Lado B
Savaged, la moderna The Last House of The Left
El género fantástico y/o de horror cinematográfico posee innumerables subgéneros que se han ido añadiendo a la lista luego de sus repentinos éxitos.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
17 de noviembre, 2016
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Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap]E[/dropcap]l género fantástico y/o de horror cinematográfico posee innumerables subgéneros -productos de casualidades o curiosos experimentos- que se han ido añadiendo a la lista luego de sus repentinos éxitos. De ahí que Night of The Living abriera el, ahora desgastado, subgénero del cine zombie en 1968. Que el The Exorcist de Friedkin fuera el listón más alto en el subgénero de posesiones aún hasta nuestros días o bien, que The Blair Witch Project convirtiera el legado de Häxan y Cannibal Holocaust en el famoso, desgastado y predecible Found Footage.

En la crítica de Cheap Thrills, por ejemplo, hablábamos que Michael Haneke inauguraba el curioso subgénero de los Juegos Sádicos en 1997 con su aclamada Funny Games. Bueno, hoy hablaremos de otro subgénero que aunque un tanto olvidado es casi un emblema en la historia del cine de terror: Rape and Revenge -Violación y venganza- que inauguró, por si fuera poco, uno de los maestros más prolíferos en el género. El ya fallecido autor intelectual de A Nightmare on Elm Street: Wes Craven. De hecho, con su escabroso legado le seguirían diversas películas intentando emular tanto la crudeza como la crítica política que poseía en su interior.

Hablé de ella en mi top: Las 7 mejores películas de Wes Craven. The Last House of the Left (1972) no sólo es ahora la madre de las Rape and Revenge, sino también la opera prima del propio Wes. Y tan polémica fue su incursión al cine que llegó a considerársele incluso como una de las películas más prohibidas de toda la industria. ¿La razón? Pueden ser varios motivos, pero lo que la consagró de tal manera fue una de sus tantas escenas: la explícita -pero ya mítica- violación en el bosque. Aunque hay críticos que acusan al director de plagio, debido a que existe una escena similar en El Manantial de la Doncella (1960) de Bergman.

Pero no perdamos del vista el contexto social, en aquellos años se desarrollaba la Guerra de Vietnam (1955-1975) y varios directores usaron el género del horror para crear una fuerte crítica política y social. Según Craven, The Last House of the Left respondía con violencia a una época irremediablemente violenta. Un film contestatario capaz de representar, con crudas escenas e inquietantes alegorías, un momento histórico bastante obscuro para la humanidad. De hecho, filmes tales como Pink Flamingos (1972) de John Waters  o  The Texas Chainsaw Massacre (1974) de Tobe Hooper pueden ser considerados dentro del mismo paquete, este tipo de películas poseían una poderosa pero transgresora alma visceral.

En medio del conflicto bélico es que el subgénero Rape and Revange, y su evidente trasfondo político, adquirió mayor notoriedad. Por ejemplo, la que es considerada la versión inglesa de la infame The Last House of the Left es Straw Dogs de Sam Peckinpah protagonizada por Dustin Hoffman y Susan George. Un film que curiosamente también es recordada por su escena de la violación, aunque no encajaría del todo en el subgénero. Sin embargo, para 1978 se filmaría I Spit on Your Grave de Meir Zarchi que contaba con una sustancia bastante similar a la opera prima de Craven. Y ambas se volvieron emblemas del horror setentero.

Tanto The Last House of the Left como I Spit on Your Grave fueron reversionadas en el siglo XXI. La primera en el 2009 de la mano de Dennis Iliadis y la segunda, un año después, bajo la dirección de Steven R. Monroe.

Y aunque ninguna de estas terminó convenciendo a la crítica -debido a su explícita crudeza- el remake de Monroe vaya que gustó a los más fanáticos. A la fecha cuenta con tres secuelas que el clásico setentero siquiera poseía, una más violenta y visceral que la anterior. Y he aquí una grata curiosidad: existe un film que muchos han consagrado como una cuarta parte, sin embargo aclaremos, es independiente de esta grotesca trilogía.

