Ahuhue dijo Xonaca
Por Lado B @ladobemx
15 de febrero, 2016
Comparte
Jaime Kastro

El carnaval urbano de Puebla tiene lugar en sus barrios más Antiguos la vida compartida en comunidad, soporte de varias prácticas culturales, hace del barrio un territorio con una cierta organización temporal y de ocupaciones y es, al mismo tiempo, un lugar donde el grupo se plantea existir con algún sentido humano. El barrio va a desempeñar un factor primordial en la gestación de la fiesta y es por él que aún se mantiene, tiene características comunes a los que se celebran en el resto del mundo, especialmente en cuanto a fechas y funciones. Se dice que estos festejos tuvieron su origen en la época colonial en los barrios antiguos de esta ciudad como lo son el Alto, Xonaca, Analco, La Luz entre otros gracias a un grupo de tlaxcaltecas vendedores de carbón que lo trajeron de su tierra. Se afirma que al principio sólo bailaban los inmigrantes y después se integraron el resto de los vecinos. Por lo tanto, sus vestimentas, música y bailes vienen del fronterizo Estado de Tlaxcala.

 

Estos eventos tienen lugar desde el domingo anterior al miércoles de Ceniza y se prolongan durante lunes y martes. Culminan el domingo siguiente en lo que se conoce como el “remate” o la “octava” rituales que tiene lugar el martes de carnaval y que se repite como cierre el último día en estas festividades urbanas.

Si observamos mediante un recorrido global estos carnavales, podemos percibir en primer lugar que algo que los une es una celebración en fechas establecidas por el calendario previo a la Semana Santa, donde lo importante es el cambio de identidad de los danzantes y su relación con el barrio. Lejos de producirse en torno a líneas “arguméntales” específicas, lo más importante residirá, en la mayoría de ellas, en el desfile mismo y el conocimiento de las coreografías fijas que no deben ser transformadas o adulteradas, constituyendo una pauta, repetida con maestría a lo largo de los días y núcleo del orgullo de muchas de las comunidades involucradas.

 

Una teatralidad itinerante y expansiva que se comparte entre los desplazamientos virtuosos y la construcción de una nueva identidad que se disfruta y exhibe. El ánimo de fraternidad y lazo comunal se alterna con la competencia de la premiación por el mejor vestuario y el orgullo de dejar la mejor impresión de su barrio, dentro y fuera de él. Más que la inversión del mundo aunque ése es el concepto que se ha designado por la gran mayoría de los investigadores para acentuar el disloque o alejamiento de la cotidianidad es la vida la que tiene lugar ante nosotros, pero desarrollada con otra mirada y transformada por eventos que nos recuerdan la fusión de contrarios, la conversión de un espacio y un tiempo rutinario en un hecho excepcional, que se repite por voluntad de los participantes y de los observadores, en una práctica espectacular que se perpetúa y nos sirve como reflexión mimética visual.

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

Foto:  Jaime Kastro

Foto: Jaime Kastro

 

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion