Lado B
Ignora el CECAP el origen de la colección del Museo Bello
El gobierno estatal tampoco tiene los documentos que le otorgan la facultad jurídica para gestionar las 22 colecciones que integran el acervo del museo
Por Josué Cantorán @josuedcv
19 de enero, 2016
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El Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECAP) ignora cómo llegó a sus manos el acervo del Museo José Luis Bello y González, carece de documentos que otorguen al gobierno estatal la facultad de resguardarlo y conservarlo, y además no cuenta con actas de entrega-recepción de piezas que hayan sido retiradas del recinto en calidad de préstamo, pese a que en sus muros se nota aún la ausencia de varias obras de importancia histórica.

En respuesta a una solicitud de información (folio 00460315), en la que Lado B pidió a la dependencia dar a conocer “bajo qué figura jurídica (herencia, legado o donación) esas piezas pasaron a ser propiedad del estado”, el CECAP respondió no contar “con la información solicitada, motivo por el cual no es posible dar respuesta a su petición”.

En la misma solicitud, se pidió al consejo “la versión pública del documento que acredite la propiedad del estado sobre dichas piezas, o bien el contrato bajo el cual el gobierno estatal asegura su resguardo y conservación”. La respuesta de la dependencia estatal, encabezada por Jorge Alberto Lozoya Legorreta, se dio en el mismo sentido.

Asimismo, el CECAP no indicó en su respuesta si la información solicitada se encontraba en manos de otra dependencia estatal, pese a que la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Puebla, en su artículo 52, exige a los sujetos obligados transferirla a la dependencia que corresponda u orientar al solicitante en un plazo menor a cinco días hábiles.

Lo anterior significa que el gobierno estatal admite desconocer el origen jurídico de las 22 colecciones que integran el acervo del Museo Bello y carecer de los documentos que le otorguen la facultad jurídica para gestionarlas.

Hay que recordar que, en su momento, gran parte de las más de 3 mil piezas artísticas que integran el museo formaron parte de la colección personal de José Luis Bello y González. Se sabe que a la muerte de su hijo, el también coleccionista Mariano Bello y Acedo, las obras fueron heredadas a la Academia de Educación y Bellas Artes del Estado de Puebla, institución que eventualmente fue absorbida por el gobierno poblano.

Foto de archivo del Gobierno del estado. Al fondo se aprecia el cuadro del Patrocinio de la Virgen a las mujeres de la familia Munuera. Tomada de todopuebla.com

Foto de archivo del Gobierno del estado. Al fondo se aprecia el cuadro del Patrocinio de la Virgen a las mujeres de la familia Munuera.
Tomada de todopuebla.com

Se sabe también que una cláusula del testamento de Bello y Acedo estipulaba que, como condición de la donación, las colecciones no fuesen fraccionadas o retiradas del recinto que, cabe decir, fue su propia casa. El recinto mantiene sus puertas abiertas como museo desde 1944, aunque durante una década (1999-2009) permaneció cerrado debido a daños provocados por un terremoto.

No hay piezas prestadas, asegura el CECAP

Además de no contar con los documentos antes mencionados, el CECAP tampoco tiene entre sus archivos las actas de entrega-recepción de obras de arte que hayan sido extraídas del Museo José Luis Bello y González hacia otros espacios de exhibición, a pesar de que en los muros del recinto siguen faltando las obras datadas entre los siglos XVI y XVII cuya ausencia ha sido documentada por este medio.

En respuesta a una solicitud de información (folio 00466715), en la que se pidió “las actas de entrega recepción de todas las piezas que forman parte de la colección del Museo Bello y González y que se encuentren actualmente en préstamo en otras ubicaciones”, la dependencia respondió que no cuentan con tales puesto que “no se han realizado prestamos a otras ubicaciones (sic)”.

Lado B informó el pasado diciembre que en los muros del Museo Bello hacían falta al menos cinco obras de arte de importancia histórica datadas en los siglos XVII y XVIII. Se trataría de dos patrocinios firmados por el poblano Miguel Jerónimo Zendejas, un mosaico de arte plumario que representa a San Antonio de Padua, un grabado con uno de los mapas más antiguos de la ciudad de Puebla y un frontal con las imágenes bordadas de Santa Rosa.

En un recorrido realizado por este portal este martes 19 de enero, se constató que ninguna de las piezas mencionadas ha vuelto a su lugar. De nueva cuenta, la directora del museo, Patricia Domínguez, negó hablar con Lado B al respecto.

La ausencia de dichas piezas, todas de gran formato y que han sido objeto de estudio de historiadores del arte y otros especialistas, coincidió con versiones al respecto de que piezas pertenecientes a espacios museísticos del gobierno estatal serían extraídas para la integración de un nuevo acervo, el del Museo Internacional Barroco.

Aunque Octavio Ferrer negó tales versiones por medio de una carta aclaratoria enviada al diario La Jornada de Oriente, sí reconoció que “existen algunas piezas más antiguas que están en posibilidad de ser consideradas, en calidad de préstamo, para una exposición temporal del Museo Internacional Barroco”.

Hasta el momento se desconoce si el Museo Internacional Barroco contará con una colección de arte permanente (en caso contrario, no debería llamarse museo, según los especialistas en museografía), pues, como informó Lado B hace unos días, el gobierno estatal reservó el proyecto museográfico y curatorial de dicho recinto.

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