Lado B
Un invernadero para cactáceas en CU, un espacio para conocer y aprender
México ocupa el primer lugar mundial con mayor cantidad de especies de cactáceas, pero a la par, también ocupa el primer lugar con el mayor porcentaje de especies extintas o en peligro de extinción.
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
30 de abril, 2016
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Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Un invernadero de unos 6 metros de largo deja ver entre su maya blanca las siluetas de cactus globo y cactus alargados. Este invernadero se encuentra justo en el paso entre la escuela de biología y el polideportivo, adentro de Ciudad Universitaria.

Ese lugar es la Unidad de Manejo para la Conservación y Preservación de Cactus y lleva funcionando casi 20 años. Inició como una necesidad para un proyecto de tesis, un lugar donde pudieran germinar semillas y alojar las plantas de cactus.

Cactaceas

Foto: Marlene Martínez

Después, al comenzar a recolectar ejemplares de distintas especies  en el campo, ese invernadero se transformó en una unidad de manejo donde ahora tienen más de 50 especies endémicas de cactáceas y suculentas. En ese lugar los alumnos hacen servicio social, prácticas profesionales y trabajos de investigación.

¿Para qué conservar y estudiar cactus?

México ocupa el primer lugar mundial con mayor cantidad de especies de cactáceas (tan sólo en el estado de Puebla se cuentan 80 especies), pero a la par, también ocupa el primer lugar con el mayor porcentaje de especies extintas o en peligro de extinción.

–Sus formas de vida son muy atractivas, hacen que parezcan globos, candelabros, y las flores que producen son muy bonitas –dice la maestra María del Carmen Navarro, docente, investigadora y encargada de la Unidad de Cultivo y Conservación.

La investigadora dice que la gente suele arrancar las flores de los cactus o extraer los cactus completos para venderlos en maceta, pero en la mayoría de esos casos, la tierra no es adecuada para la especie y el cactus muere.

También hay casos en las que simplemente arrancan los cactus como si fueran cualquier hierba o, como sucede en Tecamachalco, les ponen piedras encima con la creencia de que al morir, evitarán caminar sobre sus espinas.

Hay otras prácticas que resultan dañinas para los cactus. Por ejemplo, de una especie conocida popularmente como biznaga se extrae el acitrón (dulce) para hacer roscas de reyes. Este cactus puede crecer hasta un metro de altura pero eso le llevará no menos de 10 años. Con la extracción del acitrón se frena su crecimiento y por lo tanto, su maduración y reproducción por medio de semillas, lo que lleva, en cada caso, a la rápida extinción de las especies.

Los cactus junto con las orquídeas, tienen la tasa de crecimiento más baja, eso quiere decir que tienen que pasar muchos años para alcanzar sus estaturas máximas, florecer y reproducirse. En la Unidad de Manejo también cultivan y conservan orquídeas.

–Muchas de estas especies están en peligro, amenazadas o bajo protección especial, según la norma oficial mexicana 059 que habla del comercio y el tráfico de especies. Cuando una especie está en peligro es porque ya sus poblaciones son muy escasas y no se encuentran ya tan fácil.

La maestra Navarro dice que el problema se debe principalmente a que la gente no tiene conocimiento del peligro que corren los cactus al no dejarlos crecer y reproducirse. En muchos mercados venden cactus a muy bajos precios (a veces menos de 10 pesos), que terminan en la basura o secos por los malos cuidados y la gente no sabe que aunque son ejemplares muy pequeños, les tomó 4 o 5 años llegar hasta ahí y al ser extraídos de su entorno ya no podrán florecer, reproducirse y eso es el inicio para llevarlas a desaparecer definitivamente.

–Los cactus son plantas, que al igual que los árboles, contribuyen a la transformación del dióxido de carbono y generan oxígeno. Son fuente de alimento para muchos herbívoros, contribuyen a evitar la erosión del suelo, además por su característica de almacenar gran cantidad de agua en sus tejidos, sirven como alimento para otras especies. Tienen una función primordial dentro de los ecosistemas en donde ellos viven.

En la Unidad de Manejo para la Conservación y Preservación, realizan investigaciones de campo para presentar estudios demográficos sobre las especies de cactáceas. Ellos van a las poblaciones de plantas, hacen un conteo de cactus y las edades en las que se encuentran, y a partir de eso determinan la tasa de sobrevivencia de las especies, si son capaces de producir semillas y estiman su fecundidad y si la especie se está manteniendo, está incrementando o disminuyendo, Esos estudios son base para la conservación de cada especie.

Talleres de verano

En la Unidad de Manejo también ofrecen talleres al público en general para el cultivo y propagación de cactus y de orquídeas.

–El objetivo de los cursos que tenemos es que la gente tenga conocimiento de la importancia de estas plantas, de cómo cuidarlas y cómo contribuir un poquito a su conservación.

De manera paralela  buscan concientizar a la gente y ayudarlos a diferenciar cuándo compran una planta de campo o una de invernadero. Incitan la venta de invernadero, ya que puede imputarse algún delito si se trata de alguna especie en peligro que sólo fue saqueada de su entorno natural.

Este verano ofrecen 3 talleres de 4 horas cada uno que pueden tomarse juntos o de manera individual: Cultivo y propagación de cactus (30 de mayo); cultivo y propagación de orquídeas (31 de mayo) y; cultivo y propagación de plantas carnívoras (1ro de junio). El horario es de 10 am a 2pm y el costo es de 350 pesos que sirve solamente para cubrir el precio de los materiales.

–Tenemos otro taller de orquídeas en condiciones óptimas, que es básicamente enfocado al cuidado y propagación de orquídeas. Les enseñamos cómo preparar el sustrato, cómo podarlas, transplantarlas, y los insecticidas biológicos que pueden usar.

Ese curso dura 16 horas y es del 13 al 16 de junio en horario de 10am a 2pm y cuesta 1400 pesos. Finalmente, tienen un curso sobre Orquídeas cultivadas invitro, que está enfocado en la producción masiva de orquídeas en frasco.

Foto: Marlene Martínez

Foto: Marlene Martínez

–Sembramos por medio de semilla, les enseñamos a pasarlo de frasco a frasco y posteriormente, cuando ya tienen orquídeas de un tamaño adecuado, les mostramos cómo aclimatarlas. Esa fase es la más difícil, es como sacar un bebé de la incubadora al entorno natural. Tienen que aprender a respirar, a tomar agua por las raíces, etc.

Para mayores informes pueden llamar al teléfono 2295500 extensión 7074.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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