Lado B
Nocturnal Animals, el thriller definitivo del 2016
El 2016 -ese terrible y necrológico año- dejó filmes consagrados que son muestras claras y definitivas en cuanto a géneros cinematográficos.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
09 de marzo, 2017
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Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]E[/dropcap]l 2016 -ese terrible y necrológico año- dejó filmes consagrados que son muestras claras y definitivas en cuanto a géneros cinematográficos. Es el caso de la opera prima de Robert Eggers, The Witch, que fue consagrada casi en automático como la mejor película de horror del año. De ahí, la maestría y dedicación de Dennis Villeneuve convertirían a Arrival -la nominada al Oscar a Mejor Película- en la pieza fundamental de la ciencia ficción del 2016. Pero nos faltaba el thriller definitivo, la película de suspenso más arrebatadora e impactante de año que ya terminó… y no hay otra más, sin duda, ese título corresponde a Nocturnal Animals.

Lo que resulta curioso es que Tom Ford, el director de ésta película, es más conocido en el mundo de la moda que del séptimo arte, pues es un famoso modista perteneciente a la casa Gucci. Debutó como cineasta allá por el 2009 con su estupenda A Single Man -un interesante y peculiar drama de liberación gay basado en el libro de Christopher Isherwood-, y la crítica le dio el visto bueno desde entonces. Y ahora, con Nocturnal Animals, podría consagrarse como uno de los cineastas más prometedores en la industria, o bueno, eso es lo que se pensaba, ya que su más reciente film pasó prácticamente inadvertido en los pasados Oscares 2017.

https://youtu.be/sC9Zm1UJ7zs

Le ocurrió lo mismo que a Silence de Martin Scorsese o a la incomprendida Elle de Paul Verhoeven, cinta a la que muchos apostaban que fuese reconocida con almenos la nominación a Mejor Película. Sin embargo sólo alcanzó la imperceptible -pero bien merecida- nominación a Mejor Actor Secundario para Michael Shannon. Aún así, y en mi absurdo afán de seguir rescatando algunas piezas interesantes que probablemente fueron opacadas tanto por el musical de Damien Chazelle, La La Land, o por el -extraño y sin duda gracioso- ganador a Mejor Película: Moonlight, toca el turno del crudo pero siempre bellísimo film de Tom Ford.

Nocturnal Animals es una adaptación cinematográfica de la cruda novela del escritor estadounidense Austin Wright: Tony and Susan, publicada en 1993. El libro se convirtió en un éxito masivo desde su lanzamiento y volvió a Wright casi un referente de culto para la literatura norteamericana. Sin embargo, fue la adaptación a la pantalla que la novela volvió a re-editarse, ahora con el nombre de la película, para su venta mundial. De esta forma, trajeron de vuelta aquella impactante historia de amor y tragedia que sólo un público reducido de lectores tuvo la dicha de disfrutar… y sufrir al mismo tiempo.

El New York Times calificó a la novela de: “hipnotizante”, y es justo el adjetivo perfecto para describir su adaptación. Un hipnotizante y perverso recorrido a las entrañas de un pequeño infierno, pero infierno al fin. Y en ese “pequeño infierno” hallamos las profundidades de cada uno de sus personajes, tanto de sus trágicos pasados como de sus inconformes presentes. Todo gracias al fantástico y bien manufacturado juego de la metaficción, los embrollos mentales como las decadencias espirituales se irán develando a partir de la lectura de una novela. Así es, una historia dentro de la historia.

Y así, de la realidad -la historia de una mujer que lee la última novela escrita por su ex esposo- brincamos a la ficción -la historia de un hombre que busca desesperadamente a su esposa e hija luego de ser secuestradas- convirtiendo de este juego metaficcional en un sorprendente y turbio reflejo alegórico de los personajes. Universos completamente distintos, con situaciones lejanas, que tarde o temprano, tanto por las pasiones desenfrenadas de quienes las integran como por la crudeza en la que el drama termina resolviéndose, logran consolidarse como una escalofriante dualidad, mezquina pero francamente alucinante.

