Lado B
Double Pack: Eihi Shiina, la diosa japonesa del horror
Japón, sin duda alguna, es una potencia respetable no sólo en tecnología y economía, sino también en su séptimo arte. Dentro del horror, no cabe duda que este país, y todos los pertenecientes al continente Asiático, han dejado huellas y ejemplos de cómo debería ser una buena película de miedo.
Por Héctor Jesús Cristino Lucas @
17 de julio, 2015
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Eihi-Shiina

Héctor Jesús Cristiano Lucas

[dropcap]J[/dropcap]apón, sin duda alguna, es una potencia respetable no sólo en tecnología y economía, sino también en su séptimo arte. Dentro del horror, no cabe duda que este país, y todos los pertenecientes al continente Asiático, han dejado huellas y ejemplos de cómo debería ser una buena película de miedo. Sólo basta recordar grandes pioneros como Takashi Shimizu y sus aterradoras “Ju-On” o “Marebito”. ¿Y cómo olvidar a Hideo Nakata con su “Ring” o su “Dark Watter”, a Shion Ono con su “Suicide Club” o a Masayuki Ochai con “Infection”? Pero no olvidemos nunca las obras sanguinolentas de los maestros Takashi Miike y Yoshihiro Nishimura.

La pregunta aquí es, ¿qué tienen en común estos dos directores con el artículo que nos compete? Sencillo: Eihi Shiina, una actriz japonesa que ha sido la protagonista sanguinaria de películas emblemáticas de estos dos directores. De hecho, si nos pusiéramos a googlearla un poco descubriremos que antes de su incursión al cine de horror, era una modesta actriz y modelo sólo reconocida en Japón. Nacida en Fukuoka en 1976, esta mujer trabajó para la compañía de marca Benetton en el 95 y representó a su país en la agencia de modelos “Elite Model” obteniendo prestigio y reconocimiento. Además de publicar en el 99 un libro de poemas y fotografías llamada “Sin filtros, sólo ojos”.

Su debut en el cine comenzó con “Dog-food” allá por 1999 pero no fue que se le reconoció internacionalmente gracias a un filme de Takashi Miike que hoy conoceremos. Y aunque las siguientes películas no son las únicas en las que ha participado Eihi Shiina, véase por ejemplo: “Vampire Girl vs Frankenstein Chica”, “Outrega” o “Helldriver”, son estas dos por las cuales y gracias a sus alucinantes personajes, quedó consagrada como actriz importante en el cine de horror japonés.

Bienvenidos entonces, a otro double pack de El Cinemaniaco de Lado B.

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Audition (1999)

Empecemos con Takashi Miike, uno de esos directores underground que ha impactado a la audiencia de todo el mundo con sus controvertidas películas. Que van entre el género del terror, el cine negro y de mafias, pero todas con un elemento singular: la violencia y el gore. Como principales producciones que le valieron el éxito no podemos dejar de mencionar a “Ichi the Killer” y a su sádico protagonista, un yakuza llamado Kakihara que disfruta el provocar dolor a sus víctimas de inconcebibles maneras. O “Imprint” que se usó como episodio en la serie “Master Of Horrors” de Mick Garris y que de hecho se le consideró la más aterradora de todas, a tal punto de censurarse.

Eihi Shiina quedó consagrada como actriz prolífera y talentosa al encarnar uno de los personajes más aterradores de todo el cine de horror japonés. Y de igual manera nuestro controvertido Miike llegó al estrellato como uno de los maestros del horror por excelencia. Considerada por muchos críticos como su obra maestra, la película fue estrenada con un escándalo tan similar al que sufrió Jodorowsky con su “Fando y Lis” o a Nacho Cerdá con su “Aftermath”. Porque en el Festival de Cine de Rotterdam 2000, una espectadora, ofendida y aterrorizada, se levantó de su asiento para gritarle a Takashi Miike: “Tú eres el mal”.

