Lado B
Una década de guerra en México desde la mirada del fotoperiodismo
La muestra “2007-2017: los años de la guerra” se inaugurará en Puebla el 21 de abril; reúne a los cuatro mexicanos que han ganado el World Press Photo
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
12 de abril, 2017
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La muestra “2007-2017: los años de la guerra” se inaugurará en Puebla el 21 de abril a las 18:30 horas en el taller Casa Click; es la primera que reúne a los cuatro mexicanos que han ganado el World Press Photo en el tema de violencia

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

“2007-2017: los años de la guerra” es como se titula la exposición realizada por la Cátedra Miguel Ángel Granados Chapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Cuajimalpa.

Se trata de una recopilación del trabajo fotográfico de 10 reporteras y reporteros gráficos que se dedicaron a cubrir de manera continua la violencia desatada en México desde el inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, a finales del 2006.

Lucía Vergara, curadora de la exposición, dijo a LADO B que la muestra nació de la inquietud de hablar del periodismo desde otras narrativas.

[quote_right]“Estamos construyendo el futuro, estamos haciendo las cosas a partir de esta violencia para una producción distinta del futuro de los medios, de la libertad de expresión”: Jacinto Rodríguez Mungía[/quote_right]

“Teníamos la inquietud de hablar de la violencia del narcotráfico pero desde los fotógrafos. Hablar de la guerra pero cambiar la narrativa. ¿Quiénes están ahí? Los reporteros que están todo el día con el tema, que estaban construyendo discursos diariamente con otra perspectiva más allá de la agenda mediática”, explicó.

La muestra, que se inaugurará en Puebla el 21 de abril a las 18:30 horas en el taller Casa Click (4 norte 1410, San Andrés Cholula), es también la primera que reúne a los cuatro mexicanos que han ganado el World Press Photo en el tema de violencia.

Lucía explicó que la presentación en Puebla de la exposición es parte del propio discurso de la muestra: son 10 fotógrafos cuyo trabajo refleja la violencia del narcotráfico desde los lugares donde ocurre, no desde la Ciudad de México; “son los que están todos los días en los estados, tratando de ver esta parte de violencia.”

La idea es que la exposición fuera contada desde los estados, que llegará a otros puntos y que los propios fotógrafos vayan a las exposiciones y platiquen de esa violencia.

Y otra de las particularidades de “2007-2017: los años de la guerra” es que cada fotógrafo decidió cómo contar sus propias historias y que hay una visión más allá de las víctimas mortales.

Los trabajos se enfocan en los “daños colaterales” (como los llamaba el ex presidente Felipe Calderón): las madres buscando a sus hijas e hijos desaparecidos, la violencia contra los migrantes centroamericanos, la violencia contra la prensa.

Foto: Mónica González.

“La idea era no hablar sólo de la muerte, sino de todo lo que no se estaba diciendo más allá de las víctimas letales. Que sea una exposición atractiva que no se enfoque a pura nota roja, sino contar la violencia a partir de otra perspectiva que no sea sólo muertos”, dijo Lucía Vergara.

Otro objetivo importante de la exposición es constatar la violencia no se ha acabado y que es algo que sigue, pero también se trata de que la exposición se convierta en una memoria a largo plazo.

La libertad de expresión en México

El periodista Jacinto Rodríguez Munguía, coordinador de la Cátedra Miguel Ángel Granados Chapa, dijo en entrevista para LADO B que el estado de la libertad de expresión en el país es producto de la construcción que durante años se gestó en el país, como un diálogo entre la prensa y los poderes, sin incluir a la sociedad. Pero esto ha cambiado y en estos últimos años una parte de la prensa se ha distanciado de la comodidad de los poderes.

En opinión de Jacinto Rodríguez, autor de La otra guerra secreta (Debate, 2007), el panorama para la prensa en México aún es complicado, pero los espacios digitales y el buen trabajo periodístico son opciones para ejercer la libertad de expresión.

“En mi opinión no va a ser fácil, no va a ser sencillo que esto se supere pero por otro lado nos queda una muy buen sabor de boca el hecho de que estemos viendo, leyendo a buenos periodistas, a generaciones de periodistas que están defendiendo la libertad de expresión de una manera distinta a como las generaciones pasadas nos negaron”, dijo.

Desde la Cátedra Granados Chapa y el periodismo en general se debe seguir trabajando, con precaución y cuidado, pero hay que seguir en el camino de un periodismo que investigue, que haga bien su trabajo.

Rodríguez Munguía dijo que hay que seguir haciendo “ lo que sabemos y creemos que es lo que corresponde a un país como el nuestro, un país limitado de sus libertades, y donde el periodismo  es un objetivo para quienes consideran que la libertad de expresión no es algo que valga la pena”.

“Nosotros estamos conscientes y muy convencidos que la libertad de expresión es lo que más tenemos y lo que mejor tenemos como periodistas e insisto: hay que hacerlo con todo el cuidado, con toda la precaución pero sin perder principios y por el contrario reforzar esto que le da un sentido de futuro al periodismo”, dijo.

En su opinión, si bien el escenario para la prensa no ha cambiado mucho, la existencia de espacios digitales modifica la dinámica entre poder y medios.

“Creo que esto cambia la correlación, aún cuando el poder político en ciertos momentos, particularmente los electorales, quiere ejercer una gran presión, ya no es posible, esta ya no es posible; pero los medios tradicionales están quedando rebasados, me parece que hace rato han quedado rebasados en cuanto a su tarea y responsabilidad con la libertad de expresión”.

Foto: Pedro Pardo.

Finalmente, en cuanto a la relación entre prensa y sociedad, que ha ido cambiando paulatinamente con el acercamiento de los medios a sus lectoras y lectores. Jacinto dijo que el trabajo que se está haciendo sobre todo en plataformas digitales está cambiando el valor de credibilidad que la sociedad da a la información.

“Eso va a impactar en todos lados, no sólo en que podamos tener una relación más directa de la sociedad con credibilidad sino que podamos tener un apoyo más amplio. Quizá no directo como esperaríamos que se viera en manifestaciones públicas defendiendo a periodistas, pero sí el solo hecho de que volteen a mirarnos, nos vayan considerando de otra manera a como consideraron a la prensa y los medios muchas décadas. Yo creo que eso es algo que tenemos que valorar mucho y en estos contextos de procesos electorales yo creo que es una gran oportunidad”.

El coordinador de la Cátedra Granados Chapa concluyó que lo que hay que seguir haciendo es un buen periodismo: de calidad, que siga principios éticos y que sea responsable. Pero que además los periodistas deben ser pacientes porque este reencuentro con la sociedad no va a ser a corto plazo, dada la anterior relación prensa y sociedad, basada en una comunicación directa entre el poder y los medios.

“La idea de una prensa vendida, de una prensa corrupta, que no hace bien su trabajo todavía es esa. Pero no es un destino manifiesto, no tiene por qué serlo, ni con el que tengamos que cargar para siempre. Generaciones de periodistas jóvenes están haciendo muchas cosas buenas. También mucha gente que tiene mucho tiempo en los medios. Y eso creo que va a modificar el futuro, estamos construyendo el futuro, en este momento estamos haciendo las cosas a partir de esta violencia para una producción distinta del futuro de los medios, de la libertad de expresión, no mirando a la sociedad como consumidora de información sino como con quien estamos también dialogando, con quien estamos creando las bases de un diálogo con la sociedad y no solamente como consumidores de nuestro trabajo.”

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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