Lado B
El Cinemaniaco habla –por fin– de The Green Inferno
Luego de los desastrosos problemas que vivió la película de Eli Roth en su distribución, primero la Open Road Films desertó y dejó la responsabilidad a Blumhouse Productions, un empresa productora de filmes tan malos como “Paranormal Activity” y tan buenos como “The Gift”, finalmente el 25 de septiembre de este año la película “The Green Inferno” fue estrenada.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
16 de noviembre, 2015
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Héctor Jesús Cristino Lucas

[dropcap type=»1″]M[/dropcap]ejor tarde que nunca. Luego de los desastrosos problemas que vivió la película de Eli Roth en su distribución, primero la Open Road Films desertó y dejó la responsabilidad a Blumhouse Productions, un empresa productora de filmes tan malos como “Paranormal Activity” y tan buenos como “The Gift”, finalmente el 25 de septiembre de este año la película “The Green Inferno” fue estrenada. En otros países el filme tuvo que esperar hasta finales de octubre para poder ser visualizada en el mercado doméstico. Aunque hay que decir que en México tuvo un estreno sorpresa en Puebla gracias al Mórbido Film Fest el año pasado.

Luego de varias decepciones por parte de diversas cadenas de cines en nuestro país, que prometían traernos la desquiciada película de Roth a la cartelera comercial, he de decir, que a un año de retraso, ante problemas de toda índole y severas críticas en diversos foros o sitios web, es momento de hablar de estos caníbales. Esta nueva producción fue una película que los amantes del gore extremo anhelaban visionar tarde o temprano. Una película que se convirtió en una de las más esperadas en el género en esta última década. Con la firma de aquel padre orgulloso del Torture Porn, de quien ya hablamos en la crítica de su más película: “Knock Knock”.

Y entonces, la pregunta del millón es: ¿“The Green Inferno” cumplió con lo que prometía volviéndose en una de las mejores y más descarnadas películas del gore actual? Bueno, esto es lo que tenemos. El nuevo film de Eli Roth pretende crearle un exhaustivo homenaje al cine de horror setentero que usaba caníbales como supuestos personajes antagónicos. Y es que entre los 60s y finales de los 80s el cine del horror creó un pequeño subgénero indentificado con el sufijo “Mondo”. Y los Mondos no son otra cosa más que filmes documentales ligados a la ficción (una antesala del Falso Documental) que representaban temas sensacionalistas.

Como principal exponente tenemos la película italiana de 1962 “Mondo Cane” que narraba la vida de distintas culturas exóticas alrededor del mundo. En el 69, John Waters, el mismísimo Waters de “Pink Flamingos” nos habría de traer su opera prima: “Mondo Trasho” como un film experimental que documentaba, en forma de ficción, la vida del transexual Harris Glenn Milstead que muchos conocerán mejor como Divine. Tampoco olvidemos el filme de 1989 “Mondo Zombie” donde sobreexplotaba el cine de los zombies particularmente popularizados por George A. Romero en los 60s. Los “Mondos” corrompían el buen gusto para crear cine de explotación extremo, o cine basura para algunos que resultara plenamente morboso.

De ahí que las películas con caníbales se añadieran a la larga lista de “Mondos” como “El último Mondo del caníbal” de 1977, de nada más y nada menos que del emblemático Ruggero Deodato. Mismo que después de un par años, haría escuelita en el género con su inigualable “Holocausto Caníbal” en el 79 y que a raíz de la polémica que vivió este último filme, donde por ejemplo muchos creyeron que se trataba de una película snuff, comenzaron a surgir filmes que intentaban ser parte de esa moda, todas, generalmente por parte del italiano Umberto Lenzi que se enamoró de los caníbales. Así, nos trajo fantásticas películas como “Eaten Alive” de 1980 o “Cannibal Ferox” del 81.

