Lado B
La modernización de La Constancia o la destrucción de un patrimonio
Pese al dictamen y prohibiciones del INAH hubo demoliciones, se afectó su estructura y diseño, y se modificó la pintura ornamental original
Por Samantha Paéz @samantras
08 de junio, 2016
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Foto: Marlene Martínez

Fachada de La Constancia Foto: Marlene Martínez

Samantha Páez

@samantras

Su nombre es Constancia, La Constancia Mexicana. Le pusieron así por el empeño y la constancia que aplicó su fundador, Esteban de Antuñano, para que fuera la primera fábrica textil industrializada de Puebla y el país a principios del siglo XIX.

La Constancia, que por ahí de mediados del siglo XVII fue el molino de Santo Domingo, pasó por varias transformaciones y gracias a la perseverancia, o mejor dicho constancia de sus dueños y trabajadores –éstos últimos la operaron solos por dos décadas- se mantuvo en funciones 160 años.

Después de que cerrara en 1991 estuvo diez años abandonada hasta que el gobierno de Puebla la expropió en 2001. La fábrica sobrevivió diez años más como sede de algunos eventos culturales.

En 2011, con un afán modernizador, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas terminó con la esencia textil de La Constancia.

Foto: Marlene Martínez

Museo de la Infancia. Foto: Marlene Martínez

El gobernador recibió una multa por 50 pesos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por hacer modificaciones no incluidas en los permisos para «Mantenimiento y consolidación de la Constancia Mexicana”. Y se aplicó ese monto porque así lo establece el artículo 55 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, según contestó el INAH a la solicitud de información folio 1115100066715.

El gobierno poblano invirtió 200 millones de pesos para remodelar el inmueble y un año después dio una parte (donde se localizaban las viviendas) en comodato a Fundación Azteca para que allí se instalara la sede de la orquesta infantil “Esperanza Azteca”; en la actualidad esa parte de La Constancia también se renta para fiestas privadas con un costo mínimo de 75 mil pesos.

Atrás quedó la promesa que hizo el ex gobernador Melquiades Morales Flores en 2001 de hacer de ella un museo dedicado a la memoria histórica de la industria textil de Puebla y de México.

Hubo quienes levantaron sus voces y criticaron la decisión de que el conjunto fabril se volviera un sitio dedicado a la música. Integrantes del Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial denunciaron que el proyecto parecía «improvisado» y que existía el riesgo de que se perdieran elementos de la fábrica, además exigían que su vocación fuera textil.

Pero como ha sido la constante en el sexenio: no fueron escuchados y el gobierno estatal siguió con el proyecto de volver la ex fábrica un sitio dedicado a la música.

Foto: Marlene Martínez

Museo de la Música de Viena. Foto: Marlene Martínez

Permiso y dictamen

Los permisos que el INAH autorizó para La Constancia en marzo del 2011 fueron para trabajos de consolidación, mantenimiento y limpieza, aunque con algunas prohibiciones: cualquier clase de demolición, el retiro de aplanados (revocado externo) que estuviera en buen estado y no se autorizaba el «retiro total» de los aplanados, según consta en la respuesta a la solicitud de información folio 1115100021816.

El documento entregado por el INAH detalla: «los elementos de madera que se encuentren en buen estado, deberá proporcionarles el mantenimiento respectivo» y en caso de que se planteara su sustitución la propuesta debería ser valorada por miembros de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH.

Antes de cualquier intervención peritos del INAH hicieron un dictamen técnico en el que se menciona que La Constancia se encontraba en un estado «regular con posibilidades de recuperación».

Por ello se propuso realizar trabajos de mantenimiento en el total del caserío, área de fábrica y oficinas «conservando tipología estructural, sistema de diseño arquitectónico y mobiliario sin modificar ningún elemento de fábrica existente»

Los peritos asignados asignaron fueron: Sergio de la Luz Vergara Berdejo, Miguel A. García Fernández, José Guadalupe Flores Vargas y Jorge Salgado Tlahuis, por cierto los dos últimos no cuentan con título ni cédula profesional, como pudo documentar el Observatorio de Transparencia Con los Ojos Abiertos y el portal e-consulta.

La destrucción

Una persona experta en arquitectura que conoce bien La Constancia, y que solicitó el anonimato, asegura que sí hubo demoliciones, pues se construyó una puerta lateral para que los visitantes no ingresen por el área que se dio en comodato a TV Azteca.

También le consta que se retiraron varios de los muros interiores, hubo demoliciones en la crujía y se quitaron todos los aplanados.

Por dentro y por fuera La Constancia es otra. En 2015 se inauguraron en la parte más vieja tres museos: el Museo de la Música de Viena, por el cual se tienen que pagar 100 mil euros anuales por derechos y se invirtieron 189.5 millones de pesos aunque hay datos sobre la autorización para edificarlo (solicitud de información 1115100021916)el Museo de Marionetas mexicanas, cuyo comodato vence en 2016 y el Museo Infantil La Constancia, lo que era el Museo Imagina en Los Fuertes.

