Mtra. Daniela Ramos Jiménez

[dropcap]C[/dropcap]uántas veces hemos escuchado sobre la importancia de una correcta hidratación, las recomendaciones de agua que debemos tomar y las bebidas que nos pueden ayudar en casos de deshidratación severa, pero ¿qué tanto sabemos de lo que estamos tomando? ¿De verdad las bebidas que tomamos son necesarias y útiles?

En los últimos años las bebidas hidratantes diferentes al agua simple se han hecho cada vez más populares y tienen su origen en el futbol americano desde 1965, pues se pudo constatar que la correcta hidratación mejoraba el rendimiento de los jugadores aún después de estar en juego por más de dos horas (PROFECO, 2011).

En la actualidad existen en el mercado diversas marcas de este tipo de bebidas diseñadas principalmente para los deportistas de alto rendimiento, que por definición se considera aquella persona que realiza una actividad intensa y que su vida está dedicada al deporte, donde su actividad es en gran parte del día es decir de 8 a 12 horas de entrenamiento seis días a la semana o en periodo de competencia hasta siete días a la semana, con lo cual nos da una idea del desgaste que presenta el cuerpo de dicho deportista por lo que la pérdida de electrolitos y agua es importante.

Pero… ¿Qué son los electrolitos? Cuando una persona suda después de haber realizado alguna actividad física la energía que se gasta se convierte en calor, y este calor se debe eliminar de lo contrario presentaríamos problemas de salud, por lo que para regular dicha temperatura nuestro cuerpo está diseñado para perder agua en forma de sudor y es por eso que nos deshidratamos.

Sin embargo, durante dicha pérdida no solo se elimina agua sino también electrolitos, que son minerales necesarios para el funcionamiento del organismo como por ejemplo el sodio, potasio, magnesio, etc., necesarios para la contracción y relajación de nuestros músculos.

Con lo anterior, podríamos pensar entonces que cada vez que sudemos necesitamos una bebida hidratante o deportiva, pero esto no es así, en realidad el tipo de bebida debe estar definida principalmente por el nivel de deshidratación que a su vez depende de varios factores, no sólo de la intensidad de la actividad, sino también la ropa, el clima, la altitud y el lugar donde se esté realizando la actividad. Por ejemplo pensemos en una persona que esté compitiendo en una maratón (correr por 42 km) en Acapulco, entonces entenderíamos la necesidad de rehidratar a dicho corredor debido a que la actividad que está realizando es intensa, a comparación de una persona que sale a correr por una hora con intervalos de descanso de 15 min en Puebla, aquí los factores del clima, altura y la propia actividad nos indican que no es necesaria la toma de bebidas deportivas simplemente con tomar agua es más que suficiente para reponer las pérdidas durante el ejercicio.

Por desgracia es muy común observar personas que después de entrenar por media hora u hora y media, tres veces por semana les gusta rehidratarse con este tipo de bebidas cuando en realidad lo que necesitan es agua simple. Entonces la pregunta surge, bueno pero si la bebida tiene agua y electrolitos entonces ¿Cuál es el problema?

El problema radica en que también este tipo de debidas contienen azúcar, ya que un objetivo de estas bebidas además de hidratar es reponer un poco de la energía gastada durante la actividad, es ahí el origen dulce del producto, por lo general estas bebidas aportan alrededor de 15 g de azúcares por cada 240 ml por lo que beber una botella de 800 ml nos estaría portando 49.5 g de azúcar equivalente a 10 cucharaditas cafeteras, entonces que no les sorprenda el  por qué a pesar de estar haciendo ejercicio no estén obteniendo los resultados que esperados. Esta cantidad de azúcares para un deportista son necesarios sin embargo para una persona que hace ejercicio por salud o de manera amateur en realidad no son necesarias.

Otro punto a tomar en cuenta es la importancia del sodio en las bebidas hidratantes, inclusive el agua simple, ya que el sodio contribuye en el paso del agua a través del intestino grueso y a su  vez ayuda en la absorción de los hidratos de carbono en el intestino delgado, por lo que tomar bebidas como agua simple sin sodio no contribuye a la hidratación correcta y mucho menos en situaciones en las cuales se esté presentando una deshidratación por calor o por actividad física.

[quote_box_left]La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.

Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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Por todo lo anterior, queda claro que es importante observar lo que estamos bebiendo, criticamos lo que comemos pero las bebidas no, por lo que las recomendaciones son que si hacemos algún tipo de actividad intensa lo mejor es consultar a un nutriólogo en el deporte que nos recomiende el mejor método para rehidratarnos dependiendo del tipo de actividad que estemos realizando, y si realizamos actividad física amateur lo mejor es siempre hidratarnos con agua simple y comer correctamente, ya que como siempre lo más importante es “Aprender a COMER, para estar BIEN”.