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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Dos investigadoras del Centro de Detección Biomolecular de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) hicieron un estudio en un grupo de 80 mujeres con Virus de Papiloma Humano (VPH), con el fin de localizar cuáles son los genotipos o tipos específicos de este virus que les estaban causando lesiones.

La mayoría presentó los genotipos identificados como 16 y 18 (hay cerca de 100 distintos genotipos del VPH, no todos asociados a cáncer cérvicouterino), pero el hallazgo de la doctora Lilia Cedillo y la Maestra Elda Ruiz fue que por sí solos, las pacientes con estos tipos del virus no tenían alguna displasia o lesión en los tejidos del cuello uterino.

Sin embargo, cuando estaba alguno de estos genotipos y encontraban presencia de otro –un segundo no asociado normalmente a lesiones cancerígenas–, era cuando las pacientes tenían ya una especie de coinfección y problemas de salud.

“Observamos que si tenían genotipos 16 y 18, asociados al cáncer, no tenían lesiones. Pero si estaba alguno de estos dos genotipos y había otro, aunque ese no fuera de alto riesgo, asociado al daño, ahora sí estaban causando problemas”, explicó la doctora Cedillo.

Los estudios se realizaron en mujeres de edad muy diversas, desde 20 hasta 60 años de edad, pero todas tenían en común que presentaban ya alguna alteración identificada a causa de la presencia del VPH.

“Generalmente encontrábamos un genotipo que por sí sólo no se asocia a cáncer pero en presencia del genotipo 16 o 18 potencian su capacidad para causar daño”.

Lilia Cedillo, directora del Centro de Detección Molecular
Foto: Marlene Martínez

Una de las hipótesis derivadas de los resultados es que, de acuerdo con lo observado por la ginecóloga Ana María Cortés, con quien hicieron el trabajo, un porcentaje de las mujeres con daño por VPH tiene alguna infección bacteriana.

Cedillo dijo que puede ser un consorcio bacteriano el que cause el daño, y es posible que de alguna manera distraiga al sistema inmune, potenciando así los efectos perjudiciales del virus del VPH. Ahora lo que sigue es ver si la presencia del virus y estos genotipos está asociada con alguna bacteria, para que así entonces el tratamiento se haga pensado en una infección mixta y el daño disminuya.

Lo más importante es que se dé un tratamiento adecuado y temprano, y en ese sentido es el aporte principal de las investigaciones, que van directamente destinados a la mejora de las pacientes.

Este estudio es parte de una serie de investigaciones que ha hecho el Centro de Detección Biomolecular, dirigido por la Doctora Lilia Cedillo, sobre el VPH, su persistencia y sus interacciones.

Cedillo dijo a LADO B que el siguiente paso es analizar las interacciones entre genotipos e infecciones bacterianas, para saber si existen infecciones además del VPH cuando éste presenta lesiones en las pacientes. Si el resultado no es vinculante, entonces se dedicarán a buscar cómo un genotipo puede ayudar a otro a causar daños.

Para la investigadora, “la idea de todos estos trabajos es de alguna manera hacer conciencia en las mujeres de la importancia de que cuiden su salud y en especial de enfermedades de transmisión sexual, que son un problema real de salud pública en México”.

Los resultados de las investigaciones realizadas en el Centro de Detección Biomolecular no se quedan sólo en publicaciones, sino que las científicas buscan hacer incidencia y poder compartir la experiencia para generar resultados concretos. A través de la ginecóloga Ana María Cortés, con quien trabajan conjuntamente, es con quienes se vinculan a la Secretaría de Salud (SSA).