Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]H[/dropcap]an pasado casi 20 años de aquella sórdida y maldita película noventera: Trainspotting, basada en la reconocida novela del escritor británico Irvine Welsh, y adaptada a cine tanto por el -en aquel entonces- novato Danny Boyle y el guionista John Hodge, la cinta aborda la historia de cómo cuatro jóvenes llenos de adicciones a las drogas, especialmente a las duras, ven al mundo desde el pequeño Edimburgo. Y rápidamente se volvió un clásico del séptimo arte. ¿La razón? Quizás fue su comedia negra, tan diabólica como divertida, y esa crítica a la sociedad, en especial la escocesa, la que la volvió, pese a todo… maliciosamente especial.

Cualquiera que la vea no queda indiferente, o la ama y la odia, pero no hay medias tintas para el metraje que definió la carrera de Boyle, pero de que es un clásico de eso no hay duda. Y aún ahora, el film sigue sumando fanáticos alrededor del mundo, tiene algo en sus entrañas que es hipnotizante. Un alma juvenil intentando gritarle al mundo o cagarsele encima, y ahí está el discurso con el que arranca la cinta, un discurso que te golpea directo al rostro:

[pull_quote_center]Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?[/pull_quote_center]

Entre el existencialismo de Dostoievski y el sobrevalorado Carpe Diem de La Sociedad de los Poetas Muertos. Un poco de inmadurez, pero de verdad. Un poco de locura y libertad.

Trainspotting es amada porque nos ha demostrado, de alguna surrealista y psicodélica manera, un espíritu de libertad que pocos se han atrevido a seguir. No por nada es ahora un gran referente, porque se ha impregnado tanto en la cultura pop que asusta. Y es quizás su argumento sencillo, lo único que necesitaba para conseguir semejante logro.

Pero el tiempo pasó e Irvine Welsh no desperdició la oportunidad. En el 2002 se estrenó la secuela literaria. Una novela de nombre Porno que tomaba la historia de Mark Renton tras el robo a sus amigos. Pero para su llegada al cine tuvimos que esperar casi dos décadas después del estreno de Trainspotting, de nuevo con Danny Boyle trás la cámara y John Hodge adaptando el guión. Con Ewan Mcgregor y todo el reparto original de la primera: John Lee Miller, Robert Carlyle y Ewen Bremner. Es decir, con todo el cocktail que hizo de la primera entrega el clásico que es hoy.

Pese a los evidentes años que le han pasado a cada uno de sus personajes. Pese a que ya no estamos en los 90s -puede que Trainspotting funcionara sólo y exclusivamente por su década- y que los conflictos sencillos que nos encantaron en aquel entonces ahora puedan parecer insuficientes… me alegra derrumbar la teoría de que esta secuela iba a ser tan absurda como innecesaria. Trainspotting 2 aunque con ciertas diferencias a la novela Porn, es un experimento efectivo que logra adaptarse a nuestra actualidad, algo tan complicado de hacer. Y lo mejor es que no replica el éxito, ni la historia, ni los arquetipos porque sencillamente no lo necesita.

Y aunque es un golpe seguro a la nostalgia, esta secuela no parece abusar de ella. Algo así como lo ocurrido con el The Force Awakens de J.J. Abrams, que parece más un remake o reboot que una secuela directa. Aún así, logró el éxito mucho antes de su estreno, cegándonos a todos -y en ellos me incluyo- con constante nostalgia y muy poca historia original. Trainspotting 2 en cambio, ha logrado desprenderse de la primera parte, y crear una interesante como profunda dimensión de personajes, nuestros protagonistas ya no son jóvenes engachados en las drogas como unico futuro posible. No se replica la historia -aunque hay flashbacks y aluciones a la misma- sino que se ofrece una aún más madura.

Algo que se le criticaba a la primera entrega era justamente eso: ¿qué ofrece la película además de jóvenes drogándose? Como si no alcanzaran a mirar su discurso contestatario, rudo y escatológico que nos ponían de frente ese puñado de adolescentes. Aquí, ese discurso contestatario, rudo y escatológico regresa pero con adultos, cuarentones pues, lo que muestra una evolución bastante interesante.