El poder de una lectura que es capaz de liberar demonios. El poder de una historia, aparentemente ficcional, que toma vida propia y se apodera de la realidad. Porque sí, de alguna forma el universo ficticio es más importante que el real. La balanza no miente, y seguro te recordará a algún film cumbre de David Lynch.

Lo más curioso de todo es que, pese a que la ficción -es decir, la novela dentro del film- sea lo más impactante, la narración no es complicada ni mucho menos, pero sus personajes vaya que lo son. Estos prácticamente le dan el peso del que la historia parece carecer. Por un lado tenemos a Michael Shannon, un personaje secundario que se vuelve en uno de los más elementales e icónicos. Te aseguro que se quedará contigo durante mucho tiempo. Y por el otro, nos acompaña nada menos que el fascinante Jake Gyllenhaal, quien interpreta un papel tan frágil, tan débil e impotente, que terminarás simpatizando con él de las peores maneras posibles.

De hecho, una de las cualidades que posee Nocturnal Animals radica precisamente en el personaje de Gyllenhaal -éste hombre que busca desesperadamente el paradero de su esposa e hija- ya que es el más realista de todos. Esto es lo curioso y sorprendente, porque el rasgo del heroísmo -uno de los elementos más usados en personajes protagónicos- no existe en él. Lo que vemos aquí es un personaje temeroso y fragmentado, nada más. A lo largo de la película ansiarás ver algo en él que probablemente nunca encontrarás, y eso es lo que vuelve el film en un malicioso thriller realista, porque sencillamente te hace comprender que todos actuaríamos de la misma forma. Gyllenhaal es, sin duda, uno de los actores que de verdad merece un Oscar actualmente.

Y bueno, no podemos dejar a un lado a Amy Adams, que se está convirtiendo en una de las favoritas de la crítica. De hecho, entre las tantas inconformidades que hubo en los últimos galardones es que ella no recibió una nominación a Mejor Actriz por su trabajo en Arrival. Y luego de verla en Nocturnal Animals, sin duda, la decepción está más que justificada. Su participación en estos filmes ha sido destacable, resulta sorprendente que haya pasado desapercibida. Sobre todo por la forma en que ésta actriz tuvo que prepararse para interpretar el papel de Susan -la mujer que recibe la novela de su ex esposo- y que vale la pena escuchar de sus propias palabras.

El film, como hemos explicado, es plenamente simbólico. Y es por ello que uno de los elementos en los que decae -rara vez, pero lo hace- es justamente por sus simbolismos obvios. En más de una ocasión el film pareciera redundar con el personaje de Amy y Gyllenhaal para que no quedara ni una sola duda del sufrimiento y el dolor que estos personajes ocultan en sus vidas. El problema aquí es que tanta obviedad resulta, a ratos, un poco molesta. No hay espacio para la ambigüedad, y aunque para muchos esto no sea un punto negativo les aseguro que una historia de ésta clase de manufactura, le hubiese dado un toque perfecto. Aún así, su desenlace retoma la fuerza con la que comenzó.

De hecho, y si me permiten agregar, los primeros 30 minutos se han convertido para mí, como uno de los mejores arranques en thrillers de los últimos años. Y no estoy exagerando. Desde el comienzo la película te inserta en las entrañas -con cuidado, sutil, despacio- un irreconocible malestar que crece tras cada minuto. Al final, temo decirte… no explotas, todo se queda adentro. Y eso es lo mejor. O lo peor. No sé.

Nocturnal Animals, el thriller definitivo del 2016.

Sinopsis:

Susan Morrow, una mujer que tras abandonar a su primer marido, un escritor inédito, vive ahora con un médico. De repente recibe un paquete en el que descubre la primera novela de su ex, quien en una nota le pide que por favor la lea pues ella siempre fue su mejor crítica. A medida que se sumerge en la narración, termina hechizada por este relato, síntoma evidente de que a la nueva vida de Susan le falta algo y que deberá explorar en su pasado para saber qué es lo que le impide seguir adelante.

https://youtu.be/0esZ89LtPYc

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com

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