Lado B
Midiendo la educación fuera de las escuelas
El estudio busca conocer qué otros factores externos a las instituciones educativas y a los docentes están influyendo en la calidad del aprendizaje
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
04 de noviembre, 2015
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Foto: Marlene Martínez

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Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

¿Cómo se mide el nivel educativo sin pasar por las escuelas, sin examinar a los maestros y pensando también en los niños y adolescentes que no van a la clases? El Centro de Estudios para el Fortalecimiento Institucional (Cefimex), el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) y la Universidad Veracruzana (UV) se unieron para realizar la “Medición Independiente de Aprendizaje”, que busca saber el nivel de aprendizaje en comprensión de lectura y matemáticas de personas de 5 a 16 años de edad.

La primera fase del estudio se realizó en el estado de Veracruz y ahora será replicado en Puebla y Tlaxcala, en donde un grupo de voluntarios ya está levantando encuestas. En rueda de prensa, el Doctor Felipe Hevia, del Ciesas, anunció el inicio del proyecto que busca que los ciudadanos puedan pedir y participar en la educación de una forma diferente, que puedan ser parte de la medición de los aprendizajes para poder mejorarlos.

Hevia explicó que la idea nació también del diagnóstico de que la reforma educativa ha estado limitada exclusivamente a la función de los maestros, pero hay muchos otros factores externos a las instituciones educativas y a los docentes que están influyendo en la calidad de la educación en el país. “La idea es poder lograr que más gente participe y se involucre en el tema educativo, y tener una evaluación científicamente probada y rigurosa”, dijo. También buscan que sean ciudadanos los que vayan directamente a los hogares de niños y niñas para saber si pueden leer y hacer operaciones matemáticas básicas, que son los fundamentos esenciales que permiten seguir aprendiendo.

La Maestra Adriana Ibarra, de Cefimex, dijo que la organización acoge el proyecto del Ciesas haciendo también una reflexión de la educación, pensándola a través de procesos comunitarios y pensándola desde la sociedad, no necesariamente de las instituciones educativas. “Intentamos acercarnos a los hogares para que el instrumento pueda medir todas las variables y no sólo las que se circunscriben a la escuela”, comentó la especialista.

Las encuestas, hechas directamente en las casas, están siendo levantadas en toda la entidad, desde la Sierra Norte de Puebla hasta las ciudades colindantes con Veracruz. El proyecto busca la participación de las organizaciones de la sociedad civil y de todos aquellos interesados en el tema de la educación. A la iniciativa se han acercado personas de todos los perfiles, desde académicos hasta jóvenes y amas de casa. Aunque Ibarra mencionó que han encontrado una relativa barrera de miedo en algunas localidades, por la coyuntura de violencia, en general la participación ha sido positiva y la gente les ha abierto las puertas de sus hogares.

[pull_quote_right]“Intentamos acercarnos a los hogares para que el instrumento pueda medir todas las variables y no sólo las que se circunscriben a la escuela”[/pull_quote_right]

El instrumento de medición es una prueba con diez reactivos: cinco de la parte de lectura y cinco de operaciones aritméticas básicas. Las preguntas de la parte del lenguaje, entre ellas la lectura de un pequeño cuento, llegan hasta los conocimientos de segundo de primaria e incluyen comprensión de lectura, reconocimiento de sílabas, palabras y enunciados. Y los reactivos de matemáticas, con nivel de cuarto de primaria, tienen divisiones, sumas, restas y un problema con dos operaciones aritméticas básicas.

Algunos de los resultados obtenidos durante la aplicación en Veracruz compartidos por la Doctora Samana Vergara, de la UV, revelan que 32% de los alumnos de 6o de primaria no pueden responder a una pregunta de comprensión lectora sencilla, mientras que 14% de 2o año de secundaria tampoco pudo. En cuanto a matemáticas, 44% de los estudiantes del último grado de primaria no puede resolver divisiones, y tampoco 28% de los de secundaria. Esos resultados demuestran también, dijo, la necesidad de ir a Puebla y a otras entidades y encontrar soluciones a los problemas de aprendizaje, desde la propia ciudadanía y la comunidad. Mencionó que si bien estos problemas no son nuevos, con el estudio son mucho más localizados y fáciles de comprender con los resultados que se van obteniendo.

Felipe Hevia resaltó la importancia de la presencia del proyecto en Puebla, por el tamaño de la entidad dentro de la región del centro/sureste del país, siendo uno de los estados más grandes de la zona. En el caso especifico de la entidad, dijo, la idea no es sólo entregar malas noticias, sino decir y plantearse qué se va a hacer. Reconoció que ellos solos como académicos no tienen la solución, pero tampoco las autoridades educativas. La idea es integrar a todos los sectores de la sociedad identificando los problemas de cada zona –en el caso local se decidió trabajar por distritos electorales–.

Entre las variables que miden está también si los niños van o no a la escuela, y si tienen motivación para asistir a clases, para saber si esto realmente influye en el aprendizaje. También preguntan el nivel socioeconómico y si la zona donde viven cuenta con servicios básicos y qué nivel de marginación hay.

Este estudio es una réplica de una iniciativa iniciada en la India hace diez años y posteriormente hecha en Pakistán y países africanos como Uganda, Senegal y Mali. México es el primer país de Latinoamérica donde se hace algo de este tipo y Puebla y Tlaxcala serán las segundas entidades. Los resultados del estudio independiente se darán a conocer hacia finales de enero y principios de febrero de manera pública.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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