Bueno,“The Green Inferno” es el exponente actual del Mondo con caníbales que se había perdido ya en los 80s. El nombre de la película, por ejemplo, hace referencia al título que originalmente Ruggero Deodato tenía pensado ponerle a “Holocausto Caníbal”. Pues es esta última a la que se le rinde un homenaje más directo y hasta pasional. Recordemos que el propio Deodato, a petición de Eli Roth, realizó un cameo en “Hostal II” haciendo precisamente de caníbal. Y digámoslo, el rey del Torture Porn no es más que un arduo cinéfilo del séptimo arte, que, como Robert Rodríguez o el propio Tarantino, recrea tributos en sus diversas películas.

Foto: Eduardo Moreno

Foto: Eduardo Moreno

Sin embargo, y aquí hay que ser extremadamente cuidadosos, responderé a la pregunta de si “The Green Inferno” es la película de horror más espectacular de los últimos años… pues se ha quedado corta.

El principal problema de este filme fue hacernos creer que se trataba de una odisea de violencia extrema de la que jamás se había visto antes. El manejo de marketing al mencionar que se había prohibido su distribución en varios países por el exceso de gore que posee fue, simplemente, una exageración. Tampoco dejemos pautas a la malinterpretación, pues con esto no digo que “The Green Inferno” sea una mala película, todo lo contrario, es buena, aceptable, pero definitivamente debía ser más que eso. Viniendo del mismo sujeto que nos trajo grandes propuestas de horror tipo “Cabin Fever” o la torture porn “Hostal”, uno se esperaba más. Mucho más.

En cuanto a dirección artística quedamos igual. Aún sabiendo que el propio Roth fue a la jungla de Perú para grabar esta película, así como lo hizo Deodato con “Holocausto Caníbal”, he de decirles que muchos de los escenarios son evidentemente artificiales. Lo mismo ocurre con la capacidad de otorgarnos una perspectiva tan pobre de la flora y fauna de la selva amazónica, todo lo contrario a la obra magistral de Deodato, donde no sólo era capaz de mostrar jabalíes, tortugas, serpientes, monos, etcétera, sino también era capaz de asesinarlos. Por supuesto, las leyes que protegían a los animales no existían en los 70s, pero esa es otra historia que quizás cuente después.

El tratamiento del guión, por otro lado, es medianamente aceptable. Muchos de los fans se han quejado del inmenso prólogo de casi 40 minutos que tarda en arrancar. Sin embargo la idea de hacerlo tan lento es un truco para crear empatía con los personajes. En alguna ocasión, a Stephen King le preguntaron por qué dedicaba tantas hojas en explicar cómo piensa o cómo vive cada uno de sus personajes antes de entrar en materia. Lo que él respondió fue interesante: “Cuando el lector se encariña con un personaje le dolerá más cuando éste pierda una pierna o termine muriendo”. Creo que la idea de Eli Roth, maliciosamente, posee la misma finalidad.

Ahora bien, tampoco negaremos que en algunas ocasiones este prólogo parece un intento forzado con personajes tan planos como predecibles. O al menos en la mayoría de ellos. Sin embargo, hacerlo tardado también tiene sus ventajas. Y es que te hará quedarte en el asiento hasta que obtengas aquello por lo que pagaste. El espectáculo de gore y vísceras que te reservan para después.

La mayoría de los efectos especiales, son realmente asombrosos, capaces de sorprender hasta el más experimentado en el género del gore. Un excelente trabajo por parte del dúo invencible Berger/Nicotero que como muchos saben, junto a Kurtzman fundaron la prestigiosa KNB films Effects Group, y “The Green Inferno” es una excelente muestra de todo el trabajo que son capaces de hacer. Sin embargo, otros tantos efectos por los que se optaron añadir son los molestos CGI ante situaciones verdaderamente innecesarias y poco originales, véase lo que hicieron con la escena de las hormigas o la caída del avión. Pero fuera de esto, los efectos son para aplaudirse.