Sin embargo y como hemos estado leyendo en notas anteriores, estos acontecimientos lejos de afectar a una película, levantan su marketing hasta la estratosfera. Y así, “Audition” quedó como un filme referente del cine de horror en el siglo XXI. Tanto que directores destacados en el género, como Eli Roth, responsable de “Hostal” o “Cabín Fever” y Rob Zombie, de “House 1000 Corpses” o “The Devils Reject” se les hizo tan complicada de visionar gracias a sus aterradoras escenas. ¿Qué estos directores digan tal cosa parece difícil de creer, no? Entonces el director japonés llegó al éxito absoluto. De hecho Quentin Tarantino dice ser un gran fan de Takashi Miike.

“Audition” es un ejercicio interesante como película. Un rompecabezas que hay que ir juntando poco a poco hasta llegar al desenlace. Sin embargo muchos no llegan tan fácilmente, no por la complejidad sino por lo que se encuentra una vez terminado. Y es que como sabemos, muchas películas japonesas poseen tramas muy pensadas y sin nada a la ligera. Aquí pasa exactamente lo mismo. Aunque se suele calificar como un filme de violencia extrema hay que recalcar el impresionante poder psicológico que maneja con maestría. De hecho, Takashi Miike no quería culminar su filme con horror gráfico, sino más bien psicológico, pero los productores rechazaron la idea.

Otra cosa interesante del filme es su disimulado manejo del género. Cualquiera que se disponga a ver esta película se sentirá confundido desde el comienzo. No aparenta ser de horror. No aparenta que esconda algo terrible tras cada minuto de metraje. Fácilmente pudiera entrar en una de esas comedias románticas, porque en efecto, al principio es divertida, sensible. Sin embargo y luego de un tiempo te darás cuenta de que algo anda mal. Takashi Miike maneja el suspenso excepcionalmente y a la hora de develar su verdadera naturaleza no se anda con rodeos, lo hace de manera grotesca, sin tapujos. Y hay que estar muy conscientes de eso.

El papel de Eihi Shiina destaca por sobre todos los demás. Resulta grandioso y perturbador ese cambio de ánimo que le hace sufrir su propio personaje. La vuelve una bestia sanguinaria que disimula inocencia, como un lobo vestido de oveja. Y hay que destacar una cosa. “Audition” posee violencia, pero es pensada también. Como algunos dirán: apacible. No se le podría comparar a los asesinatos que “Saw” o “The Collector” que manejan casi al estilo de un cine de explotación o torture porn. Su violencia es diferente. Más bien estética, surrealista a veces y sumamente apaciguada. Su encanto yace entonces en su ritmo violento.

[quote_box_left]Sinopsis:

“Un cuarentón viudo, a propuesta de un amigo, convoca un casting para una inexistente película con la intención de encontrar una nueva esposa.”

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Tokyo Gore Police (2008)

Y podemos mencionar también a Yoshihiro Nishimura. Quien aunque no ha tenido un amplio producción en el género en cuestión, los efectos especiales usados en películas como la que hoy mencionaremos, hicieron que muchos cineastas lo voltearan a ver, acudiendo hasta él como si de un Ray Harryhausen se tratara. Tratamos pues, con un cineasta y artista de efectos de maquillaje que ha sido calificado como el “Tom Savini de Japón”. Así es, el mismo Savini que se encargó de los efectos especiales de “Day Of The Dead” de George A. Romero y “From Dusk Till Dawn” de Robert Rodríguez.

De hecho Nishimura basa su influencia creativa en las pinturas de Salvador Dalí, y si analizamos muchas de las criaturas que este hombre diseña para diversos metrajes nos daremos cuenta de ello, como los cuerpos distorsionados o los seres híbridos entre animales y humanos. O humanos y armas, sustituyendo brazos por cañones o piernas por pistolas (algo así como en “Planet Terror”). De las principales participaciones que ha hecho en cuanto efectos especiales, generalmente al cine de terror, son con películas como “Suicide Club” de Shio Ono o “The Machine Girl” de Nubori Iguchi. De esta última se puede ver con mayor claridad de lo que hablo.

