Termina una era de la administración pública brasileña caracterizada por un importante cariz social: Érick Fernández, coordinador de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la IBERO y analista de Ibero 90.9 FM

Prensa Ibero

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Con la destitución de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, se pone fin a una era de la administración pública brasileña caracterizada por un importante cariz social.

Así lo apuntó el maestro Erick Fernández Saldaña, coordinador de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana, respecto al proceso de destitución de Rousseff, quien recibió 61 votos a favor y 20 en contra, lo que confirmó como presidente de Brasil a Michel Temer, quien seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019.

[quote_right]Basta ver en el componente de los votos, pues buena parte de los senadores provienen de una tradición poco demócrata[/quote_right]

Al respecto del juicio político a la ahora ex mandataria, que tuvo una duración de más de ocho meses, el internacionalista precisó que se trató de un debate interesante, en el que más allá del género, los temas centrales fueron la administración pública y la corrupción.

Sin embargo, el también locutor de Ibero 90.9 FM no dudó que algunos senadores que votaron por la destitución de Dilma tengan una mirada misógina:

«Basta ver en el componente de los votos, pues buena parte de los senadores provienen de una tradición poco demócrata. Son los últimos estertores de un régimen autoritario, que hoy reaparecen con argumentos surgidos de los primeros años de la década de los sesenta, en el inicio de la dictadura en Brasil, con componentes como orden, paz, tierra y familia».

De esta forma, «los recursos procedimentales de la democracia se hacen presentes, pero las razones no son tan claras» en el caso brasileño, dijo.

Añadió que, curiosamente, el expresidente Fernando Collor de Mello, quien hace 24 años fue destituido del mismo cargo tras un juicio político, votó a favor de la separación de Rousseff.