Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Los jóvenes de preparatoria durante la década de 1970 en Puebla, soñaban con una estación de radio universitaria. Y no era un deseo reciente, desde hacía 20 años se buscaba obtener el permiso de la Federación para lograrlo. Como recuerda Óscar López Hernández, la petición de una estación de radio incluso era consigna en las marchas universitarias.

Sería hasta 1997 cuando este objetivo se alcanzara y Radio BUAP tuviera su primera emisión con una potencia de 100 watts.

18 años después, Radio BUAP cuenta con 10 mil watts de potencia y una barra de 69 programas radiofónicos.

–Creo que es una buena oportunidad que le ofrece al público una opción distinta. Como no atendemos al rating o los comerciales, podemos ofrecer algo distinto –dice Óscar López, quien ha estado desde el inicio en el proyecto de Radio BUAP y que es conductor de uno de los programas con más tiempo en la estación: Movimiento Perpetuo.

Óscar resalta que tres son los objetivos que desde su fundación ha tenido la estación y después de 18 años se mantienen: academia, extensión y difusión de la cultura, como sus compromisos. Él también celebra los cambios que ha experimentado la radiodifusora y opina que justo lo que deben buscar desde la radio son las nuevas propuestas.

Movimiento Perpetuo, conocido programa que es ya un referente -o el referente– de la agenda cultural de Puebla, celebrará en noviembre su aniversario número 16.

—Movimiento Perpetuo inició cuando hubo una especie de auge de la parte cultural, porque antes de eso Puebla era un desierto, no había nada. Antes, hace 20 años se decía: “¿A qué voy a ir? Si no hay nada”. Ahora se dice: “¿A qué no voy a ir?” porque ya hay muchas cosas. Y movimiento perpetuo se ha mantenido gracias a eso también, a que hoy ya hay muchos colectivos de arte y cultura y periódicos como Lado B.

En 2013 Radio BUAP vivió uno de sus cambios más notorios al reestructurar su barra programática e incluir más de 40 programas nuevos en su oferta, como lo cuenta Ricardo Cartas, actual director de Radio BUAP:

–En 2013 se checó lo que tenían y se propusieron nuevos contenidos. Lo que hicimos fue empezar a mapear a la ciudad y buscar a los talentos, a la gente que sabía de música, a la gente que sabía de ciertos temas y así se propuso un complemento a la estación.

Desde entonces los públicos han crecido. No han hecho una métrica de la audiencia pero desde que abrieron el portal para escuchar también Radio BUAP en Internet,  tienen 50 mil visitas al mes, lo cual es un buen número considerando que, se dice, aún no mucha gente suele escuchar radio en la web.

Así lo dijo Duchamp es uno de los programas que nacieron ese 2013. Es un programa que se dedica a la difusión cultural y es un proyecto de la Capilla del Arte de la Universidad de las Américas Puebla.

Alonso Fragua, coordinador y locutor del programa cuenta que en Así lo dijo Duchamp, además de los contenidos de difusión usuales, también han intentado innovar en cuanto a formato, como por ejemplo con Muro 433, que es una sección donde hablan del sonido como materia prima del arte y presentan piezas de arte sonoro o radio arte.

Foto: Marlene Martínez

–En los temas que hemos tratado creo que hemos logrado salirnos de lo que regularmente se hace en los programas que hablan de arte en Radio BUAP, por ejemplo, destacaría cuando hablamos de los narcocorridos, siempre enraizado a lo que hablamos como fenómenos socioculturales. Y cosas que quizás no se esperan y que son más banales pero que creemos que son necesarias hablar como cuando hemos hablado de Netflix, o de series particulares o de Harry Potter, o 50 sombras de Grey, porque no porque la gente crea que es un producto desechable, hay que desecharlo y ya. Lo que nosotros queremos es que si la gente incluso va a hablar mal de Da Vinci, sepa por qué, dar un poco las herramientas.

Fragua, también como público Radio BUAP, agradece y reconoce la entrada de programas como el Wild Brunch o La Hora de Velvet Boy a la programación.

–A mí lo que me gusta del Wild Brunch y de Velvet con su estilo, es que abarcan un amplio abanico de opciones musicales, y no sólo hablan de música sino también hablan de cine, arte o cuestiones de género y ponen música que en Radio BUAP no esperarías escuchar. Por ejemplo, Velvet puede poner a Thalía pero le pone un contexto y eso es algo que sabe hacer, lo mismo en Wild Brunch, donde te ponen Death Metal a las 10 de la mañana pero lo va hilvanando muy bien.

Alonso Fragua considera que estos programas sí puede decirse que forman parte de una nueva generación de la radio, mientras que el programa de Así lo dijo Duchamp va más por lo que se espera de una radio universitaria por el contenido.

En Radio BUAP no sólo han apostado por nuevos programas sino también por la formación de los estudiantes interesados en la producción radiofónica, por lo que cuentan con un laboratorio de proyectos para darle oportunidad a todo aquel que llega a pedir un espacio en Radio BUAP. El proyecto se llama Lobo Radio, tiene su propia cabina y se transmite a través de su sitio propio en internet.

–Ese laboratorio es muy entretenido porque aprenden a operar, a hacer sus escaletas y pueden hacer cualquier tipo de experimento, como por ejemplo tocar en vivo –explica Ricardo Cartas–, y a partir de la experiencia que tienen, ya después pueden entrar a Radio BUAP

A corto plazo, en Radio BUAP piensan seguir llegando a los públicos que buscan algo alternativo y sobre todo, al público de la universidad.

–Los temas prioritarios son los universitarios, entonces tenemos mucho que hacer con la divulgación de la ciencia, por ejemplo –dice Cartas–, actualmente ya tenemos programas que divulgan ciencia, pero necesitamos formar a más divulgadores porque esa figura nos hace mucha falta. Tenemos gran cantidad de investigadores pero necesitamos ese tipo de periodista que logre servir como puente entre el investigador y los públicos.

Además de seguir impulsando su plataforma y el blog en internet, el más reciente proyecto de Radio BUAP son sendas extensiones de la radiodifusora en Tehuacán y Chignahuapan, con los mismos principios pero programas diferentes para sus contextos específicos.