Pero el día de hoy hablaremos una de sus películas emblemáticas. Y esa es sin duda “Tokyo Gore Police”. Según el propio Nishimura en 1995 y con un pequeño grupo de producción, realizaron una película independiente llamada “Anatomia Extinction”. Una película en donde dejaron a relucir efectos especiales creados por ellos mismos y cuya trama giraba en torno a un futuro distópico donde parásitos cambiaban los cuerpos de los seres humanos, haciéndolos híbridos entre armas y cañones. Sin embargo y luego de haber trabajado en “The Machine Girl” en el 2008, los productores vieron su talento y le preguntaron si quería realizar alguna película.

Y fue entonces que Nishimura se dedicó al remake de “Anatomia Extinction” al cual llamó “Tokyo Gore Police”. Es decir, que su opera prima sirvió como base para la premisa de esta alucinante historia.

Hay muchas cosas que debemos saber antes de visionar esta película y es que indudablemente no es para todo público. Lo que Nishimura muestra en su trabajo es un arduo homenaje al cine de explotación japonés clásico. Es decir, veremos sangre exagerada que sale de extremidades luego de ser cortadas, cuerpos transmutados, ya sea fusionados con objetos o animales y un sentido de la ciencia ficción que parece sacada de una pesadilla de Jodorowsky. Se asemejaría demasiado a películas ochenteras tales como “Tetsuo: The Iron Man” de Shinya Tsukamoto del 89. E incluso a influencias canadienses tales como la de David Cronenberg con su “Videodrome” en el 83.

Aunado a todo lo anterior nos encontraremos también con referencias un tanto sexuales y eróticas, muy propias de Japón si me permiten mencionar. Véase por ejemplo, tentáculos que violan chicas, enormes falos que se remplazan por cañones, senos con bocas y colmillos o mujeres desnudas con cuerpos mutantes, etc. Es decir, elementos tan representativos de la ciencia ficción nipona, ya sea dentro del manga, hentai o anime. Pero déjenme decirles, que además de todo lo trasgresor, violento y morboso, en el fondo subyace una comedia tan irreverente y ácida que una vez visionado “Tokyo Gore Police” no habrá espacio para el sentimiento fijo. Ríe, impresiónate, da igual.

Eihi Shiina tiene el papel de una mujer ruda, sensual, pero ruda. Una que podría compartir con Sigourney Weaver en “Alien el octavo pasajero” o Uma Thurman con “Kill Bill vol. 1 y 2”. Y no cabe duda, sabe aprovecharlo. Por ello podríamos dejarla consagrada como una diosa japonesa del horror. O al menos, una de tantas. Entonces, cinéfilos, “Tokyo Gore Police” queda dentro de las más extrañas e impresionantes joyas contemporáneas, en el cine de horror underground japonés.

[quote_box_left] Sinopsis:

“En un futuro distópico, la policía de Tokio ha sido privatizada y se enfrenta a su peor amenaza: un grupo de mutantes que convierten cualquier herida en arma de destrucción. Ruka, una joven oficial atormentada por el asesinato de su padre, será la encargada de exterminarlos.”

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Autor Lado B
Héctor Jesús Cristino Lucas
Héctor Jesús Cristino Lucas resulta un individuo poco sofisticado que atreve a llamarse “escritor” de cuentos torcidos y poemas absurdos. Amante de la literatura fantástica y de horror, cuyos maestros imprescindibles siempre han sido para él: Stephen King, Allan Poe, Clive Barker y Lovecraft. Desequilibrado en sus haberes existenciales quien no puede dejar (tras constantes rehabilitaciones) el amor casi parafílico que le tiene al séptimo arte. Alabando principalmente el rocambolesco género del terror en toda su enferma diversidad: gore, zombies, caníbales, vampiros, snuff, slashers y todo lo que falte. A su corta edad ha ido acumulando logros insignificantes como: Primer lugar en el noveno concurso de expresión literaria El joven y la mar, auspiciado por la Secretaría De Marina en el 2009, con su cuento: “Ojos ahogados, las estrellas brillan sobre el mar”. Y autor de los libros: Antología de un loco, tomo I y II publicados el 1° de Julio del 2011 en Acapulco Guerrero. Aún en venta en dicho Estado. Todas sus insanias pueden ser vistas en su sitio web oficial. http://www.lecturaoscura.jimdo.com
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