Lado B
Piezas Poblanas Perfectas
¡Pipopes!, es la abreviatura de un apodo que a nivel nacional se les dice a los poblanos, por cierto nada cariñoso, pues su significado es Pinches Poblanos Pendejos.
Por Susana Sánchez Sánchez @
12 de marzo, 2017
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Susana Sánchez Sánchez

@multiplesvoces

[dropcap]¡P[/dropcap]ipopes!, es la abreviatura de un apodo que a nivel nacional se les dice a los poblanos, por cierto nada cariñoso, pues su significado es Pinches Poblanos Pendejos. Algunos poblanos han querido resignificar el mote como Pieza Poblana Perfecta (hasta acá escucho las risas de los no poblanos, ¡qué gachos!).  Sin embargo, echándole un ojo a la historia de México, uno se topa con emblemáticos Pipopes, así como lo leyó: Piezas Poblanas Perfectas, ¿en qué círculo creen que están? No, no crea que en el de usted o el mío  que a duras penas andamos como la Bartola, estirando la lana para la renta, el agua, el teléfono y la luz, me refiero a auténticos ¡Pipopes!, de esos que han hecho historia en el círculo de la política, de la mano con algunos medios de comunicación.

En México las posibilidades de pertenecer a los grupos que ejercen el poder, tiene que ver en gran medida con el origen familiar de las figuras públicas que integran la esfera política o bien con su cercanía con el Partido Revolucionario Institucional, de donde han devenido otros partidos políticos. Por ejemplo, Manuel Ávila Camacho era hermano de  Maximino y Rafael, oriundos de Tezihutlán, Puebla, todos militantes del PRI y significativos en la historia política de Puebla y del país. Maximino Ávila Camacho, gobernador de Puebla en el periodo de 1937 a 1941, fue uno de los principales mentores de la carrera política de Gustavo Díaz Ordaz, un poblano recordado por presidir a México cuando ocurrió la matanza de jóvenes universitarios en 1968.

Otro poblano emblemático en la vida política del país y de Puebla, es Manuel Bartlett Díaz, un exmilitante del PRI a quien se le atribuye la frase “se cayó el sistema” en las elecciones presidenciales del 6 de julio de 1988, cuando él fungía como Secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral (CFE). Los conteos iniciales de aquellas elecciones iban a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato del Frente Democrático Nacional (ahora PRD), pero finalmente ganó el candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari.

Como gobernador de Puebla de 1993 a 1999, Manuel Bartlett Díaz, logró consolidar el poder del PRI a nivel mediático, lo que significó tener un aliado en los medios de comunicación o bien unos “críticos” silenciosos.

De acuerdo con entrevistas informales con periodistas poblanos, Manuel Bartlett Díaz sabía cómo dominar a los medios de comunicación, a través de la compra de publicidad y de las relaciones públicas que entablaba con éstos, a través de su equipo de comunicación social. El cuidado de la imagen política de M. Bartlett era tan controlada que incluso su equipo de comunicación le decía a la prensa desde qué ángulo fotográfico retratarlo en eventos públicos.

La compra de publicidad, las relaciones clientelares con la prensa disfrazadas de las relaciones públicas a través del equipo de comunicación social continuó así con los gobiernos de Melquiades Morales Flores (1999-2005) y Mario Marín Torres (2005-2011), al grado de que la prensa poblana se acostumbró al cobijo y buen trato de los gobiernos en turno. Por ejemplo el desayuno en la rueda de prensa, la rifa de viajes a fin de año o el pago del viaje a las giras del gobernador al interior del Estado (todas ellas actividades que implican gastos que las empresas mediáticas tendrían que absorber en la cobertura informática independiente), se convirtieron en acciones cotidianas y, a su vez, en la revelación a una prensa dependiente de la agenda del gobierno en turno.

En el caso del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas (2011-2017),  la historia de su familia tiene que ver con su incorporación en el campo político. En principio es nieto de Rafael Moreno Valle, quien formó parte de gabinete del presidente Gustavo Días Ordaz como Secretario de Salubridad y Asistencia y gobernó Puebla de 1969 a 1972; durante el gobierno de su nieto, el 2 de febrero de 2016, fue inaugurado, en su memoria, el Hospital de Traumatología y Ortopedia Doctor y General Rafael Moreno Valle.

[pull_quote_right]¿Por qué el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas es emblemático en la relación prensa-poder? En principio porque la alternancia política no ha significado una separación entre esa dicotomía, al contrario ha reflejado la alta dependencia que el periodismo tiene con la élite de poder desde los años 40, cuando se conformó el PRI, a través de la compra-venta de publicidad y del clientelismo[/pull_quote_right]

Rafael Moreno Valle Rosas, como militante del PRI fue titular de la Secretaría de Finanzas, cuando Melquiades Morales Flores fue gobernador de Puebla (1999-2005), tras este cargo, presidió la Fundación Colosio en Puebla y fue diputado a la LVII Legislatura del Congreso del Estado de Puebla, donde a su vez coordinó al Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, entre los años 2005 y 2006. De manera paralela, Rafael Moreno Valle Rosas entabló negociaciones con el Partido Acción Nacional (PAN), para dejar al PRI y adherirse como militante al PAN. En el año 2006, fue senador por el PAN, en la LX legislatura. En el año 2010, Rafael Moreno Valle Rosas era el candidato del PAN a la gubernatura del estado de Puebla, junto con la coalición Compromiso por Puebla, conformada por el PAN, PRD, Convergencia y Nueva Alianza.

¿Por qué el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas es emblemático en la relación prensa-poder? En principio porque la alternancia política no ha significado una separación entre esa dicotomía, al contrario ha reflejado la alta dependencia que el periodismo tiene con la élite de poder desde los años 40, cuando se conformó el PRI, a través de la compra-venta de publicidad y del clientelismo, pues los medios masivos de comunicación tradicionales (como el periódico, la radio o la televisión) difícilmente asumen la cobertura informativa desligada de las dependencias o instituciones gubernamentales, de hecho no existe un interés claro por querer generar temáticas independientes (exista o no un convenido publicitario de por medio) a los discursos del poder. Por ejemplo, en el caso de la prensa poblana, existe la costumbre de que el gobierno en turno es quien debe otorgar un ingreso económico anual a los medios de comunicación por concepto de publicidad, ello se puede ver representado en las relaciones que entablan las oficinas de prensa con los medios de comunicación, incluso hay una regla tácita de que los responsables de esas oficinas deben tratar bien a los periodistas, fotógrafos o directores, si quieren que su boletín o comunicado sea reproducido de manera similar al discurso oficial emitido.

¿Cómo ve? Dejo a su consideración enmarcar a la clase política y a algunos medios de comunicación poblanos entre las Piezas Poblanas Perfectas o los otros Pipopes. ¡Por favor, estimado lector, sea justo!

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