Diana Edith Gómez

@dianaegomez

[dropcap]L[/dropcap]a primavera de 2015 sonaba mucho a Father John Misty (alías de John Tillman), era el soundtrack del magnetismo entre dos personas. El autor deletreaba un amor sin capas, que inteligentemente se construía con base en un nuevo folk, o en la mutación de este género.

Un año después, la pregunta sobre qué tanto cambió este disco al género se produce tras reivindicar el concepto del amor en esta posmodernidad.

Father John Misty es de esos músicos que aportan más de lo que se ve, pues desde libros de texto gratuitos hasta Chavela Vargas, este autor habla sobre el sentimiento más audaz y difícil en nuestros tiempos.

Como primer paso, tomaremos su portada velvet, llena de colores mexicanos y de personajes lúgubres que extrañamente comparten una historia actual con una semántica religiosa. Es aquí cuando la portada roza maravillosamente con nuestra niñez y nuestra futura muerte.

-Santos y buenos días – dijo la muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer. ¡Claro!, venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla al bolsillo.

-Si no molesto -dijo- , quisiera saber dónde vive la señora Francisca.

Onelio Jorge Cardoso escribiría este cuento para los libros de texto gratuito que se distribuyeron en los años 80 y 90. De ahí Josh Tillman se inspira para sacar una de las portadas más llamativas de 2015, I love you, honeybear, el arte, por demás fabuloso, tiene el mismo objetivo que el de los libros de primaria: imprimir en nuestra mente historias infinitas de amor y muerte.

En el segundo escalón tenemos la carne musical, donde oímos ese nuevo folk que muta para nosotros, quienes fungimos como simples espectadores de la evolución de este género. Y en ella, aceptamos un romanticismo de cantina, ahí sale la recia Chavela Vargas.

En una curiosa playlist Josh Tillman elige no sólo a “Paloma Negra” sino también a las cuerdas de Bob Dylan y hasta Scott Walker. Lo hace para retomar la música folclórica que se transmitía únicamente por el pueblo, sin tener un autor que pudiera apropiarse de una canción.

Chavela le da a Tillman un poder sobre su poesía, inevitablemente el mismo mecanismo le otorga a sus guitarras, pero del lado más moderno, Scott Walker, posiciona a este folk en la parte electrónica con pads que sustituyen a las cuerdas.

El folk se enterró en los oídos luego de que la música folclórica dejara de convertirse en una tradición oral, para pasar a ser una maqueta comercial en 1970. Ahora John Misty desarrolla un revival con sinceridad, con desafachate juega el lado social y el consumismo.

Todo lo anterior crea canciones épicas, que se rellenan de supersticiones mexicanas y de instrumentos actuales, y que nos hacen traducir el nuevo folk de Father John Misty, ese que con desfachatez y tradición explica el amor con las letras más profundas.