Well it’s all right, even if you’re old and gray
Well it’s all right, you still got something to say
Believe ir or not, este supergrupo –que las nuevas generaciones quizá no conozcan tanto– se originó gracias a un Lado B.
No tiene mucho sentido contar aquí lo que se puede leer en Wikipedia. Baste mencionar que todo empezó con una visita de George Harrison, Jeff Lynne y Ray Orbison al estudio de Bob Dylan para palomear y grabar el B-Side de “This is love”, single del Beatle, quien fue por su guitarra a casa de Tom Petty y decidió invitarlo al jam. Les gustó tanto el resultado que grabaron dos discos juntos: Traveling Wilburys Vol. 1 y Vol. 3. Así es, no hay Vol. 2.
El documental “The True History of The Traveling Wilburys” muestra cómo, sin ninguna intención cósmica más que la de hacer música, cinco amigos se reúnen a crear. Porque no todo arte se hace en la soledad de la torre, en el minuto 6:12 Harrison cuenta su sorpresa ante la forma en que Dylan compone y escribe, al vuelo y con letras como arañitas sobre el papel, pero chingón.
https://www.youtube.com/watch?v=nTZiWlsw1Iw
Mi recomendación es más bien sucinta y descalza: plebeya, pues, como seguro los puristas consideran a quienes aplaudimos el Nobel de Dylan. Escucha aquel par de felices discos e imagínalos como parte del soundtrack del día en que ese gringo viejo, con su sola obra premiada, nos hizo cuestionar el quehacer de una institución: ¿no es esa una de las chambas del rocanrol, acaso?
La letra de “End of The Line” ilustra bien el espíritu de este 13 de octubre y la rola, claro, hace mover la patita. Larga vida a Lucky (o Boo) Wilbury.
Well it’s all right, even if the sun don’t shine
Well it’s all right, we’re going to the end of the line
Adrianisima
Deliciuss es un restaurante recién inaugurado en el centro histórico. Hace unos días decidimos variarle un poco a la selección Godinez y comimos ahí. La experiencia valió la pena, todo estuvo rico: probamos pipián, adobo y envueltos de mole (el mole estaba un poco pesado). Tomamos agua de guanábana muy sabrosa y de postre helados de vainilla y crepas de cajeta, de-li-cio-sas.
Aunque sean super famosos en la CDMX, yo no los conocía y confío en que esta recomendación dé luz a algunas almas que anden por el ex Distrito Federal. Los Tacos El Chupacabras mejor conocidos como «El Chupas», son tacos de bisteck, cecina y chorizo, una vez que te sirven tus tacos puedes pasar a despacharte la cantidad que quieras de frijoles, papas, nopales y/o salsa que, por cierto, no tiene desperdicio. Una de las cosas más bellas de este lugar es que asiste todo tipo de gente, y aunque es muy concurrido me parece que el servicio es rápido. Diría que son ideales después de una noche de fiesta, pero en su FB dicen que está abierto casi las 24 horas.
Marlene Martínez