Los guiños más evidentes de Eli Roth son a tres películas principalmente. Primero, tenemos la referencia de Umberto Lenzi con su “Cannibal Ferox”, los más fanáticos notarán el gran parecido que tienen estas jaulas de madera con las que hacían los caníbales de Lenzi. También, y de este mismo director, tenemos la referencia de “Eaten Alive” ya que a uno de los personajes, interpretado por la chilena Lorenza Izzo (una de las psicóticas chicas de “Knock Knock”) es maquillada justo como a una de las mujeres en el filme de 1980. Y finalmente, la madre de todas las referencias se las lleva “Holocausto Caníbal” como ya lo aclaramos anteriormente.

Hay una escena de empalamientos, un evidente tributo a la escena quizás más emblemática de toda la película de Ruggero Deodato y que se usó como portada de la misma: la mujer empalada. Escena de la cual, corre una leyenda urbana que el propio director ha dejado en el misterio. Según expertos del cine, es imposible crear un maniquí tan realista como lo muestra esta película, tan sólo verle el color de piel y la textura, se ha llegado a la conclusión de que es real. Y aún si se tratase de una actriz, a muchos les resulta difícil de creer que no mantenga movimiento por grandes lapsos en esa posición. La leyenda dice, entonces, que se trató de un auténtico cadáver.

Pero “The Green Inferno” es un poco flojo mostrando esta escena. El empalamiento de “Holocausto Caníbal” es idéntico al que realizaba el príncipe Vladimir Tepes (personaje histórico del que se basó Stoker para crear “Drácula”) contra los turcos: consistía en introducir enormes estacas de madera en el recto hasta salir por la boca. Eli Roth sólo hace lo primero, dejando el encanto de lo segundo.

¿Y qué hay de la crítica social que las películas de caníbales mostraba en los 70s, esa misma que decía que los occidentales, por mucho, eran los menos civilizados? Aunque hay ciertos elementos que intentan recuperar dicho trasfondo, como el paso del hombre y sus modernas máquinas destruyendo la naturaleza para crear fábricas o ciudades, eso queda en segundo plano. No pareciera ser lo primordial en esta película, más bien resulta un escenario satírico que se empeña en hacer sufrir a estos personajes que mantienen sus roles de activistas ecológicos tipo GreenPeace, como una especie de burla irónica. Esa es la premisa: “Las buenas acciones son castigadas”.

Ahora es comprensible cómo desde su estreno en EU, el sitio Rotten Tomatoes la califica con un bajísimo 35%. En general, muchos sitios web la tienen concebida como uno de los peores estrenos de horror del 2015. Sin embargo lo vuelvo a repetir. No es una mala película, simplemente no es la película que prometieron. No es el film violento con el que muchos soñaron. Es ran políticamente correcta como inofensiva. Y vaya que duele decir estas cosas de una película que se tenía concebida como la nueva pieza cumbre del cine de caníbales, la nueva joya gore que sería imposible de ver sin vomitar. Pero por lo menos se dignaron a entregar algo decente.

Así que, respondamos a otra de las preguntas que más polémica y debates habrían desatado entre los fanáticos: ¿“The Green Inferno” supera a la obra maestra de Ruggero Deodato “Holocausto Caníbal”? La pregunta ofende. Ni este visceral director le ha podido llegar a los talones, pero por lo menos lo intentó. Habrá que esperar ver la secuela: “Beyond the Green Inferno” que se tiene planeada ser dirigida esta vez por el chileno Nicolás López que anteriormente nos habría mostrado “Aftershock”.

En conclusión, la mejor película de Eli Roth continúa siendo “Hostal”. Y la mejor película de caníbales continúa, y seguirá siendo por mucho tiempo, la que según la crítica es considerada la “Citizen Kane” de las películas de ese subgénero: “Holocausto Caníbal”.

[quote_box_center]Sinopsis: Justine y sus idealistas compañeros activistas de Nueva York viajan a la selva en Perú para impedir la destrucción de una parte de la jungla por la tala de árboles que perturbe la vida de una tribu indígena local. Hasta aquí todo son buenas intenciones, que se torcerán cuando descubran que la tribu en cuestión es caníbal. [/quote_box_center]

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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