Casi el 90% del presupuesto 2016 se usará en servicios de operatividad, sueldos, salarios, pensiones, jubilaciones y subsidios, pero habrá una disminución del 3% en inversión para la creación de escuelas, carreteras o cualquier otro bienestar social tangible

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El Ejecutivo Federal tendrá en su poder un incremento del 1.47% en el presupuesto del próximo año, sin embargo, carece de sensibilidad para fomentar el crecimiento económico y la inversión pública al destinarlo al gasto corriente.

Así lo evaluaron Miguel López López y Humberto Morales Moreno, académicos de la Universidad Iberoamericana Puebla y miembros del Observatorio de Salarios de la misma, al presentar su análisis de la Ley de Egresos e Ingresos para el año 2016.

Este presupuesto no representa un modelo de austeridad en el gasto —pese a que la postura del gobierno federal es de que 2016 sea “un año de reducción y manejo responsable de las finanzas públicas”–, López López advirtió que el incremento proyectado no se traducirá en un aumento de la inversión pública, ni en aumentos en rubros como educación y salud. “Hoy el gasto de inversión vive sus niveles más bajos en la historia reciente del país”.

López López apuntó que la administración del presidente Peña Nieto ha priorizado el gasto corriente lo cual significa que sólo el 3.4% del PIB será el destinado al gasto de inversión. “Para 2016 cerca de 2 billones 850 mil millones de pesos se están destinando para la adquisición de bienes, servicios de operatividad, sueldos, salarios, pensiones, jubilaciones y subsidios, esto equivale a más del 80% del gasto programado”, comentó.

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López sentenció que en materia de inversión habrá una disminución del 3%, lo que significa que alrededor de 712 mil millones de pesos no podrán destinarse a la creación de escuelas, carreteras o cualquier otro bienestar social tangible. “Casi el 90% del gasto programable se concentra en desarrollo social y económico”.

“El gobierno de Peña Nieto, se vuelve cada vez más costoso, todo ello a costa de reducciones en sectores nodales que deberían fomentar el bienestar de la población y el mejor ejemplo de ello es que este gasto alcanzará para el 2016 la nada despreciable cifra de los 114.5 mil millones de pesos, es decir, un 13.2% más al registrado en 2015”, apunto el integrante del Observatorio de Salario de la IBERO Puebla.

En lo que se refiere a la recaudación fiscal para el próximo año, Humberto Morales señaló que el total de ingresos que planea recibir el gobierno federal será de 4 billones 763 mil 889.9 millones de pesos, lo que representa más de 69 mil 222.2 millones de pesos con respecto al 2015 derivado de ingresos petroleros, no petroleros y financiamiento.

Morales Moreno abundó que en lo que corresponde a la recaudación tributaria y no tributaria, esta será de alrededor de 17.25% del PIB, porcentaje que coloca a México no solo como el último lugar de recaudación de la OCDE, sino de América Latina. “Para medir este cobro no podemos perder de vista tres elementos fundamentales: el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial a Productos y Servicios”.