Poco queda de la historia de la ex fábrica, donde las telas de todos colores y texturas se crearon durante siglo y medio, pues aunque hay varias máquinas esparcidas por los museos, sólo las que están en la entrada nueva y algunas del museo infantil tienen fichas con una breve explicación.

El resto de la maquinaria original está colocada en los rincones, apenas a la vista de los visitantes, incluso atrás de cortinas.

Pese a que el INAH pidió que La Constancia conservara su estructura y diseño, se colocaron paredes de cristal y mamparas que no permiten comprender el espacio tal cual estaba hace cien años o más.

Foto: Marlene Martínez

Pasillo en La Constancia. Foto: Marlene Martínez

El INAH también prohibió el uso de pintura vinílica y la sustitución de puertas o ventanas originales, pero en el área del Museo de Títeres la pintura ornamental de lo que fueron las oficinas y bodegas de La Constancia fueron recubiertas por una gruesa capa de pasta, pintura blanca, naranja y morada vinílica. Solamente en algunos fragmentos se dejó un pedacito de la decoración antigua.

Por cierto, los museos infantil y de títeres se inauguraron en tiempo récord, pues el Instituto dio permiso para la adecuación de espacios para los museos infantil y de títeres el 6 de julio de 2015 y se inauguraron el 3 de agosto.

Responsabilidades

La transformación radical de La Constancia no sólo es responsabilidad del gobierno del estado, además de la multa el INAH pudo iniciar una acción penal por la presunta destrucción del patrimonio histórico y al Ayuntamiento de Puebla le correspondía vigilar que las disposiciones de la autoridad federal se cumplieran.

Durante una entrevista, el arquitecto y director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades «Alfonso Vélez Pliego» (ICSyH) de la BUAP, Francisco Vélez Pliego, comentó que muchas veces el gobierno del estado se ampara en la autorización de obras preliminares para hacer intervenciones mayores.

Por ello considera importante que los gobiernos federal y municipal den seguimiento a los permisos de intervención en inmuebles de valor histórico y artístico, así como en caso de que no se apeguen al proyecto que fue autorizado no sólo se apliquen sanciones económicas.

La Constancia

Pintura ornamental original que sólo se conserva en un salón de La Constancia. Foto: Mely Arellano

—Uno de los problemas que hay que revisar con toda la problemática que tiene que ver con los bienes culturales es no sólo las sanciones, que tienen que ver con las multas a las que se hacen acreedores quienes violan la normatividad, sino también otras sanciones que están previstas en otro tipo de ordenamientos. Por ejemplo, se prevé que quien destruya bienes culturales debe ser objeto de persecución penal y allí el actor que debe promover la denuncia es el propio Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Varios elementos de La Constancia –como los caseríos, la capilla, las áreas de producción, las fachadas y los muros- se encuentran dentro del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos, con las claves 2111400015674 a 95.

En el artículo 32 de la Ley Federal de Zonas Arqueológicos y Monumentos Históricos y Artísticos se menciona “El Instituto Nacional de Antropología e Historia suspenderá los trabajos que se ejecuten en monumentos arqueológicos sin autorización, que violen la concedida o en los que haya substracción de materiales arqueológicos. En su caso, procederá a la ocupación del lugar, a la revocación de la autorización y a la aplicación de las sanciones correspondientes”.

En tanto que al Ayuntamiento le corresponde verificar que la intervención sea la que aprobó el INAH y que el proyecto de intervención esté completo, es decir, que cuente con los estudios preliminares -donde se incluye factibilidad de usos del suelo, estudios de impacto ambiental y vial-, así como la valoración histórica y social del inmueble.

Además el proyecto de intervención tiene que hacer referencia en un plano de los elementos a retirar o que permanecen para que se ubiquen con facilidad, sobre todo en inmuebles de gran extensión como La Constancia.

Un último dato: en el documento entregado por el INAH sobre el dictamen técnico de las obras en la fábrica textil, los peritos dedicaron sólo una línea al apartado de «Antecedentes históricos», pusieron «Conjunto fabril del siglo XIX”.

Los especialistas resumieron siglo y medio de La Constancia, en cinco palabras y 25 caracteres.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

Maquinaria de La Constancia. Foto: Mely Arellano

Maquinaria de La Constancia.
Foto: Mely Arellano

Museo de títeres. Foto: Marlene Martínez

Museo de títeres.
Foto: Marlene Martínez

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Autor Lado B
Samantha Paéz
Soy periodista y activista. Tengo especial interés en los temas de género y libertad de expresión. Dirigí por 3 años el Observatorio de Violencia de Género en Medios de Comunicación (OVIGEM). Formo parte de la Red Puebla de Periodistas. También escribo cuentos de ciencia ficción.
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