Foto: Marlene Martínez

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

El 30 de julio el ayuntamiento de Puebla encabezado por Luis Banck anunció modificaciones en el crucero del Bulevar 5 de Mayo y el Bulevar Valsequillo, una de las intersecciones viales más peligrosas de la ciudad.

El gobierno municipal dijo que las modificaciones fueron “reorientación y colocación de nuevos semáforos, así como sincronización efectiva en los mismos, y delimitación de cruces peatonales e instalación de señalización horizontal y vertical en varios puntos estratégicos», sin embargo los cambios no son suficientes, coincidieron Dafne Borromeo y Armando Pliego, de los colectivos A Pata y Cholula en Bici, respectivamente.

En un recorrido hecho por Lado B encontramos que aún hay un crucero sin semáforo peatonal justo debajo del puente del distribuidor, por lo que peatones y ciclistas tienen que arriesgarse pues no saben de dónde vienen los vehículos o en qué momento. 

Dafné Borromeo, del colectivo A Pata que se dedica al tema de movilidad peatonal, dijo que aunque es bueno este primer acercamiento del ayuntamiento para mejorar la situación, no es suficiente.

A Pata considera cinco criterios para que caminar por una vialidad sea ideal: la legibilidad (que se pueda leer fácilmente un crucero en cuanto a señalética y dirección), accesibilidad, seguridad vial, seguridad personal, confort y estética. Lo que se hizo fue avanzar en legibilidad al marcar zebras peatonales y pintar los cruceros, además de sincronizar los semáforos. Pero es el único punto que se ha cubierto. Borromeo dijo que los cruceros peatonales están cortados por camellones y que las pendientes para sillas de ruedas son todavía muy inclinadas.

Particularmente en dos cruces sobre la calle 5B sur, el semáforo peatonal está sincronizado con el vehicular, por lo que cuando el peatón cruza, los coches y las más de 7 rutas de transporte público siguen pasando, por lo que para cruzar hay que correr y sortear el paso de los vehículos motorizados.

Foto: Marlene Martínez

Las modificaciones hechas por el Ayuntamiento tampoco consideraron al cien por ciento a las personas con alguna discapacidad visual o motriz. Sólo en seis cruceros hay guías podotáctiles que además terminan abruptamente, y los semáforos peatonales no emiten sonido para quienes no ven.

Armando Pliego Ishikawa, del colectivo Cholula en Bici, acompañó a Lado B en el recorrido y reconoció como positivo el cambio en las sincronizaciones de los semáforos. Pero dijo que el crucero sigue siendo peligroso.

“Vemos que hay una falta de accesibilidad bastante notable, en prácticamente todas las esquinas, no todas cuentan con rampas y las que sí cuentan con rampas o todas están obstruidas o no tienen las pendientes adecuadas para que una persona en silla de ruedas pueda utilizarlas; las huellas podotáctiles que se encuentran habilitadas en algunas secciones de la banqueta son discontinuas, están mal hechas o se encuentran rotas o digamos después de la esquina pierden continuidad y entonces dejan en este caso al usuario, que sería una persona ciega, lo dejan a su merced, sin poder garantizar que tenga un tránsito seguro por las banquetas de la zona”, dijo.

Foto: Marlene Martínez

Otra de las cosas que observó el activista es que la sincronización de los semáforos sigue privilegiando al automóvil. Además, la pintura con la que se marcaron las zebras no es la adecuada: la ideal sería la termoplástica, aunque el costo es mucho más elevado.

La conclusión de ambos colectivos de ciclistas y peatones coincide: es bueno que el gobierno municipal ponga atención y comience a consultar a la ciudadanía para mejorar la accesibilidad de ciclistas y peatones. Sin embargo, las acciones emprendidas distan todavía de ser las ideales para garantizar un tránsito seguro para quienes no tienen un vehículo motorizado.