Lado B
Para que el diccionario detenga las balas (II): los matices y la indignación
Comenzamos la semana pasada una reflexión sobre los elementos que serían necesarios para que en la situación educativa actual del país pudiera lograrse que “el diccionario detenga las balas” como pide Joaquín Sabina y se terminara de una vez por todas con la situación de enfrentamiento y violencia que están marcando estos tiempos de polarización en torno a la reforma educativa.
Por Juan Martín López Calva @m_lopezcalva
05 de julio, 2016
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Martín López Calva

@M_Lopezcalva

“Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos”.

Pío Baroja (1872-1856)

[dropcap]C[/dropcap]omenzamos la semana pasada una reflexión sobre los elementos que serían necesarios para que en la situación educativa actual del país pudiera lograrse que “el diccionario detenga las balas” como pide Joaquín Sabina y se terminara de una vez por todas con la situación de enfrentamiento y violencia que están marcando estos tiempos de polarización en torno a la reforma educativa.

Complementando este planteamiento abordamos hoy otros dos elementos sustanciales para generar una protesta con propuesta que trascienda los enfrentamientos estériles que nos tienen hoy empantanados y en una situación límite que en el momento de escribir esta columna no se sabe aún en qué acciones pueda derivar.

Semi-verdad y mentira.

Tomemos como base un video que circula bastante por las redes sociales en estos días. No por ser el único ejemplo pero sí porque de una manera muy gráfica y simple –simplificadora diríamos en términos de Morin- sintetiza las semi-verdades y las mentiras con las que se ha generado la reacción social contra los cambios constitucionales en materia educativa.

El video se titula La mal llamada #ReformaEducativa y plantea a través de dibujos y una narración que dura un poco menos de siete minutos las principales razones que según los opositores de la reforma, justifican la protesta magisterial.

Como afirma Pío Baroja en el epígrafe de la columna de hoy, en la semi-verdad y en la mentira tiene que haber muchos matices y esto es lo que le falta al guión del video. Veamos las semi-verdades y las mentiras:

El video inicia planteando la situación grave de violencia del país, señalando los hechos de Nochitxtlán como el más reciente episodio de esta escalada, lo cual es verdad. Sin embargo afirma sin haber todavía una investigación concluida de por medio, que los 11 muertos ese día fueron “asesinados por policías federales y estatales con armas de alto poder”.

Sobre la reforma plantea que fue aprobada por un Congreso resguardado por miles de granaderos dado que ya existían protestas en contra, lo cual también es cierto, pero dice que a los legisladores “no les importó escuchar a especialistas en el tema, profesores y padres de familia…” cuando la reforma respondió a un clamor de muchos especialistas en el tema que llevaban años planteando la necesidad de romper con el pacto corporativo creado por el sistema priísta que cedió al SNTE –a la CNTE- la rectoría sobre el sistema educativo que implicaba el manejo del presupuesto y el control sobre el acceso, promoción y remoción de los trabajadores de la educación con la consecuente situación de venta, herencia, renta y tráfico político de plazas. Por otra parte, durante la elaboración de la reforma se hicieron foros donde participaron especialistas.

En el video se afirma que a quienes respondió la reforma fue exclusivamente a Mexicanos primero y a la OCDE –“el club de los países ricos”- y es cierto que esta organización jugó un papel importante y que el contexto mundial ha hecho que la OCDE asuma en buena medida el planteamiento de evaluaciones y políticas educativas en el mundo, pero tampoco se matizan estas afirmaciones y la necesidad de que el país inserto en la economía global responda a las necesidades de este mundo con demandas crecientes y cambios acelerados que es un factor que no quita los problemas estructurales internos urgentes que la reforma apunta a resolver.

Este material sigue diciendo que uno de los pilares de la reforma es la evaluación de los maestros, cosa que es verdad, pero continúa con el planteamiento de que la evaluación no toma en cuenta las diferencias de contextos entre un maestro urbano y uno rural por ejemplo y que se basa en un examen antipedagógico que no considera el grado académico ni la calidad humana en el trato a los alumnos sino mayoritariamente normatividad de la SEP. Nuevamente se trata de semi-verdades que no plantean por ejemplo que hay mínimos comunes que tiene que saber un profesor independientemente de su contexto, que la evaluación pide evidencias de la forma en que cada maestro planea su clase (lo cual ya implica diferencias contextuales y personales) y que sí existen elementos de evaluación de los contenidos. A partir de esta semi-verdad se concluye de manera poco sustentada que el fin de la reforma es arrebatar a los maestros su estabilidad en el empleo y otros elementos relacionados con la muy popular idea de que se trata solamente de una reforma laboral.

Se omite totalmente que la evaluación es un elemento del Sistema profesional docente que es una estructura creada para poner las condiciones que garanticen que el ingreso, la promoción y la eventual sustitución o remoción de los docentes y directivos se haga con base en la evaluación de sus méritos y no en criterios económicos o políticos como sucedía antes de la reforma –y desafortunadamente no se ha terminado de eliminar- con la consecuente degradación de la calidad educativa y el desplazamiento de la preocupación por el estudiante hacia la falsa solidaridad gremial en la toma de decisiones cotidianas en la escuela.

