Dra. Laura Angélica Bárcenas Pozos

[dropcap]E[/dropcap]n los últimos días he estado realizando un trabajo que me ha llevado a las escuelas de Educación Media Superior (EMS) más pobres y establecidas en comunidades con menos de 2,500 habitantes, que el gobierno considero necesario establecer para que se cumpliera el propósito de la educación obligatoria que ahora es hasta este nivel y para asegurar que muchos jóvenes cursen y tengan posibilidades de acceder a la educación superior o al mundo laboral de la mejor manera posible.

Aunque esta es una medida considerada necesaria y adecuada, los profesores y estudiantes se enfrentan a diversos problemas para lograr la tan ansiada “calidad” en la educación. Empecemos por la infraestructura que es la más notable y la que se percibe a simple vista. Muchas de estas escuelas no tienen un plantel propio y lo comparten con una escuela secundaria o están utilizando instalaciones de alguna presidencia municipal o se instalan en una casa, esto último es el menor de los casos. Compartir instalaciones ha sido todo un problema, cuando se trata de hacerlo con alguna secundaria, dado que ésta estaba primero, los docentes y estudiantes de este nivel consideran que las instalaciones son suyas y se sienten invadidos, les prestan algunos salones a los de bachillerato, pero no les dan acceso a laboratorios, por ejemplo. Los profesores tienen espacios poco adecuados para sus momentos de descanso y generalmente, se cuenta con agua y luz, pero no con internet. Los muchachos de los bachilleratos no sienten que ésta sea su escuela, pues son blancos de reclamos constantes por los profesores de las secundarias.

Otro problema, es que hay pocos profesores para atender a estos alumnos, generalmente son tres, uno se encarga del área disciplinar de ciencias, otro del área de comunicación y el tercero del área de ciencias sociales. En estos casos uno de los profesores cumple con las funciones de director y debe ser apoyado por sus compañeros en sus labores académicas cuando tiene que salir a hacer trámites administrativos a la SEP o cuando tiene que atender a llamados de la supervisión o cuando tiene que reunirse con el presidente municipal para gestionar infraestructura para la escuela. Dada esta organización en la escuela, muchas veces el profesor no tiene la formación disciplinar para impartir todas las asignaturas de su área disciplinar. En otras escuelas he encontrado una planta docente más amplia, cinco profesores, los docentes imparten menos asignaturas, pero algún profesor sigue haciendo las funciones de director y recibe una paga mayor. La mayoría de estos docentes están contratados por medio tiempo y los directores por tres cuartos de tiempo, por lo tanto ninguno tiene tiempo completo. Hasta ahora en ninguna de estas escuelas he encontrado personal de apoyo administrativo.

[pull_quote_right]La mayoría de estos docentes están contratados por medio tiempo y los directores por tres cuartos de tiempo, por lo tanto ninguno tiene tiempo completo. Hasta ahora en ninguna de estas escuelas he encontrado personal de apoyo administrativo[/pull_quote_right].

En cuanto a los alumnos, resulta interesante el empuje que se observa en ellos, las ganas de aprender, tal vez no los contenidos de la escuela, pero sí de aprender de sus profesores. Muchos de ellos están en la escuela para irse de la comunidad lo más pronto posible para encontrar empleo y ayudar a sus familias económicamente. Otros, pero no tantos, quieren continuar sus estudios universitarios y hablan de presentar examen en alguna universidad pública o en algún tecnológico regional. Algunas de ellas son madres y ya tienen pareja, estudian el bachillerato para encontrar un trabajo y ayudar a sus parejas en los gastos de la reciente familia. Todo ellos ven en el bachillerato una oportunidad para avanzar en su formación y en sus vidas.

En la relación pedagógica es donde se observan los mayores problemas, por ejemplo, los alumnos narran que las prácticas de sus profesores son poco adecuadas para desarrollar aprendizajes, es decir muchos de ellos les dictan, leen con ellos y les piden que subrayen lo que el profesor considera importante, hay poco diálogo en las clases y casi el único recurso didáctico es el libro de texto. Mientras que los docentes aseguran que no dejan tarea o dejan muy poca porque los alumnos no la hacen, que los alumnos no tienen los conocimientos previos necesarios para aprender lo que está establecido en los planes de estudio, que su nivel de lectura es muy pobre y que tienen muy pocos hábitos escolares.

Los docentes aseguran que hacen los mejores esfuerzos para que estos muchachos aprendan algo, avancen en su formación, desarrollen algunas habilidades que les permitan incorporarse en el mundo laboral o ingresar a la educación superior. Este esfuerzo se nota, pues muchos profesores dejan a sus familias todas las semanas para vivir en la comunidad donde está inserta la escuela porque es de difícil acceso, dado que están ahí, aprovechan el tiempo no escolar para apoyar a sus estudiantes, ofreciéndoles asesorías o desarrollando proyectos comunitarios. Otros van y vienen diario, pero recorren muchos kilómetros en transporte público e invierten mucho tiempo en viajar para llegar a la comunidad. Muy pocos se trasladan en auto propio. Además, responden a la capacitación y formación que ofrece la SEP en tiempo no escolar, que nadie les retribuye económicamente, preparan sus clases y asisten a reuniones de academia para seguir trabajando con el colectivo de docentes de la institución en pro de sus estudiantes.

Este proyecto de los bachilleratos en comunidades apartadas tiene muy buenas intenciones, pero muchos problemas y muy pocas posibilidades de obtener lo que se ha propuesto, pues no están dadas las condiciones para que esto se logre. Las autoridades tienen un gran reto pues no basta con instalar escuelas, hay que equiparlas y dar condiciones a los profesores para que desarrollen de la mejor manera posible su labor. Ellos están ahí haciendo sus mejores esfuerzos y dando lo mejor de ellos mismos para que esta meta se logre, pero falta que el Estado invierta más en educación.

[quote_box_left]La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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