsabilidad con los Derechos Humanos.

Comparte
Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
Suscripcion