Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Una LoboBici fijada al suelo con soportes, cables y tarjetas de circuitos está en la oficina del Doctor David Eduardo Pinto Avendaño. Aunque de entrada no se ve muy diferente a las demás bicicletas del sistema de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap), esta funciona especialmente para que con unos lentes de realidad virtual se pedalee dentro de un mundo digital que da un paseo dentro de las instalaciones de Ciudad Universitaria (CU).

El encargado del Laboratorio de Ingeniería del Lenguaje y del Conocimiento y su equipo llevan alrededor de dos años con el proyecto del recorrido virtual, que servirá para que personas que no conocen el campus central de la Buap lo visiten de manera digital desde otros edificios de la universidad, como el edificio Carolino y el Complejo Cultural Universitario (CCU).

El proyecto funciona con la tecnología Oculus Lift, un visor de lentes de 120 grados que se pone sobre de la cabeza y cubre hasta encima de la nariz, dentro del cual se ven las calles y edificios de CU en pixeles de colores, todo con detalles apegados a la realidad. Hasta los botes de basura  y los carteles en las paradas de autobús están perfectamente moldeados, como calcados del entorno verdadero.

Uno de los mayores logros del recorrido es la réplica de la Biblioteca Central, recreada en su totalidad con los distintos niveles y los libros, las puertas automáticas y las personas. Incluso en las pantallas de la entrada de la biblioteca se pueden observar los videos en movimiento, como si estuviera uno parado ahí.

Aunque actualmente sólo hay una bicicleta completamente acondicionada para pedalear dentro de la realidad virtual de CU, se está en proceso de ampliar el proyecto. La LoboBici acondicionada para el recorrido se hizo ex profeso para este proyecto, y sirve para interactuar tanto con velocidad como con dirección. 

Cuando se usan sólo los lentes, el recorrido es reducido pues un operador es quien tiene que acercar, mover y alejar al usuario al lugar a donde quiera ir, y la sensación de mareo es mucho más común y pesada al estar el cuerpo estático. La cabeza es la que se mueve al enfocar la vista hacia una puerta o escaleras, pero la persona permanece inmóvil.

Sin embargo, el hecho de que el paseo sea en bicicleta funciona para evitar el vértigo y el mareo que provocan los lentes, pues el cuerpo y la visión de la realidad digital se mueven al mismo tiempo. Y también hace que el paseo sea totalmente independiente, pues con la bicicleta el usuario puede dirigir su movimiento no sólo en la versión virtual de Ciudad Universitaria sino físicamente, pedaleando con la sensación de avanzar en ambas realidades. Ahora, además de ver todos los edificios exactamente moldeados como son, los vehículos motorizados y no motorizados también se mueven creando una sensación más cercana a la realidad del movimiento en tiempo real y de que se está en un ambiente vivo.

Además de la tecnología Oculus Lift, para el recorrido se utiliza la tecnología de interacción Myo y el dispositivo Leap Controller, que permiten que los movimientos corporales se traduzcan en un mundo virtual para poder tomar, mover y tocar cosas, como si fuera con las propias manos.

El Doctor Pinto explica que todavía hay detalles que deben arreglarse y que siguen en desarrollo, como el uso de una tecnología de reconocimiento de movimiento con las manos, que permite que éstas dupliquen el movimiento que se hace físicamente en la realidad virtual, y así los visitantes digitales podrán consultar y hojear todos los libros que hay en la biblioteca, que también serán modelados para el recorrido.

Lo que sigue es también la interacción con las personas dentro del recorrido virtual, que se pueda hablar y escuchar lo que los demás ciclistas y transeúntes dicen en su paso por Ciudad Universitaria. También el nuevo desarrollo le permitirá a las personas subir y bajar del Lobobús, para transportarse de otras maneras dentro de la universidad virtual, y no sólo moverse con las bicicletas.

Para la recreación del entorno universitario se tomaron también varias imágenes y vídeos con drones, para que en determinados puntos del recorrido se pueda acceder a las vistas aéreas reales de Ciudad Universitaria.

Pinto Avendaño dice que la idea es que en un futuro este tipo de tecnología puede utilizarse para impulsar el turismo, para que personas puedan visitar virtualmente sitios emblemáticos en Puebla como los Fuertes de Loreto, Piedras Encimadas o Africam Safari, y así tengan la inquietud de verlos físicamente.

En el diseño del proyecto, del cual todavía está afinando detalles para ser más interactivo y realista, participaron los estudiantes recién egresados de arquitectura, Raymundo Cortés y Fredy Rodríguez; Ismael Tlapaya, encargado del software y programación en el área de computación, y la parte de la interacción de los vehículos en movimiento la hizo Omar González, estudiante del MIT que hizo una estancia de diez semanas en la Buap.