Savaged del director Michael S. Ojeda es nuestra cita de hoy. Un film del 2013 que ha pasado desapercibido a nuestros días pero que ahora mismo intentaré recuperar por el bien de todos.

Si tuviera que definir a Savaged de alguna manera esa sería sin duda: como la moderna The Last House of the Left. Responde con maestría, con cada una de sus reglas y rudimentos, al tan infame subgénero del Rape and Revenge. De momentos incluso recordándonos al clásico I Spit on Your Grave del 78, por lo que no sorprende entonces que muchos la hayan confundido como una especie de cuarta parte. Sin embargo, Savaged no es meramente violación y venganza. Existe algo en su manufactura que salta a la vista y hace que se rompa el famosísimo estilo de Craven y Zarchi, el elemento sobrenatural.

He aquí una intensa e inesperada vuelta de tuerca que algunos no han terminado de digerir del todo, pero otros -y con ellos me incluyo- la tomamos como una propuesta fresca y completamente alucinante. Lejos de los modestos remakes que se le han hecho a este tipo de películas, no ha habido un regreso memorable ni mucho menos original. En comparación al fracaso de Eli Roth que intentaba poner de vuelta a los caníbales con The Green Inferno, Savaged no sólo ha añadido un eslabón más al sangriento Rape and Revenge, sino que también se ha atrevido a innovar cuando nadie lo hacía.

Éste dichoso elemento sobrenatural ha hecho que los más críticos rechacen la propuesta por considerársele poco creíble, pero otros más la han elevado tanto que la consideran ya una joya del horror contemporáneo. Una especie, dicen por ahí, de “The Crow Femenino”. Y es que algo hay de cierto en ello. Veamos: en el film de Craven, por ejemplo, los antagonistas dan por hecho que asesinaron a la chica y deciden continuar con sus vidas. De igual forma en el film de Zarchi. Sin embargo, que las chicas volvieran para cometer venganza contra sus verdugos no era atribuido jamás a algo sobrenatural, sino sólo a un golpe de suerte para ella, y bueno… a uno muy malo para ellos.

Con el Savaged de Ojeda la regla se rompe. Existe un motivo dentro de la película por lo cual la chica vuelve a la vida, eso que ni qué, pero termina convirtiéndose en una especie de zombi -porque sí, se va pudriendo tras cada minuto- con hambre de venganza. He aquí donde los subgéneros del Cine Zombie que inició Romero y del Rape and Revenge que configuró Craven se unen para crear este excéntrico híbrido.

No resulta increíble que el argumento de Ojeda cruce la frontera de la Serie B, pero eso sí, sin morir en el intento. De hecho, si la sola idea de volver de la tumba como una especie de zombie vengativo te parece ridícula, tampoco es que sea tan nuevo. Ha habido algunos intentos bastante aceptables. El Return of the Living Dead 3 de Brian Yuzna, por ejemplo, hizo un experimento similar en el 93, sólo que la temática de ésta iba hacia otro lado, una historia de amor tragicómica con muertos vivientes. O bien, el Stitches de Conor McMahon que además de mezclar todos estos elementos añadiría, por si fuera poco, el subgénero de los payasos asesinos. Odisea de tripas y diversión.

Savaged simboliza ya un soplo de aire fresco para el género de terror en general, y claro, una fantástica propuesta en los filmes Rape and Revenge. Desquiciada, violenta, desinhibida y sumamente entretenida… aunque no es para todos. ¡La moderna The Last House of The Left!

Sinopsis:

“Una joven sordomuda es víctima de una brutal paliza y abandonada prácticamente muerta por una banda criminal, siendo encontrada por un brujo indio, que trata de salvar su vida. Sus esfuerzos por salvarla dan un giro desastroso cuando por error permite que el espíritu vengativo de un guerrero apache habite su cuerpo sin vida.”

https://youtu.be/BrLXUvKtUG0

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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