A partir de ahí se afirman cosas que sesgadamente hablan de que quien evalúa a los maestros es el Presidente de la República –que ignora los tres libros que marcaron su vida, etc. etc.- y apenas se hace referencia al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) como organismo autónomo del Estado Mexicano responsable de la evaluación de todo el sistema educativo –no solamente de los docentes- y de la emisión de directrices para la mejora de la educación nacional. Esta es una gran fortaleza de la reforma que ha sido omitida o juzgada parcialmente solo desde la perspectiva de la evaluación docente –por supuesto imperfecta en su primera aplicación y mejorable como reconocen antes que nadie los mismos miembros de su Junta de Gobierno- y sin valorar el enorme avance que implica para la construcción progresiva de políticas públicas sustentadas en investigación y evaluación.

Obviamente el video distorsiona el transitorio relativo a la autonomía de gestión de las escuelas –elemento indispensable para la mejora de la calidad educativa según han planteado muchos especialistas a los que el video dice que nunca se escuchó- afirmando que esta autonomía es un medio para la privatización de la escuela pública que hará que los padres de familia tengan que pagar los servicios básicos y el mantenimiento de las escuelas a las que asisten sus hijos. Este elemento ya no es una semi-verdad sino una mentira total.

Obviamente el video hace una apología de la CNTE y sigue remachando la semi-verdad de que la reforma culpa al docente de todos los males del sistema y termina afirmando “yo estoy con los maestros” como si estar con los maestros fuera estar con la CNTE y las organizaciones que se oponen violentamente a la reforma.

Si queremos que el diccionario detenga las balas en nuestro país resulta indispensable acercarse lo más posible a la verdad que sin exageraciones y aportar a la opinión pública los múltiples matices que caben en las semi-verdades y mentiras que se han asumido como verdaderas a partir de su constante repetición.

De la indignación a la transformación

La virulenta y violenta reacción contra la reforma educativa y el apoyo social que ha suscitado en algunos sectores de la población, tanto en las clases populares como en los segmentos ilustrados que se consideran progresistas resulta explicable desde la enorme indignación social que existe actualmente en el país y que es producto de muchos aspectos que el gobierno no ha sabido, no ha podido o no ha querido enfrentar y resolver.

La creciente desigualdad, la crisis de una economía que no crece al ritmo que necesita una población que demanda servicios básicos de alimentación, salud, vivienda, educación, etc. y la aparentemente incontenible ola de violencia desatada por el narcotráfico y otras formas de delincuencia organizada, todo esto en un marco de escandalosa y también incontenible corrupción e impunidad de la clase política, son sin duda el caldo de cultivo de esta protesta social que hoy está teniendo en la reforma educativa su pretexto o motivación central.

Sin embargo como planteaba en este espacio hace tres semanas a partir de la conferencia de la filósofa norteamericana Martha Nussbaum en la UPAEP, es necesario reflexionar acerca de las formas en que puede canalizarse la indignación y la furia social y los resultados que estas formas de canalización pueden tener en el futuro.

Nussbaum plantea claramente que la indignación es un motor emocional que algunos consideran incluso indispensable para la lucha por la justicia en la sociedad. Sin embargo la filósofa advierte que la indignación y el enojo social tienden a buscar una retribución o reparación del daño causado, generando una búsqueda de revancha o venganza que llevan solamente a una situación de mayor violencia y de nuevas formas de abuso que regeneran la indignación.

Esta autora plantea que en contraste con esta tendencia natural, tenemos en la historia reciente ejemplos de líderes y movimientos sociales y políticos como los de Gandhi, Luther King y Mandela que logran generar a partir de la indignación, sentimientos intermedios que orientan esa energía hacia el futuro y en lugar de buscar la retribución y la venganza generan el perdón social y la búsqueda de construcción de un futuro mejor en el que no haya injusticia, violencia ni abuso de unos grupos contra otros.

¿Será posible que en México surja hoy, en medio de este pozo profundo de la crisis un líder o un liderazgo grupal que puedan suscitar estos sentimientos de transición hacia la generación del futuro que merecemos a partir de la superación del sentimiento espontáneo y primitivo de venganza?

A pesar de que no observo signos de este liderazgo, no pierdo la esperanza de que pueda emerger porque creo que es la única forma en que podremos lograr un país en el que el diccionario detenga las balas.

[quote_box_center]*La próxima semana no aparecerá Educación personalizante por compromisos académicos personales.[/quote_box_center]

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Autor Lado B
Juan Martín López Calva
Doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Realizó dos estancias postdoctorales en el Lonergan Institute de Boston College. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, de la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores y de la Asociación Latinoamericana de Filosofía de la Educación. Trabaja en las líneas de Educación humanista, Educación y valores y Ética profesional. Actualmente es Decano de Artes y Humanidades de la UPAEP, donde coordina el Cuerpo Académico de Ética y Procesos Educativos y participa en el de Profesionalización docente..
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