Lado B
“Tome la pistola y empiece a despacharse”, un filme de violencia y abandono
Dirigido por Eduardo Sabugal, ganador del Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje del IMCINE y estrenado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara
Por Lado B @ladobemx
19 de julio, 2015
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Tomada de ficg.mx/

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Javier Caravantes

@javicaravantes

Es quince de septiembre, un pésimo día: Evaristo no logró vender todos sus cuetes, la batea de su camioneta va cargada de pólvora. Está cansado, lo único que desea es detenerse lo más rápido que pueda en la siguiente gasolinera, cargar, volver a casa…

—Y de pronto le toca vivir un acto de violencia fortuita —relata Eduardo Sabugal, guionista y director del cortometraje Tome la pistola y empiece a despacharse, ganador de 14vo Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje que convoca el IMCINE y estrenado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara. En entrevista para Lado B narra cómo arrancó la historia:

—Originalmente surgió como un cuento que escribí para un proyecto que consistía en varios cuentos a partir de instrucciones que uno va leyendo en la calle, Rómpase en caso de incendio, No estacionarse, No distraiga al operador, etc.  Particularmente este cuento no terminaba de convencerme como cuento, alguien que respeto mucho me dijo que no funcionaba como cuento. Así que lo terminé convirtiendo en guión cinematográfico, tenía una clara puesta en escena y era interesante visualmente hablando. Quería plantear cómo la violencia en nuestro país ha perdido todo tipo de fundamento, se ha convertido en algo viral y absurdo, una moneda de cambio habitual. No es casual que la historia ocurra la noche de un 15 de Septiembre, simbólicamente me interesaba rastrear eso que yo veo como un país en ruinas. Evaristo, el personaje principal, representa a una clase social olvidada por el sistema, relegada e invisibilizada, comete un acto de violencia que no proviene de la toma de conciencia ni de la rebelión ni de la ideologización.  El guión intenta problematizar la facilidad y lo fortuito de la violencia, el abismo cada vez mayor que hay entre las clases sociales, en una sociedad polarizada y donde la desigualdad ha creado barreras de clase invisibles pero infranqueables. Evaristo es un vector del sin sentido, y representa la deriva. Bajo un enfoque existencialista, el personaje es una suerte de Sísifo (para emplear la metáfora de Albert Camus) que tiene que cargar eternamente su piedra y cuya empresa resulta inútil, absurda.

—¿Cuáles eran las búsquedas estéticas más importantes de Tome la pistola y empiece a despacharse?

—Quería reflejar el abandono dentro de la euforia mercantil. Los anuncios de luz neón y la luz blanca de la tienda y las lámparas de la gasolinera deberían dar un tono verdoso a la piel (en el exterior) y casi blanquecino (en el interior), transmitiendo una sensación de irrealidad, como de efecto televisivo. Quería que los rostros del cajero de la tienda y del despachador de gasolina, al ser bañados por esa luz, parecieran como de cera y tuvieran un aire aún más decadente. La referencia a la celebración del 15 de septiembre busqué que fuera indirecta, mediante adornos, símbolos y vestuario, ya sabes, playera de futbol, bigotes falsos, sombreros, banderita de México pintada en la mejilla, etc. El diseño sonoro era muy importante, y aquí debo reconocer el gran trabajo de Omar Juárez, pues yo quería que el sonido sirviera para acentuar la sociedad polarizada y el múltiple ruido, en una sociedad que se encuentra atrapada en la esquizofrenia. El cortometraje tiene muy pocos diálogos, por eso el sonido radiofónico fue una herramienta expresiva. De ahí que Evaristo intente sintonizar algo en la radio sin conseguir encontrar algo que le agrade, por eso termina escuchando sólo la estática de una frecuencia sin contenido alguno (una metáfora de “la nada”). Usé planos cerrados en el interior y abiertos en el exterior para transmitir la doble sensación de que en el exterior “no pasa nada”, mientras que en el interior sucede una tragedia. Tensión bipolar que nutre la curva dramática.

Eduardo Sabugal desde hace 12 años produce y conduce una revista radiofónica especializada en cine, llamada Perifonía: “la primera en Puebla de su tipo, el punto de vista de ese programa es el de la filmología, es decir el estudio social de los films, y el único motivo por el que arranqué ese proyecto y por el que lo sigo haciendo es mi cinefilia.” Otra manera en que se ha relacionado con el cine es a través de la impartición de clases, Narrativa Visual en la UDLAP, Historia del Cine y Semiótica de la Imagen en UNARTE y recientemente Guionismo en la IBERO. Para hablar de sus influencias directas recuerda a Corkidi:

—Yo tomé clases con Rafael Corkidi en la UDLA, era un apasionado del videoarte y sus clases eran geniales, intenté aprovechar todo lo que nos decía dentro y fuera del aula, fue sin duda una clara influencia para mí, quizá por eso antes de hacer un cortometraje, incursioné en el videoarte y en la videodanza.

—¿Cómo fue mandarlo a concurso, la filmación?

—Junto con el guión, como parte de la carpeta de producción, mandé un planteamiento estético y filosófico de mi guión. Además de incluir requerimientos técnicos e indispensables como el break down, el plan de rodaje, el presupuesto y el storyboard (realizado este último por cierto por el pintor Alejandro Sabugal). La preproducción, producción y postproducción se realizó de julio a diciembre del 2014. Algunos miembros de mi crew eran de Puebla, como por ejemplo Anamary Ramos que junto a Marcos Vargas hicieron la dirección de arte y Juan Manuel Barreda que fue mi editor. Sin embargo el IMCINE me ayudó a encontrar a la mayoría del talento. Tuve un excelente asistente de dirección llamado Matías Estevez  y un muy buen fotógrafo Ricardo Garfias, que entendió perfectamente lo que yo buscaba. Natalia Beristain me ayudó con el casting de actores. Me gustó mucho que las locaciones fueran las que yo había elegido desde un principio en el Estado de Puebla, en la autopista México-Puebla. Creo que de alguna manera el IMCINE en los últimos años se ha preocupado por descentralizar la producción, incluso ahora hay varios programas de apoyo y convocatorias para regiones específicas del país.

Eduardo Sabugal tiene listos para filmarse dos guiones más de cortometraje y uno de largometraje, sin embargo, aún no encuentra el financiamiento para producirlos. Con otro guión que escribió titulado Leche, participó en la selección oficial de guiones en el 5°- Festival Internacional de Cine en el Desierto, el FICD.

Durante este año Tome la pistola y empiece a despacharse ha sido proyectado y seleccionado en competencia en tres festivales, dos nacionales y uno internacional. Fue Selección Oficial en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en su edición número 30 (El FICG30), en el 7° Festival de Cine de Durango y ahora en Septiembre estará en el VLAFF Vancouver Latin American Film Festival que se llevará a cabo del 3 al 13 de Septiembre en Vancouver, Canadá. En Puebla podrá verse en el Tour de Cine Francés que arranca en noviembre.

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