Muchos críticos, en cambio, han calificado a la secuela como algo aburrido justamente por ese detalle, los jóvenes dieron paso a los adultos y vuelven, dicen, a la cinta “madura pero poco interesante”. Pero Welsh y Boyle lo que ofrecen es un puente lógico y efectivo entre juventud y adultez. Una nueva historia con estos entrañables personajes que son capaces de darle una dimensión aún mucho más profunda a la libertad y por supuesto, al mundo de las drogas.

Algo que también es importante mencionar es la calidad con la que se nos presentan esta historia. Realmente se respira un aire a la Welsh. Un sello bastante familiar. Y que pese a semejante evolución, tanto de argumento como de personajes, el estilo de la primera Trainspotting se conserva con gran maestría. Las escenas psicodélicas, el surrealismo y la comedia negra siguen presentes y siguen cumpliendo su objetivo. Algo extraño, ya que Boyle rinde homenaje y crea nostalgia -cosa rara- a través de todos estos elementos y no replicando la misma historia en su secuela. Los simbolismos y las metáforas, el montaje y los tecnicismos, ése es el acierto más grande.

Las actuaciones de Ewan Mcgregor y John Lee Miller son excelentes. Sus personajes, Mark Renton y Sick Boy, logran un dueto bastante gracioso y funcional, sobre todo en una particular escena donde los veremos improvisar una canción tan alucinante como políticamente incorrecta. En cuanto a Spud, interpretado por  Ewen Bremner, se converte en uno de los mayores hallazgos del film, ya que es el más revelador de la secuela, mostrándonos secretos y protagonismo aún mucho más detallado que del propio Renton. Pero sin duda, el personaje de Robert Carlyle, Begbie, ha sido el más cuestionado de todos, porque termina siendo el villano de la película.

Muchos han criticado este punto de manera negativa, argumentado que Begbie sólo está en el guión con un solo propósito: venganza. Y pese a que en el 90% del film eso es lo único que éste busca, hay mucha dimensión del personaje, mostrándonos sus inquietudes, a su propio hijo y los temores que lo orillaron a convertirse en lo que es actualmente. En mi opinión, no es un personaje desaprovechado, todo lo contrario, es de los más importantes.

De esta manera, se agrega un personaje nuevo a las desventuras del grupo: Veronika, interpretada por la joven actriz búlgara Anjela Nedyalkova, que vimos en filmes como Avé o Paradise Suite. Pues bien, a diferencia de la mayoría que apunta que el personaje más desaprovechado fue Begbie, yo más bien creo que el de Veronika fue el que menos se desarrolló en esta historia. Así como fácil viene, fácil se va. Su profundidad es nula y pese al esfuerzo de crear una empatía con ella termina siendo francamente innecesaria para el argumento. Apenas y la conocemos, y termina convirtiéndose en la nueva Mark Renton. No cabe duda, el más grande altibajo del film.

Aunque la crítica aún sigue insatisfecha, dividiéndose como siempre ante una secuela más, dentro de la degradante era de las secuelas, precuelas, remakes o reboots, Trainspotting 2 no es en lo absoluto innecesaria ni mucho menos. Aunque es verdad que no ha superado a su primera entrega -ya que no estamos hablando sustancialmente del mismo argumento- esta secuela es capaz de llegarle al mismo nivel. El trabajo de Danny Boyle y John Hodge son realmente valiosos, creando algo tan complicado como una profundidad de personajes y argumento 20 años después de la entrega original. Sin duda, una de las mejores películas de la temporada.

Trainspotting 2, de vuelta al abismo…

Sinopsis

Han pasado 20 años desde que Mark Renton abandonara Escocia, y la heroína. Ahora, Renton vuelve a su Edimburgo natal con el objetivo de rehacer su vida y reencontrarse con sus amigos de toda la vida: David “Spud” Murphy, y Simon “Sick Boy” Williamson; al mismo tiempo que Francis “Franco” Begbie sale de la prisión con sed de venganza…