Lado B
Krudas Cubensi: rap feminista, queer y activista
Música "sanadora, empoderadora, contagiosa, cósmica y rica para disfrutar" es la que trajo este par a Puebla hace tan sólo unos días
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
26 de enero, 2017
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Krudas Cubensi-3

Foto: Luis Colchado

Ámbar Barrera

@Dra_caos

Odaymara Cuesta, piel oscura, voz potente y tatuaje en la barriga, le escribe poemas a su barba rizada y entona un rap que empodera su cuerpo: “A mí que me digan gorda, redonda, esfera… ¡Vivan las gordas sin domesticar!”.

Olivia Prende es alta, el delineado de sus cejas y sus labios se curvan cuando sonríe, teatraliza en el escenario, e invita a la gente a corear sus rapeos: “¡Yo me rebelo, contra el poder del sistema, me rebelo!”.

Ellas son Krudas Cubensi, dos raperas cubanas avecindadas en Estados Unidos que visitaron Puebla hace unas semanas.

Fue el pasado 14 de enero cuando Krudas Kubensi se presentó en el escenario de Karuzo Bar (11 oriente 218, Puebla). Esa noche unas 50 mujeres ya esperaban a las raperas con gritos y consignas, de esas que se escuchan en marchas feministas.

“Es hora de mostrar escondidos amores, ya basta de callar, ya basta de dolores. Vive el arcoiris con todos sus colores”, dice la canción de Poderosxs, y en el coro todas las asistentes entonaban con potencia: “¡Poderosas, todas somos poderosas!”.

“Era un verano caliente en La Habana Cuba. Corría el 1996…” dice la letra de una canción en un dico de las Krudas Cubensi. “Juntas dos cubensi, que mezcla embrujada” dice otra canción. Dos poderosas cubanas, ambas vegetarianas, lesbianas y disidentes se encontraron en 1996 y comenzaron a hacer teatro comunitario. Hoy, Odaymara Cuesta y Olivia Prende son veganas, queers y  raperas que se dirigen sobre todo a un público feminista y al colectivo LGBTTTI.

En 1998 Krudas Cubensi se presentó por primera vez en la escena rapera de Cuba en el Festival de Rap de Alamar, donde hicieron contacto con personas de otros países y en cuestión de tiempo recibieron invitaciones para presentarse fuera de la isla.

Pero en Cuba les fueron negados los permisos para viajar y llevar su música a otras latitudes, así que emigraron a Estados Unidos en 2006 acogidas, como muchos otros ciudadanos cubanos, por la política migratoria (recientemente cancelada por Obama) de “Pies secos, pies mojados”.

El nombre de Krudas Cubensi es, como ellas mismas cuentan, una forma de representar su realidad y su identidad: la crudeza en la realidad de mujeres cubanas, emigrantes en su propio país, de clase obrera y de madres divorciadas.

–Krudas porque cruda es nuestra realidad, lo que decimos, cruda es nuestra vida, así como nuestra felicidad y nuestro gozo –dice Odaymara en entrevista para LADO B.

–Y porque somos feministas pero también nos gusta romper estereotipos y entonces, ¿por qué no tomar la masculinidad, ser rudas? Entonces en este caso somos crudas porque no somos refinadas o procesadas, somos más bien como naturales –complementa Olivia.

Lado B (B): ¿Cómo definirían su música?

Odaymar (OD): Sanadora, empoderadora, contagiosa, cósmica, rica para disfrutar.

Olivia (OL): Afrocaribeña, psicodélica, futurista.

B: ¿Por qué mezclar la música con el activismo feminista?

OL: Porque es la única opción que tenemos, sale así natural, es como somos. Es la manera más hermosa que tenemos para mejorar al mundo nuestro y es importante para la educación de muchas generaciones. El arte es una herramienta que todas las personas pueden usar y es hermosísima.

OD: Pienso también que porque nuestra música es autobiográfica, es testimonial, como traducir en prosa, en lírica o en poesía lo que nos pasa en nuestra vida, pero al mismo tiempo refleja nuestras realidades y toca a muchas personas que se sienten identificadas. Tú preguntas por qué mezclarlo, pero para mí está indisolublemente junto.

OL: Tanto en el arte como en el activismo estamos tocando muchas esquinas. Somos interseccionales, dentro de nosotras tenemos muchas identidades que coinciden con mucha banda: somos veganas, lesbianas, queer feministas.

OD: Vivimos nuestro activismo a través de nuestro arte y nuestro arte a través de nuestro activismo. No hay otra forma de hacerlo.

Durante su presentación, la última canción fue la más aclamada y la más coreada. Esa canción es Mi cuerpo es mío y contiene una decena de consignas feministas mezcladas con rap y ritmos caribeños: “Ni amo, ni estado, ni partido ni marido”, “Desde inmemorables épocas tuvimos grandes hazañas, mujeres de letra y de maña. Negras heroínas, blancas, chinas, todas chamanas, indias hermanas, luchando por un mejor mañana”, “¡Mi cuerpo es mío! ¡Mi cuerpo es mío!”.

B: ¿Sería posible describir en una sola palabra lo que sienten con lo que hacen?

OD: Renazco.

OL: Orgásmico.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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